El Cristo de la Misericordia vuelve a salir en procesión por las calles de Quer
Después de tres años, la celebración religiosa ha tenido lugar sin ninguna restricción o cancelación por la pandemia.
Después de dos años (2020 y 2021) sin que Cristo de la Misericordia de Quer pudiera salir en procesión, por motivo de la pandemia, tres años después se han celebrado, por fin, la misa de la mañana, y la procesión vespertina, en la que la talla del Cristo de Quer, una de las más bellas de la provincia, sale en procesión por las calles de la villa setera.
La imagen del Cristo es una obra del siglo XVII. Está tallada en madera de cedro, sin barnizar y en un tamaño natural. La expresión de hondo dolor, reflejada en su rostro, refleja las características propias del estilo en el que está ejecutado: el Barroco. Son muchas las curiosidades que rodean a esta imagen. Una de ellas, según cuenta la tradición, dice que el púlpito que había en la iglesia de madera y que desapareció en la Guerra Civil se habría hecho con la madera de la caja en la que vino envuelto el Santísimo Cristo. Asimismo, se le adjudican varios milagros. Uno de ellos acaeció a finales del siglo XVIII, cuando el pueblo y la campiña se vieron asolados por una grave epidemia de peste. Ante la situación traumática vivida por los vecinos de Quer, éstos decidieron invocar el auxilio del Santísimo Cristo de las Misericordias. Parece ser que las plegarias fueron escuchadas y que la peste no afectó gravemente al pueblo, aunque ese mismo día se secaron los álamos del pueblo.
Otro de los momentos más singulares relacionados con la imagen tuvo lugar en el transcurso de la Guerra Civil, conflicto en el que fueron quemados los retablos e imágenes de la Iglesia, así como gran parte de su archivo parroquial. Sin embargo, el Santo Cristo de la Misericordia se salvó porque unos vecinos de la villa tuvieron la precaución de bajarlo de su lugar y esconderlo en una tumba vacía del cementerio. Pero la mala fortuna hizo que ese mismo año muriese la propietaria de la tumba, por lo que se descubrió el escondite y la imagen sufrió maltrato, pero nadie se atrevió a quemarla, como había sucedido con el resto de imágenes. Terminada la Guerra Civil, la imagen fue restaurada y colocada en el altar mayor.
Igualmente, este jueves se volvía a celebrar el tradicional miserere, también después de dos años de suspensión, la ceremonia del descendimiento o el refresco del hermano mayor, Miguel Ángel Senén, en el que, según la tradición, invita a todo el pueblo.
En la mañana de ayer, los párrocos locales, Carmelo de la Fuente y Alfonso Olmos, oficiaban la Misa, junto a Miguel Torres, párroco de Marchamalo, y Bienvenido Larriba, párroco de Uceda. Las campanas de la Iglesia de Nuestra Señora de La Blanca comenzaban a tañir al filo de las 12:20 horas. La nave central de la Iglesia, se llenaba para la ocasión. El acompañamiento musial recogía al alcalde de Quer, José Miguel Benítez, y, desde la puerta del Ayuntamiento, lo acompañaba hasta la Iglesia de Nuestra Señora de la Blanca, junto al resto del gobierno municipal. Muchos de los asistentes portaban la insignia del Cristo de Quer, que distingue a los hermanos cofrades.
Como cada año, en el coro de la Iglesia, sonaron las voces del grupo de música de cámara Ermitage Musical, interviniendo con breves y selectos fragmentos de obras de C. Gounot, F Schubert, W A Mozart, terminando con el himno del Santísimo Cristo de la Misericordia de Quer, obra de J. López Alonso y de D. Ruiz Bejarano.
Acompañando a los seteros y a su corporación municipal, encabezada por José Miguel Benítez, acudían a la celebración del Día del Cristo en Quer Lucas Castillo, alcalde de Yunquera; el senador José Luis González y Francisco Lorenzo, alcalde de La Huerce.
Procesión vespertina
A partir de las siete y media de la tarde, la Banda de Música de Almoguera recogía al alcalde y al hermano mayor para que, en la plaza de Juan Pablo II, se subastaran brazos y cintas de la bellísima imagen del Cristo de Quer. Condujo la subasta, con tino y buen humor como viene haciendo estos últimos años, Francisco García. Le dió, además, un toque muy emotivo, recordando a todos los hermanos difuntos, y también recordando que la de ayer fue la primera procesión del Cristo desde 2019. Como es costumbre, los seteros pujaron por dos veces en la subasta que acontece antes de comenzar la procesión. La primera fue para sacar a hombros de la Iglesia a la imagen, y para portar sus diez cintas. La segunda, para reponerla dentro del templo.
Después de la primera subasta, el Cristo procesionó por las calles de Quer. Este año, la Hermandad propuso, propuso a los fieles llevar a hombros la imagen del Cristo, como ya ocurriera en 2019. Y así lo hicieron, por un recorrido diferente en parte, algo más corto, al que se sigue cuando va sobre su carroza. Los hermanos, completaron el recorrido con la talla del Cristo, que pesa cerca de doscientos kilos, por las calles Mayor Alta, Colón, Cervantes, Felipe IV, Jovellanos y Mayor, para volver a la Iglesia de Nuestra Señora de La Blanca.
La imagen de madera de cedro, marrón oscura, volvía a destacar con los rayos de sol que dejaba pasar una tarde nublada. La procesión fue en todo momento precedida por los músicos almogueranos, que interpretaron lo mejor de su repertorio de marchas procesionales.
De nuevo con la talla en la Plaza de Juan Pablo II, Francisco García dirigió la puja para entrarla de nuevo en la Iglesia de Nuestra Señora de La Blanca. Al terminar la procesión, los costaleros, y en general la hermandad recibió un sonoro aplauso.
Antes de terminar la ceremonia, los seteros, todos juntos, cantaron el himno del Cristo: “De tierras americanas vino a Quer, tesoro y gloria, en ti, Cristo agonizante, Cristo de Misericordia, me desgarra tu dolor de verte en la cruz sufriendo, que estando por muriendo, aun me miras con amor”. Al terminar, el párroco local, Alfonso Olmos, agradeció a los fieles su esfuerzo.