El Obispado traslada su sede de Sigüenza a la capital para adaptarse al movimiento demográfico
Decenas de alzacuellos eclesiásticos se mezclaban ayer con varios cientos de personas, entre autoridades políticas, militares y otros invitados que asistieron a la inauguración de la que es, a partir de ahora, la nueva sede de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara y la residencia habitual del obispo de la misma, sita junto al convento de las Carmelitas de la capital y a espaldas del barranco-parque del Alamín.
No en vano, el de ayer fue uno de los actos más relevantes en décadas de la Diócesis, que supone, en la práctica, trasladar el epicentro de la actividad religiosa en la provincia de la ciudad de El Doncel a la capital. El obispo de la misma, José Sánchez, lo justificaba aludiendo a la utilidad práctica doble de la decisión: por un lado por la necesidad de ampliación del espacio de los llamados servicios de la curia residencia del obispo, vicarías, administración, cancillería,... y, por el otro, acomodarnos a la realidad demográfica presente.
Sánchez, que trazó un recorrido histórico de la Diócesis en su discurso, refirió que la situación de ahora no es la misma que la de 1955, fecha en la que la Diócesis comenzó su andadura con su actual composición, tras la reestructuración dictada desde la Santa Sede. La población se ha concentrado en el occidente [de la provincia, en la zona del Corredor], con el 75 por ciento de la misma, lo que obliga a acentuar los servicios aquí [en la capital], pero en ningún caso queda eliminada Sigüenza; el obispo ni las deja ni las abandona [en alusión a las dependencias seguntinas], sino que simplemente va a tener más presencia donde existe más demanda. De hecho, Sánchez insistió en la doble cabeza entre ambas poblaciones con la que queda la Diócesis. Es un acercamiento de los servicios diocesanos a las zonas más pobladas.
Presencia del nuncio
Junto al obispo local, y además de otros del mismo rango eclesiástico invitados ayer y procedentes de Alcalá, Albacete, Cuenca o Ciudad Real, la inauguración de las nuevas dependencias estuvo presidida por el nuncio apostólico, Renzo Fratini, que fue quien procedió a la bendición oficial de las instalaciones y al descubrimiento de una placa conmemorativa.
Fratini recordó que todas las instalaciones de la Iglesia no tienen otro objetivo que el de la evangelización, recordando, además, que la nueva Casa del Obispo será un referente para la atención a los ciudadanos. De hecho, José Sánchez recordó que la mayor parte del edificio es para dar servicio al público.
A preguntas de los periodistas, el nuncio calificó de buena la decisión del Gobierno central de José Luis Rodríguez Zapatero de posponer la aprobación de la Ley de Libertad Religiosa hasta después de la visita a España del Papa, Benedicto XVI, del próximo mes de noviembre. De hecho, Fratini aseguró ayer en Guadalajara que las relaciones del Vaticano con el Gobierno español son buenas, más aún después del encuentro que el presidente español mantuvo con el Papa hace solamente unos días en la sede vaticana. Lo mejor es la colaboración, cada uno en su nivel. [...] La Iglesia no interviene directamente en política, pero tampoco es indiferente.
Sede modernista, y de 4 millones
Las nuevas dependencias, de diseño modernista, se asientan en los terrenos de la antigua Casa provincial de la Misericordia, adquiridos en 1956 por la Diócesis y que desde hacía tiempo servían para acoger distintos servicios pastorales, los de la Curia diocesana y los de la Casa Diocesana para la pastoral, entre otras funcionalidades.
El nuevo proyecto, obra del estudio Arnaiz Consultores y construido por la mercantil Guillermo Alguacil, cuanta con 3.200 metros cuadrados edificados distribuidos en dos módulos distintos pero comunicados. En uno de ellos se ubica el sótano, que además de parking hará las veces de almacén, el salón de actos, el archivo, despachos de la Curia, una capilla, sala de reuniones o los despachos del obispo, entre otros espacio.
El otro módulo queda reservado a la residencia del obispo en la parte alta que abandonará la actual en la capital del colegio Diocesano y a otras dos viviendas. El coste final ha sido de 4,1 millones de euros, unos 900.000 más de los previstos a desembolsar inicialmente, ya que, entre otras cosas, finalmente se optó por elevar el edificio una planta más.
Había una necesidad
Sobre el alto coste de la nueva sede del Obispado, José Sánchez reconoció que es posible que se levanten algunas críticas al respecto por el fuerte contexto de crisis económica actual. No obstante, el obispo recordó que el proyecto ya se fraguó y acordó antes de que estallara la crisis, que había una necesidad tanto de espacio como de funcionalidad y que la propia Diócesis contaba con recursos propios para afrontar el proyecto. Entre ellos, el obispo subrayó que los terrenos ya eran de propiedad eclesiástica, que existe un fondo de sustento del clero para sufragar las viviendas y otro de la casa sacerdotal. Además, buena parte del mobiliario ha sido donado de forma gratuita por dos familias, según recordó el obispo.
El próximo viernes, 25 de junio, está prevista una jornada de puertas abiertas para que todos los ciudadanos que lo deseen puedan conocer, in situ, las nuevas dependencias del Obispado.