“El momento más duro de estos casi nueve años fue el cuádruple asesinato de Pioz”

10/06/2021 - 10:25 B.T.S.J.

El jefe de la Comandancia de Guadalajara, el coronel Pascual Luis Segura, se despide de su cargo. "Ver lo que había hecho esa persona y ver lo que había ocurrido en esa casa, impacta", señala en exclusiva a Nueva Alcarria

El coronel Pascual Luis Segura se despedía de Guadalajara tras casi nueve años al frente de su Comandancia de la Guardia Civil. Muy agradecido por el cariño que dice haber sentido tanto hacia él como hacia el Instituto Armado, se lleva a su nuevo destino –Vizcaya– decenas de recuerdos, pero sobre todo, la sensación de haber realizado un buen trabajo. Principalmente, durante el gran reto que supuso la pandemia. Para su sucesora en el cargo no tiene consejos, dice que no los necesita. 


Tras casi nueve años al frente de la Comandancia de la Guardia Civil en Guadalajara, ¿se va satisfecho por el trabajo realizado?
Me voy muy contento por el trabajo realizado y muy orgulloso de la gente que he tenido bajo mis órdenes. Ha sido ejemplar y ha trabajado muy bien. Por supuesto, han sabido responder cuando hemos encontrado dificultades y sorpresas propias de nuestro trabajo. Cosas que impactan y que crees que no pueden ocurrir, pero ocurren. Todos esos problemas los hemos solventado bastante bien.


En todo este tiempo han tenido lugar diferentes casos y operaciones en las que ha tenido que trabajar. ¿Cuál le ha dejado huella?
El caso que más huella me ha podido dejar ha sido sin duda el de Pioz, el cuádruple asesinato. Ver lo que había hecho esa persona y ver lo que había ocurrido en esa casa, impacta. Por mucho tiempo que lleves en el cuerpo, nunca te acostumbras a estas cosas. Mira que he visto a lo largo de mi carrera, sobre todo como capitán de Policía Judicial en Alicante, cosas terribles, pero nunca te acostumbras. 


Por no hablar de todo el revuelo mediático que se originó y con el que tuvieron que lidiar también.
La verdad es que fue un momento distinto. Lo que es la investigación fue muy bien y la colaboración con la UCO (Unidad Central Operativa) fue espectacular. A los tres días ya sabíamos quién era el autor y que estaba en Brasil en su momento, así que funcionó muy bien, encajaron las piezas muy rápidamente. Después, ponerse delante de las cámaras con toda España pendiente, fue un momento muy complicado para las personas que no estamos acostumbradas.

 

¿Ha sido difícil encajar las ‘dos velocidades’ de la provincia: el Corredor del Henares con las zonas rurales?
Es muy distinto trabajar en una zona muy urbana, como es la del Corredor del Henares, o trabajar en zonas más despobladas. Las distancias son distintas, las sensaciones, la seguridad subjetiva de las personas no tiene nada que ver. Por ejemplo, roban en Maranchón y se enteran en Checa. Roban en Guadalajara y no se entera nadie. Es una seguridad muy distinta, pero se funciona bien, nos adaptamos perfectamente a trabajar en diferentes ámbitos. Por supuesto, la zona del Corredor es la que tiene el 80 ó 90% de la delincuencia de la provincia, lógicamente.


¿Dónde se sienten más cómodos?
En cualquier parte. La Guardia Civil nació con vocación de estar en todos lados, no sólo para el ámbito rural, sino como Policía Estatal.


En la provincia de Guadalajara, ¿se necesitan más efectivos?
Necesitamos cubrir el catálogo completo, que es lo complicado. Esta es una provincia en la que los agentes rara vez se asientan, es complicado que gente de fuera se estabilice y se quede para siempre en esta zona. Son gente joven y en la zona rural no encuentran muchos de los servicios a los que están acostumbrados. Es complicado, porque se cambia mucho de personal anualmente. 


En las zonas rurales se les tiene mucho cariño, pero siempre se tiene esa sensación de carencia de efectivos.
Todos los pueblos quieren tener un cuartel. Eso ha sido así siempre, por una sensación de seguridad. Pero más cuarteles va a ser imposible que se construyan, así que lo que hay que hacer es lo que te he dicho, intentar cubrir el catálogo lo máximo posible. Porque son las poblaciones, pero también hay varios objetivos estratégicos en la provincia, como la central nuclear y otras cuestiones, que tenemos que cubrir 24 horas al día. 


¿La pandemia ha sido especialmente dura para la Guardia Civil?
Ha sido muy complicada, sobre todo desde el punto de vista organizativo. Desde el primer momento, todos los agentes dieron un paso al frente y pasamos de 1.500 patrullas a 3.000. No hubo nadie en Planas Mayores, todos estuvimos en la calle para poder cubrir con la máxima eficacia lo que se nos estaba demandando por parte del Gobierno. 


En el ámbito rural, hicieron de acompañantes, psicólogos, amigos… Sobre todo de los vecinos más mayores.
Hicimos lo que hacemos siempre. Aunque la gente crea algunas veces que sólo estamos para sancionar o perseguir delitos, sobre todo estamos para ayudar al ciudadano. Estábamos para llevar las ‘tablets’ a los niños para que puedan estudiar, repartir mascarillas a los ayuntamientos, llevar comida a los animales que no les llega, llevar las medicinas a los mayores que no podían salir… Todo lo que se nos demandaba, lo cumplimos. 


También, seguro que a algún compañero le tocó vivir alguna situación dura.
Nos encontramos con situaciones complicadas porque muchos de mis guardias no son de Guadalajara, y estuvieron cuatro meses sin poder ver a sus familias. Y nunca hubo una queja, porque entendían que era su obligación. Y momentos complicados hubo muchos, pero la gente se comportó muy bien. 


¿Fue difícil hacer cumplir las normas?
Fue complicado comprenderlas, porque había tal variedad de normas que la gente no sabía dónde colocarse. En los controles se hacía sobre todo una labor pedagógica, enseñando lo que se podía y lo que no se podía hacer. 


¿Han sentido el cariño de la gente?
Nos sentimos muy queridos por toda la provincia, porque todo el mundo quiere seguridad y saben que donde estemos vamos a dar el mejor servicio y lo mejor de nosotros.
Ahora le toca despedirse de Guadalajara después de tanto tiempo. ¿Cuál es su nuevo destino?
Pues el secretario de Estado ha tenido a bien destinarme como jefe de la Comandancia de la provincia de Vizcaya, que es donde empecé mi carrera profesional en el año 90, como jefe de línea de Guernica. Es algo que hago encantado. 

 

Se va a hacer lo mismo que aquí, pero con un ascenso, pasando de teniente-coronel a coronel.
Bueno, es diferente, porque allí está la Ertzaintza, por lo que no nos ocupamos de la seguridad ciudadana.  Tenemos de esta manera menor contacto con la población.


 Le sustituye en el cargo en Guadalajara la teniente-coronel Cristina Moreno. ¿Qué consejo le ha dado?
Ninguno, no lo necesita. Ella lleva ya muchos años en la Guardia Civil, conoce perfectamente esta provincia y sabrá hacer su trabajo muy bien. Hablamos todos los días ahora, pero consejos no tengo que darle ninguno.


Por último, ¿qué mensaje querría darle a la ciudadanía de Guadalajara en su despedida?
Quiero mandar un mensaje de gratitud por el cariño hacia mi persona, pero sobre todo por cómo tratan a la Guardia Civil, porque la quieren. Que siempre trabajaremos para ser eficaces y dar el mejor servicio. Muchas gracias, de corazón, a toda la población en general.