El seguntino Santos García gana el premio a la tapa más original en Hondarribia

06/05/2012 - 10:56 Redacción

Los 42 años de historia de la sociedad gastronómica Klink de Hondarribia acogió ayer la celebración del V Concurso Internacional de Pinchos y Tapas medievales que organiza la Red de Ciudades y Villas Medievales. El concurso ha distinguido al “Manjar del Peregrino”, una creación culinaria de Gorka Irisarri, como la mejor tapa medieval del año 2012. Igor Zalakain, responsable de I+d del restaurante Arzak, y Larraitz Gezala, la periodista que ha conducido el evento, así lo anunciaban al filo de las 13:05 de ayer.
El “Corneto con helado de oro verde” de Santos García Verdes, cocinero de la Granja de Alcuneza de Sigüenza, se ha llevado el premio a la tapa más original. El pincho consiste en un hojaldre con incrustaciones de semillas de avena decorado con polvo de oro perfectamente comestible y tan delicioso como anuncia su apariencia. La avena es un homenaje al cereal que ya no tiene tanta raigambre, pero que en la Edad Media fue el combustible de las bestias de carga. El cucurucho adquiere tintes mágicos cuando García Verdes lo pincela de dorado. El interior no es menos jugoso. Tiene tres capas, una mousse de naranja, una brandada de bacalao y en la parte de arriba una bola de helado de aceite de oliva. “Ha sido un orgullo ganar este premio aquí, en el País Vasco, la cuna de la cocina”, afirmaba esta tarde el seguntino que además de presentar su pincho, se convirtió también en embajador de las bondades de su tierra. Fue la alcaldesa de Estella, Begoña Ganuza, quien le hizo entrega del diploma que reconocía al “Corneto” como la tapa más original del concurso 2012. El premio tiene también un reconocimiento económico de 500 euros.
Encabezado una nutrida delegación seguntina estuvo el alcalde de la Ciudad del Doncel, José Manuel Latre. La Red hace que seamos más conocidos en la península y también en el exterior. Para Sigüenza es un honor estar en Hondarribia en una ciudad en la que siempre nos acoge con una exquisita hospitalidad”.
La delicia ganadora es un homenaje a los peregrinos y su paso por la costa de Hondarribia, camino de Santiago. “Teníamos claro que nuestro pincho se tenía que comer con la mano. Elegimos un muslo, en este caso de pularda, que confitamos para darle un sabor soberbio, robusto y antiguo, que hemos envuelto después en gazta zaharra, una crema de queso viejo. Una masa fina especiada rodea la carne, antes de que el conjunto entre en el horno. El toque final se lo da una salsa de mousse de pato y hongos fritos, que le aporta jugosidad al conjunto. En la decoración no falta la concha de la vieira, el símbolo del peregrino”, explicaba esta mañana un emocionado y sorprendido Irisarri que destacaba tanto el nivel de sus competidores como el compañerismo y buen ambiente en el que se ha disputado el concurso.
Aitor Kerejeta, presidente de la Red y alcalde de Hondarribia, le hacía entrega del diploma que le acredita como campeón del concurso en el año 2012, un reconocimiento que tiene además una dotación económica de 1.000 euros. Kerejeta se ha referido a la importancia del concurso en su doble vertiente, la estrictamente gastronómica que promociona a la ciudad y a ganadores y participantes, y la lúdica y de hermanamiento entre las ciudades que integran la Red. “Me gustaría subrayar la convivencia y los lazos que surgen entre los cocineros que han venido a Hondarribia a concursar este fin de semana y de los aficionados que han llegado desde todas las ciudades que competían. Sabemos que los concursos dan comienzo unas relaciones de amistad entre profesionales que luego perduran en el tiempo”, subrayó hoy Kerejeta. En cuanto a la importancia del evento para la Red, su presidente afirmó que “la repercusión del Pincho Medieval nos viene muy bien para proyectar la imagen de nuestra organización en el complicado mundo turístico asociando cultura, historia, gastronomía y arquitectura como elementos para cocinar un producto turístico de primer nivel”.
Además de Igor Zalakain, el jurado estuvo compuesto por Gorka Txapartegi, chef del restaurante Alameda de Hondarribia (una estrella Michelín); Juan José Lapitz, experto gastrónomo y escritor, y Juan Mari Bujanda, cocinero del restaurante Abarka y asesor culinario. Allí mismo los cocineros participantes agasajaron al público asistente con una degustación de pinchos, idénticos a los presentados a concurso, regados con vino txacolí elaborado en Hondarribia por cortesía de la bodega local Hiruzta Upategia. Asimismo la Ruta del Vino de la Rioja Alavesa entregó una maleta con premios surtidos a los dos ganadores, así como también regó la cena de recepción a cocineros y representantes municipales de anoche con caldos blancos y tintos de aquella tierra.
Nada más concluir el concurso, la degustación de las tapas se trasladó a las calles de Hondarribia, adonde todas las tapas que compitieron por ser la mejor en el certamen culinario pueden degustarse en diez bares y locales de la ciudad hoy y mañana.
Además de los dos ganadores han competido Ana Rosa Alfonso Lourdes (Hostal Puerta de la Villa-Almazán-Soria), José Antonio Gallego (Café Bar El Pesca-Consuegra-Toledo), Fernando Alonso Carabel (Croisantería-Bocatería Horno El Molino), Jorge Ruíz (Bar Florida-Estella Lizarra- Navarra), Víctor Abad Fernández (Hospedería de Los Pajares-Laguardia), Elder Antonio Ramiro Pires (Restaurante Mil Homens Marvão- Portugal), Alberto Cayado y Jonathan Pedrosa (Sport Bar La Piscina- Olivenza/Badajoz), manuel antonio Calado Palma (Restaurante Restauraçao-Vila Viçosa-Portugal).