El PSOE exige al Gobierno regional una solución para los farmacéuticos

26/08/2011 - 12:47 Mónica Tovar Atance

El diputado regional del PSOE, Luis Santiago Tierraseca, ha pedido al Gobierno regional que busque soluciones "por la vía del acuerdo y el diálogo" para poner fin a la situación actual en la que se encuentran los farmacéuticos. El socialista ha vuelto a insistir en que Barreda “pagaba religiosamente” hasta el pasado 20 de mayo y que desde entonces, asegura, la deuda acumulada, la ha generado “íntegramente” el actual equipo de Gobierno. Tierraseca ha adelantado que si continúan así, en el plazo de cinco días, el impago ascenderá a 175 millones de euros en el conjunto de Castilla-La Mancha y si se cumplen, precisa, las declaraciones del consejero, José Ignacio Echaniz, de que no podrán pagar hasta el 1 de enero, este importe podría ascender a 350 millones. En el caso de Guadalajara, según Tierraseca, la deuda supone el 10 por ciento del total, unos 12 millones, y adelanta que en cinco días podría llegar a los 18.
El diputado socialista ha recordado que la provincia dispone de 149 oficinas, de ellas el 50 por ciento están en el ámbito rural, en las que el 90 por ciento de los ingresos dependen de los medicamentos con receta y un alto porcentaje de los usuarios son mayores que tienen subvencionado el 100 por cien de la medicina. “Por tanto, el impago de junio, julio y agosto ha provocado que prácticamente no hayan tenido ingresos y que estén en una situación complicada e insostenible”.
Tierraseca ha criticado además la respuesta de los responsables de la Junta. “Dicen que no hay dinero, pero sí para subir el sueldo de los cargos públicos y de confianza. Dicen que la situación es grave y complicada, pero están de vacaciones. Más que dedicarse a solucionar un problema grave, porque es la primera huelga en la historia de Castilla-La Mancha de los farmacéuticos, y es el primer problema grave con el que se encuentra el Gobierno, la respuesta es que el Gobierno sigue de vacaciones”. A su juicio, esto constituye “un atentado grave contra el sistema público de sanidad” y ha recordado que con la salud “no se juega”.