El nivel 3 de El Corredor y la capital, fundamentales para no repetir la tercera ola

En las últimas semanas hemos venido advirtiendo del aumento de casos en los municipios del Corredor del Henares y, por extensión, en el conjunto de la provincia. La situación, sin embargo, no es tan clara como en la segunda y tercera ola. Los positivos suben una semana y bajan en la siguiente. Aún así, la lectura de incidencias acumuladas a 14 días permitía ver una tendencia ascendente. En las últimas cuatro semanas, la provincia ha pasado de 227 casos por cada 100.000 habitantes a 242, para saltar luego a 304 y finalmente situarse en la semana 13 en 342. 

Como es lógico, el incremento ha sido aún más pronunciado en el Corredor del Henares, donde ha ido subiendo de 221 a 249 para pasar luego a 352 y 426.  Y a nivel local también hemos visto como estos incrementos tenían lugar en Azuqueca (220, 288, 446 y 531), Alovera (350, 342, 365 y 490), Cabanillas del Campo (141, 141, 216 y 300), Villanueva de la Torre (15, 60, 196, 452) y Guadalajara (239, 261, 355 y 405). Incluso Marchamalo, el municipio que mejor ha aguantado hasta la fecha y el único del Corredor que aún no tiene medidas especiales, ha incrementado su IA (91, 91, 169 y 221) 

Viento esta situación, no es de extrañar que Sanidad haya decidido incrementar las restricciones en Alovera, Azuqueca, Cabanillas, Villanueva y Guadalajara. La noticia supone un duro golpe para los sectores más afectados por las restricciones, como el hostelero, pero pueden tener una gran utilidad: evitar que la provincia viva una nueva ola más similar a la tercera que a la segunda. 

Los dos precedentes

Aunque a nivel nacional, e incluso regional, los ritmos hayan sido otros, la segunda ola llegó a la provincia de Guadalajara a mediados de septiembre del año pasado.  El Corredor del Henares alcanzaba su pico de máxima incidencia del 14 al 20 de septiembre, con 679 casos por cada 100.000 habitantes. La provincia, una semana más tarde con 619.  A nivel local, Alovera llegó a tener 467 en esas dos semanas, Azuqueca 545, Cabanillas 507, Marchamalo 664, Villanueva fue la menos afectada con 302 y la ciudad de Guadalajara se llegó a disparar hasta los 824 casos por cada 100.000 habitantes. El pico de hospitalizaciones llegó entre el 12 y el 18 de octubre, con un centenar de ingresados en planta y 15 en la UCI. El número fallecidos semanales oscilaba entre 10 y 15. 

Fue grave, pero nada comparado con la tercera ola. Ya desde el final de la Navidad se pudo comprobar como se estaban disparando los casos. En esta ocasión, el pico de contagios llegó entre el 18 y el 24 de enero, tanto en el Corredor del Henares como en el conjunto de la provincia, con 1.302 y 1.336 casos por cada 100.000 habitantes respectivamente. A nivel local, Alovera alcanzó los 1.353; Azuqueca 1.144, Cabanillas 1.727, Marchamalo 1.419, Guadalajara 1.321 y, una vez más, Villanueva presentó el dato más bajo con 965.

La tercera ola se tradujo, además, en una situación dramática para el Hospital que alcanzó su punto álgido en la semana del 1 al 7 de febrero, alcanzándose las 140 personas ingresadas en planta, 27 en la UCI y hasta 33 fallecidos en 7 días.  

Inclinar la balanza

En estos momentos, la provincia de Guadalajara presenta una situación delicada, pero no desesperada. Los datos de contagios quincenales son ascendentes, pero permiten pensar que un cambio de tendencia es posible más pronto que tarde con el compromiso de todos. Además de los municipios ya citados hay otros, como Fontanar, Yunquera de Henares y Horche, en los que se han tomado medidas.  

Como es lógico, los positivos han crecido esta semana en localidades en las que se acaban de tomar medidas como Alovera, que pasa de 24 a 39; Cabanillas, que crece de 13 a 19; Yunquera, de 6 a 17; y Villanueva, donde se ha producido el crecimiento más grande al pasar de 9 a 21. Sin embargo, hay otras en las que también hay medidas en las que se reducen, como Fontanar, que ha bajado de 10 a 5 y, sobre todo, Guadalajara, donde se redujeron de 197 a 157 (aunque este dato será actualizado al alza la semana que viene). 

El caso de la capital es muy importante. Si en la segunda ola las medidas llegaron con la IA de la capital por encima de 800 y en la tercera también por encima de 800 y con una tendencia que le llevaría a superar los 1.000 una semana después, en esta ocasión llegan con la IA en 405 y en una semana en la que los casos han descencido un 20%. Y el otro gran núcleo de población de la provincia, Azuqueca, también ha reducido contagios en la última semana, pasando de 109 a 79. En cuanto a Pioz, también en nivel 3, ha sumado 8 casos en cada una de las dos últimas semanas (IA de 395).

Mientras tanto, focos que habían generado preocupación, como Horche y El Casar, continúan descendiendo, bajando de de 10 a 6 el primero y de 13 a 4 el segundo. Al margen de estos municipios, llama la atención Yebes, donde han registrado 10 y 7 casos en las últimas semanas (IA de 448). 

Un nuevo repunte de casos

Mientras se espera para confirmar el resultado de las nuevas medidas (hay que recordar que los efectos no empiezan a verse hasta al menos una semana después), la provincia debe prepararse para un nuevo repunte de casos. En la semana 11 se registraron 311 postivios que aumentaron a 485 en la 12 y volvieron a bajar a 441 en la 13 (29 a 4 de abril). En estos momentos, entre el 5 y el 8 de abril se han confirmado ya 450 positivos, por lo que se registrará un nuevo aumento cuyo impacto real no se conocerá hasta el lunes que viene, cuando se publiquen los datos de viernes, sábado y domingo. 

En estos momentos hay 74 hospitalizados en planta, 14 en UCI y , desde principios de marzo, el número semanal de fallecidos oscilando entre 2 y 6, seguramente debido al efecto de las vacunas. .