El desmantelamiento de la José Cabrera roza ya el 75 por ciento de su ejecución

08/05/2016 - 12:14 M.T.A.

Acaban de cumplirse 10 años desde que la planta dejó de funcionar.

El pasado sábado se cumplieron 10 años de la desconexión de la red eléctrica de la Central Nuclear José Cabrera (Guadalajara). Después de 38 años de actividad, dejaba de funcionar. En esta década han sido muchos los cambios que ha experimentado la instalación.

Tras su cierre, la propietaria, Gas Natural Fenosa estuvo realizando trabajos en el interior de la planta, entre otros, de adecuación y traslado del combustible gastado al Almacén Temporal Individualizado (ATI). El 11 de febrero de 2010, Enresa asumió la titularidad de la planta y comenzó su Proyecto de Desmantelamiento y Clausura. Desde entonces se han ido superando hitos importantes, como el corte de la vasija del reactor y la retirada del 99 por ciento de la actividad radiactiva, que concluyeron en el primer semestre de 2015, hasta llegar a la actualidad, en el que el proyecto ha alcanzado un grado de ejecución próximo al 75 por ciento.

En la actualidad, según han informado desde Enresa, ya se han realizado los cortes con hilo de diamante en la cavidad del reactor y en el foso de combustible gastado y se están retirando los bloques de hormigón para ser gestionados adecuadamente. Además, utilizando también hilo de diamante, se está cortando el hormigón de alta densidad que rodeaba la vasija del reactor y que funcionaba como blindaje biológico contra la radiación. Estos trabajos, aseguran, avanzan de acuerdo con la programación establecida. Comenzaron en el segundo semestre de 2015 con un plazo de ejecución de 18 meses.

Al mismo tiempo, se están realizando trabajos de descontaminación, denominados escarificados, en diferentes paredes y suelos de los edificios de contención y auxiliar, mediante procedimientos mecánicos.

De momento, los cambios en el exterior de la instalación apenas son apreciables, pues los principales trabajos siguen centrándose en el interior.

La fecha para la finalización del proyecto de desmantelamiento se sigue manteniendo en 2018, por lo que restan dos años. Entonces, el terreno estará restaurado y disponible para otros usos.

La desconexión de la red eléctrica aquel 30 de abril de 2006 abrió una nueva etapa no sólo en la zona sino en la industria nuclear. Era la segunda central  que se cerraba en España y la primera en la que se iba a acometer un desmantelamiento total, pues en Vandellós I el reactor está en estado latente. Su repercusión ha sido internacional. Sólo se han desmontado en el mundo siete reactores como el de la José Cabrera, casi todos en EEUU, pero con una diferencia: en estos los elementos más importantes se han extraído enteros para almacenarlos, mientras que en Zorita se han segmentado.

La importancia de estos trabajos ha hecho que desde que Enresa asumió la titularidad de la planta hayan pasado por Zorita más de 3.000 personas, muchas de ellas profesionales de otros países, para conocer cómo se está desarrollando el proyecto; y que se haya puesto en marcha el proyecto internacional InternalsResearch Project (ZIRP), gracias al cual se están analizando en Suecia ocho piezas de los internos del reactor para estudiar el comportamiento de los materiales sometidos a flujos neutrónicos durante un largo periodo de tiempo.