El legado de los monasterios cistercienses en Guadalajara

30/10/2018 - 10:42 Redacción

Uno en la Alcarria, otro en la Comarca Molinesa y otro en la Sierra Norte. Esas son las ubicaciones de los tres monasterios cistercienses que aún mantienen elementos en pie en la provincia de Guadalajara.

 

Guadalajara fue territorio de monasterios cistercienses. Durante los siglos XII y XIII, la Orden del Císter se extendió desde Francia por toda Europa, y la provincia no fue una excepción. 

Muchas de estas construcciones no han superado el transcurrir de los siglos y han ido desapareciendo. Pero otros siguen en pie, mostrando al visitante su esplendor medieval, haciéndoles imaginar los tiempos en los que los monjes hacían vida tras sus paredes.

 

Monsalud en Córcoles

Uno de estos monasterios es el de Nuestra Señora de Monsalud, en Córcoles, a 45 minutos de Guadalajara por la N-320 dirección Cuenca. Cuenta con restos góticos, barrocos o neoclásicos, pero los mejor conservados son románicos. 

Entre ellos destaca su extraordinaria sala capitular, de planta rectangular que se divide en seis espacios. Posiblemente el lugar de este edificio que mejor evoca tiempos pasados. También su cabecera, de triple ábside, siendo el central más alto que los laterales. O su cabecera abocinada, con su impresionante rosetón. Además, un sorprendente lavatorio excavado en un muro mantiene ricos relieves mudéjares.

Madre de Dios en Buenafuente del Sistal

En otro extremo de la provincia se encuentra el monasterio de la Madre de Dios, en Buenafuente del Sistal, todavía en activo. Para llegar allí desde la capital hace falta invertir una hora y media, primero por la A2 y después por la CM-2113.

Entre sus vestigios románicos se encuentra su iglesia, propia del sobrio estilo cisterciense. En su interior, destaca un pequeño altar que se cree pudo ser la cabecera de una anterior iglesia primitiva. También una pintura mural de un pantocrátor y las tallas del Cristo de la Salud y la Virgen ‘Francesita’, ambas del siglo XII.

 

Bonaval en Retiendas

A 40 minutos de Guadalajara, por las carreteras CM-101 y CM-1004, está el pueblo de Retiendas. Allí descansa lo que un día fue el monasterio de Santa María de Bonaval, rodeado de un entorno natural propio de la Sierra Norte.

Entre los elementos que se mantienen en pie se puede encontrar una imponente triple ábside, preludio de lo que fueron sus tres naves. También la portada, sobre la que descansa una imponente ventana, con una oquedad a modo de rosetón.