El Goya llega a Riba de Saelices en el pregón de las Fiestas
Pilar Sancho, galardonada con el Premio Goya por el documental Semillas de Kivu, ha sido la encargada de pronunciar el pregón de las fiestas patronales de Riba de Saelices, su pueblo y la localidad a la que dedicó el premio durante la gala del cine español, que cada año ven millones de personas. “Este premio va para Riba de Saelices, en Guadalajara, un pueblecito de la España vaciada. Llenemos los pueblos porque están llenos de amor”, proclamó Sancho, muy vinculada a la localidad desde pequeña.
Por eso, no es de extrañar que haya sido la elegida para dar el pregón de fiestas de este año, un acto cargado de emoción y recuerdos que congregó a más de 200 personas. Desde el balcón del ayuntamiento, Sancho puso en valor la pertenecía al pueblo como “algo más grande que tú y que te acompaña y define, siempre seremos de La Riba, es parte de nuestra memoria y es nuestro legado”.
Allí, repaso junto a sus vecinos todos esos “lugares comunes” llenos de paz y felicidad que conformaron su adolescencia y niñez. Panaderías, bares y carnicerías, sí, pero todos con los nombres de las personas que dotaban de corazón y alma esos espacios. También las calles, “el pinar del que me hablaba mi padre” y más tarde las verbenas y “los primeros amores y desamores”.
“Cuando me preguntan de dónde eres, yo siempre digo de La Riba”, indicó Sancho, quien siempre supo que “este Goya tenía que venir al pueblo que me ha visto crecer para que lo celebremos todos y todas, porque lo más emocionante en estos meses ha sido ver cómo lo ha vivido todo el pueblo y cómo fue para ellos esa noche, pegados al televisor. Es el momento de agradecer el cariño recibido por aquella niña que todos los años en La Riba soñaba con hacer películas, algún día.”
Su presencia también fue muy agradecida por los miembros la Comisión de Fiestas han mostrado. “Es un orgullo inmenso que Pilar, tras un reconocimiento tan importante, vuelva como un año más al pueblo para compartir este momento con los vecinos. Su éxito trasciende lo personal, es un orgullo colectivo que nos une como pueblo.”
La emoción del pueblo
El pregón también fue un momento perfecto para recordar aquella noche tan especial, la de la Gala de los Goya, en la que todos los que la conocer celebraron y vivieron la victoria de Pilar Sancho como si fuera propia.
Palmira, una de las vecinas más veteranas, no pudo contener las lágrimas al escuchar el discurso: “Me emocioné muchísimo. Cuando dijo que el premio era para Riba, sentí que nos estaba abrazando a todas las mujeres que participamos en el taller sobre cine que hizo el verano pasado en el pueblo. Este Goya es un momento histórico que nunca olvidaré.”
Carmen recuerda cómo al día siguiente no dejaron de hablarle en los pueblos de alrededor de “la de la Riba que ganó un Goya. Todos me preguntaban si la conocía, y yo con mucho orgullo decía que sí. Fue como si hubiéramos ganado todos.”
