El ROCK NUNCA MUERE EN AZUQUECA: Miguel Ríos lo puso de manifiesto
Azuqueca siempre ha sido un pueblo de rock, ahora es una ciudad de rock. Y el rock se reencuentra con Miguel Ríos, en el primer concierto del festival Azuqueca Vívela. Granadino de pro, el maestro del rock, blues y country plasmó sobre el tablao su pasión lorquiana, a la vez que stoniana. FOTOS: MONTSE MUÑOZ
El cantante plasmó ayer su huella en la ciudad azudense, cuna de potentes bandas locales de rock and roll, como la pionera, Rugido Letal, Algo Razonable, Maese Patelin, Oblivion, Paradigma, tributo de Obús y Asfalto, o Volvoreta. Algunos de ellos han compartido escenario con grandes leyendas, como Topo, Asfalto o Ñu.
“Me ha dicho que para él es un honor abrir el festival, que ha venido para quedarse; queremos disfrutar de la mejor música de hace 40, 50 o 60 años aquí, en Azuqueca”, remarcaba el alcalde, José Luis Banco, presente entre los asistentes.
El de Miguel Ríos fue uno de los tres espectáculos musicales que se están llevando a cabo durante este fin de semana en el marco de la primera edición del festival ‘Azuqueca, Vívela’, que será completado por Melendi y Lola Índigo, este sábado y mañana domingo, respectivamente.
Más de 2.500 personas se dieron cita en el Complejo Deportivo San Miguel, muchas de ellas llegadas de diversos puntos, gracias a los autobuses que ha puesto el Consistorio, que recogió a gente de Madrid y Guadalajara, haciendo parada en diferentes municipios.
Los viejos rockeros nunca mueren. En vida, hace semana y media, Mick Jagger, a sus 78 años, dio en Madrid uno de los mejores recitales que se recuerdan. Como tampoco muere Rosendo, Ni Iggy Pop, ni Bryan May (Queen), que sobrevivió a los ajetreados 80… David Bowie lo hizo con las botas puestas. Miguel Ríos ahí sigue. Con la misma edad que Jagger. Y después de que hace 12 años decidiera concluir su carrera, regresó al Complejo Deportivo San Miguel, en Azuqueca de Henares, ciudad leyenda del rock, con más fuerza que nunca. Ríos celebró su cumpleaños con los incondicionales seguidores azudenses que se dieron cita.
Personas de todas las edades, aunque en su mayoría superando los 50, y sus hijos, presenciaron el recital acústico, más relajado, adaptado a las capacidades físicas, que no mentales, del protagonista, en una ciudad que ha tenido el honor de recibir a platos más fuertes, que no por ello más rockeros, como Barón Rojo, uno de los reyes del rock duro, Mago de Oz, Ñu, Asfalto, Obús, Topo… Y ahora sus vecinos y visitantes rindieron pleitesía al Rey del Rock español, el mítico Miguel Ríos.
El ‘Rey del Twist’ del año 62, Mike Ríos (así se hacía llamar); autor del disco más conocido y aceptado por públicos de todas las edades, Rock and Ríos; el cartujeño de Granada; el Elvis español; el teórico del rock and roll, el ‘viejo rockero que nunca muere’… El experimentado de la música, con 60 años de rock and roll a sus espaldas. Sí, sí… Estuvo en Azuqueca.
Prometió a Nueva Alcarria “darlo todo” y cumplió su promesa, acompañado por el Black Betty Trío. Ha sido una experiencia "fantástica". “Para mí, que he trabajado para que la gente me quiera, notar el calor que me viene del publico paga con creces los sacrificios que tengo que hacer para mantener la forma”.
Fue un recital de rock and roll y géneros clásicos, como el blues o el country, con actitud y aptitud, sin complejos, plasmadas a través de su pose, a medio camino entre la de Mick Jagger y el drama escénico de Lorca. Ése fue Miguel Ríos, el sueño de los azudenses hecho realidad. Un recital que fue una lección de vida, de cómo una persona de 78 años adapta la edad a su ritmo vital, cambiando la guitarra eléctrica por la acústica, el whisky por el agua. Un evento en el que compromiso, a través de sus canciones, con el pueblo Palestino, o la lucha contra la violencia de género, siguió quedando patente. Una cita en la que conectó con el público que en todo momento escuchaba las lecciones que ha aprendido durante su larga trayectoria.
Todo esto quedó patente en sus palabras y sus canciones, a través de sus grandes éxitos, como Bienvenidos, Los viejos rockeros nunca mueren, Todo a pulmón, El blues del autobús o año 2000, y de otros no tan conocidos, como Cruce de caminos, La luna de Alabama, para que yo me llame Ángel González o No estás sola.
Miguel Ríos y la banda que le acompañaba aderezaron de forma adecuada el pasado y el presente para trasladar un mensaje musical de compromiso, profundidad de sentimientos y diversión. Demostraron que es posible pasar un buen rato, sin la efusividad de sus éxitos pasados, disfrutando de la magnifica noche de Azuqueca.
El festival prosigue. Mañana, 5.500 personas estarán viendo a Melendi, una de las voces españolas con mayor proyección internacional y más valoradas. El domingo cerrará el festival Lola ïndigo, concierto para el que se han vendido 3.500 entradas. “Hemos querido abarcar todas las edades, que en Azuqueca podamos disfrutar de las mejores músicas”, ilustra el primer edil.