España, fuera de los 25 destinos preferidos de la inversión extranjera
01/10/2010 - 09:45
Por: COLPISA
España ha quedado excluida de los 25 destinos más atractivos de inversión extranjera en 2006, según el Índice de Confianza de Inversión Extranjera Directa (FDI Confidence Index) elaborado por ATKearney.
Después de haber llegado a ocupar el puesto número 17 en 2005, España ya no es un buen bocado para los inversores foráneos. China e India encabezan este listado que elabora la multinacional AT Kearney, una de las consultoras más prestigiosas del sector, y en el que también aparecen dentro de los 10 primeros puestos otras economías emergentes como Brasil, Rusia y Emiratos Árabes Unidos. Estados Unidos, por su parte, conserva el tercer lugar, mientras Alemania y Reino Unido también logran mantenerse en ese top ten.
En el caso español, los autores del estudio justifican su descenso en la clasificación (en 2007 cayó al puesto 35, empujado en gran medida por la desconfianza de los propios inversores europeos) en factores que podrían considerarse políticos y de carácter estructural. Entre estos citan la ausencia de un régimen fiscal predecible -demasiados cambios parciales y baile de nuevas propuestas para el futuro, arguyen los expertos-, la falta real de igualdad de condiciones entre empresas nacionales y extranjeras y la aparente intervención estatal en algunos casos, el más sonado el de las opas sobre la eléctrica Endesa.
Desde AT Kearney explican que a los inversores les gustan los mercados predecibles, donde las empresas extranjeras sean tratadas de igual a igual con las del propio país y en las que no haya sorpresas desagradables. Estas, a su vez, han ido acompañadas en España de otros factores coyunturales negativos, como el desinflado de la llamada burbuja inmobiliaria, la elevada tasa de inflación y el bajo nivel de competitividad. Por último, también ha jugado en contra el hecho de que la economía española está ya madura y es una exportadora neta de capital, de manera que los países emergentes y en vías de desarrollo han ido ocupando su lugar en las preferencias internacionales.
A pesar de ello, el autor del estudio ha puntualizado que hay campos en los que España "es un jugador importante" como las energías renovables o la banca. "Ha cambiado algo fundamental en la naturaleza de la economía española, porque ha pasado de ser un país emergente, que importaba inversiones, a ser una economía madura, que las exporta", ha añadido Walker. En 2006, España recibió 20.000 millones de dólares en inversiones y exportó 89.000 millones, según datos de ATKearney.
En el caso español, los autores del estudio justifican su descenso en la clasificación (en 2007 cayó al puesto 35, empujado en gran medida por la desconfianza de los propios inversores europeos) en factores que podrían considerarse políticos y de carácter estructural. Entre estos citan la ausencia de un régimen fiscal predecible -demasiados cambios parciales y baile de nuevas propuestas para el futuro, arguyen los expertos-, la falta real de igualdad de condiciones entre empresas nacionales y extranjeras y la aparente intervención estatal en algunos casos, el más sonado el de las opas sobre la eléctrica Endesa.
Desde AT Kearney explican que a los inversores les gustan los mercados predecibles, donde las empresas extranjeras sean tratadas de igual a igual con las del propio país y en las que no haya sorpresas desagradables. Estas, a su vez, han ido acompañadas en España de otros factores coyunturales negativos, como el desinflado de la llamada burbuja inmobiliaria, la elevada tasa de inflación y el bajo nivel de competitividad. Por último, también ha jugado en contra el hecho de que la economía española está ya madura y es una exportadora neta de capital, de manera que los países emergentes y en vías de desarrollo han ido ocupando su lugar en las preferencias internacionales.
A pesar de ello, el autor del estudio ha puntualizado que hay campos en los que España "es un jugador importante" como las energías renovables o la banca. "Ha cambiado algo fundamental en la naturaleza de la economía española, porque ha pasado de ser un país emergente, que importaba inversiones, a ser una economía madura, que las exporta", ha añadido Walker. En 2006, España recibió 20.000 millones de dólares en inversiones y exportó 89.000 millones, según datos de ATKearney.