El subdelegado del Gobierno subraya la importancia de la coordinación administrativa para adaptar al territorio el plan de desescalada
El subdelegado del Gobierno en Guadalajara, Ángel Canales, ha destacado la importancia de reforzar la coordinación entre administraciones para adaptar a la realidad del territorio el nuevo escenario que plantea el Plan para la Transición hacia una Nueva Normalidad, aprobado el martes en Consejo de Ministros. Durante la reunión que ha mantenido esta tarde el Centro de Coordinación Operativa Provincial (CECOP), Canales ha señalado la necesidad de trabajar conjuntamente con los representantes provinciales de la administración autonómica y con las entidades locales, además de implicar a organizaciones de voluntarios como Protección Civil, Cruz Roja y otras ONG, “para lograr que las actividades permitidas en cada una de las fases del Plan puedan desarrollarse con normalidad, pero sin poner en riesgo los avances logrados hasta ahora en la contención de la pandemia”.
En este sentido, el subdelegado ha señalado que las medidas de alivio del confinamiento que se implementarán en las próximas semanas y empezarán a notarse ya estos próximos días, “requieren de disciplina social, pero sobre todo de prudencia y responsabilidad individual para mantener las medidas de protección sanitaria y el distanciamiento social”. Por eso, ha insistido en que “la concienciación y la pedagogía va a ser elementos imprescindibles en la desescalada”, y ha pedido a la ciudadanía que siga demostrando la misma responsabilidad que hasta ahora.
El CECOP se ha reunido en la Subdelegación del Gobierno con la participación -presencial o mediante videoconferencia- del subdelegado de Defensa, el delegado la Junta de Comunidades en Guadalajara, el presidente de la Diputación, el alcalde de Guadalajara, representantes de la Subdelegación, responsables de la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Policía Local de Guadalajara y también de Cruz Roja.
Plan para la Transición hacia una Nueva Normalidad
El Consejo de Ministros aprobó este martes el Plan para la Transición hacia una Nueva Normalidad, con el objetivo de programar la salida gradual de la etapa más aguda de la crisis generada por la enfermedad del COVID-19 y poner el país en marcha protegiendo la salud y la vida del conjunto de la ciudadanía.
El plan contempla cuatro fases de desescalada que se aplicarán de manera asimétrica, en función del cumplimiento de cada provincia o isla de ciertos marcadores contemplados en un Panel Integral, y por tanto de manera coordinada y siempre adaptable a los datos de cada momento.
Cada una de las fases del Plan de Transición hacia una Nueva Normalidad tendrá una duración mínima de dos semanas y su normativa precisa será desarrollada mediante órdenes del Ministerio de Sanidad.