Enagas asegura que en el almacén subterráneo de Yela "está todo en orden"
14/10/2013 - 19:29
Las recientes noticias sobre la relación entre los terremotos registrados en el Golfo de Valencia y el almacén subterráneo de gas Castor, propiedad de Escal UGS, han hecho centrar la mirada en el que desde finales de 2012 funciona en la provincia, en la pedanía briocense de Yela. Estos comparten un mismo objetivo: estar a disposición del sistema gasista español y almacenar gas natural de terceros con el fin de contribuir a regular su disponibilidad. En ambos casos son almacenes subterráneos en los que se inyecta el gas cuando hay menor demanda y se extrae cuando aumenta, con el fin de modular la oferta y la demanda, pero su estructura geológica y sus procesos son diferentes. Por ello, desde Enagás, empresa propietaria de la instalación alcarreña, han insistido en que esta está funcionando con normalidad y está todo en orden.
Además, han precisado, que dispone de sistemas de seguimiento y control diarios de su funcionamiento. El almacén de gas de Yela se encuentra en un acuífero profundo de agua salada, a unos 2.300 metros de profundidad, mientras que el de Castor aprovecha el antiguo yacimiento petrolífero de Amposta, situado a unos 1.800 metros bajo el nivel del mar sobre una roca caliza porosa en el subsuelo marino. La instalación briocense lleva funcionando desde 2012, después de años de trabajos previos.
El proyecto comenzó en 1991 cuando se detectó la necesidad de buscar una ubicación para este fin en la zona centro. Se realizaron 104 estudios en Guadalajara, Madrid y Cuenca y en una primera selección se estudiaron al detalle 14, de los que solo el de Yela apareció como viable. Fue entre 1998 y 2004 cuando Enagás desarrolló la investigación en torno a los pozos de Santa Bárbara, tal y como se denomina a esta zona, realizando campañas sísmicas y sondeos. Finalmente, en 2007, el Gobierno entregó a la empresa gasista la concesión de la explotación y el reconocimiento de utilidad pública del almacenamiento.
En la actualidad, el almacén de Yela ya está en funcionamiento y ha finalizado la fase de inyección del gas colchón. En esta tarea, pero en una fase de pruebas previa al inicio de la explotación, ha sido en la que ha originado los movimientos sísmicos en el proyecto Castor. Este gas colchón, junto al denominado útil o de trabajo, componen la capacidad total de almacenamiento. Este queda inmovilizado en el interior durante toda la vida útil del almacén para rellenar los espacios de difícil drenaje del yacimiento, servir como aislamiento entre el gas de trabajo que se puede inyectar y extraer y contribuir al mantenimiento de la presión del yacimiento.
La instalación alcarreña tiene una capacidad de 2.000 millones de metros cúbicos, de los que 950 millones son gas colchón y el resto útil. En el caso de la de Vinarós, 600 millones de metros cúbicos quedan inmovilizados y 1.300 disponibles, hasta un total de 1.900. Además, el de Yela tiene una inyección máxima de 10 millones de metros cúbicos al día y un caudal máximo de producción de 15 millones de metros cúbicos diarios, frente a los ocho y 25 millones, respectivamente, del valenciano. El antiguo almacén de Amposta recibió en junio de 2010 la autorización administrativa y el reconocimiento de la utilidad pública de las instalaciones y servicios necesarios para desarrollarlo con un plazo de 36 meses para su construcción y puesta en marcha.
El de Yela y el de Vinarós son dos de los cinco almacenes subterráneos existentes en el país, incluidos en la estrategia nacional, con los que se pretende aumentar la capacidad de almacenamiento de España. Enagás posee otras dos instalaciones similares, una en Serrablo (Huesca) y otra en Gaviota (Vizcaya). La primera funciona como almacén desde 1989 y la segunda, que previamente ya era un yacimiento de gas, desde 1994, aunque la actual propietaria lo adquirió en 2010. La última es el de las Marismas, de Gas Natural Fenosa, situada en la comunidad andaluza. En la actualidad hay más de 650 almacenamientos en todo el mundo.