Este domingo los termómetros alcanzarán 37ºC en Molina de Aragón
En el Corredor del Henares llegarán a 42 ºC, pero La Alcarria, Sierra y Campiña no se quedarán muy atrás.
Los 44 grados de Córdoba para este domingo no tendrán nada que envidiar a los 42 de Azuqueca de Henares, con una sensación térmica que en ocasiones puede ser superior. A partir de hoy mismo irá entrando por el sur de la península una masa de aire extremadamente cálida que hará que los termómetros vayan subiendo hasta alcanzar temperaturas superiores a 40 grados según se vaya acumulando el calor. Por ejemplo, la secuencia en el Corredor del Henares, evolución que será semejante en proporción a las temperaturas en otras zonas de la provincia, será 30 grados hoy, 34 mañana, 37 el sábado y 42 el domingo. Desde Meteored no descartan que éstas rebasen los 45ºC con la posibilidad -lejana- de que, si confluyen una serie de factores, se pueda llegar a los 50ºC como ha sucedido recientemente en Canadá.
Evolución de las temperaturas en la zona de Guadalajara capital. FUENTE AEMET
Por el momento, en la provincia de Guadalajara, los pronósticos que marca AEMET no son nada halagüeños. En el Corredor del Henares las temperaturas rondarán los 42 grados el domingo , con mínimas que no bajarán de 20ºC de termómetro, situación precida se reproducirá en las dos campiñas y localidades más próximas a la Sierra tendrán no más de tres grados menos. Pero si hay algo que llama la atención son los 38ºC que van a aterrizar en Molina de Aragón, con una temperatura mínima de 15ºC, los 37ºC de la Sierra Norte, en Sigüenza, o los 39 de La Alcarria. Estos registros serán el resultado de una subida progresiva de temperaturas que se producirá a partir de mañana y que desembocarán el domingo en máximas que podrán ser históricas. Sin embargo, fuentes de Meteored aseguran que no se puede hablar de una ola de calor, ya que en este caso será un fenómeno extremo puntual que irá en descenso a partir del lunes. Estamos ante un episodio de temperaturas extremas que podría no superar ciertos umbrales de ola de calor. "Con la definición y criterios de AEMET en la mano no se prevé una ola de calor, posiblemente, por su intensidad y/o extensión temporal", informa el meteorólogo de Meteored, Francisco Martin.
Evolución de las temperaturas en la zona de Molina de Aragón. AEMET
En los últimos días, hemos visto cómo las temperaturas en Canadá y América del Norte han sido superiores a los 45 ºC. España, debido a que la latitud es inferior y que está situada al norte del desierto más cálido y grande del mundo, el Sahara, es propensa a sufrir olas de calor. Algunos de los registros de temperatura más elevadas de Europa se han dado aquí; en julio de 2017 se registró la máxima absoluta en el observatorio cordobés de Montoro, con 47,3 ºC.
Los modelos consideran la posibilidad de la presencia de temperaturas a 850 hPa superiores a 32 ºC, algo que nunca se había presenciado en la península y que podrían establecer un nuevo récord. Por el momento existen muchos posibles escenarios, alguno de ellos extremo.
Según Víctor González, experto de meteorología de Meteored, es difícil que España alcance los 50 ºC, pero no imposible. Hay tres factores que, si coinciden, pueden batir el récord de máximas.
1. Una potente dorsal africana en altura
El factor que más probabilidad tiene de provocar un episodio de calor extremo en la Península Ibérica es la presencia de una masa de aire en niveles medios procedente del Sahara, siempre que sea lo suficientemente estable como para llevar el calor en altura a la superficie. Además, bloquearía las masas de aire procedentes del Atlántico y las vaguadas que discurren por latitudes medias.
2. Máxima irradiación solar y calor en continentes y océano
El período más propenso para alcanzar estas temperaturas son el mes de julio y la primera quincena de agosto debido al calor acumulado justo después del solsticio. Después, la Península pierde potencial para mantener y/o generar su propia masa de aire cálido continental.
3. Las brisas suavizan las temperaturas
A diferencia de otros territorios como el interior de Europa o América del Norte, la península está rodeada de mar y permite que las brisas marinas suavicen las temperaturas. En verano, las brisas aumentan su temperatura cuando superan las cordilleras, como ocurre en la vertiente mediterránea con las corrientes del oeste.
Las temperaturas en la atmósfera libre a 850 hPa (unos 1500 metros de altitud) ayudan a interpretar la presencia de una ola de calor. Los valores cercanos a 30 ºC aseguran máximas por encima de los 45 ºC en aquellas zonas donde se den el resto de condiciones. Estos valores solo se han dado hasta el momento en olas de calor como la de agosto de 2003, julio de 2017 o junio de 2019.