Fallece a los 82 años una persona que luchó por los pequeños logros en los pueblos
Ayer falleció a los 82 años el ex secretario provincial de la entonces Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de la Junta de Comunidades, Fernando Álvarez Moro. Su cargo lo desempeñó en los años 90, con José Bono como presidente regional. Durante su trayectoria ha desempeñado diversas funciones en las consejerías de Bienestar Social, Sanidad y Trabajo.
Estaba muy vinculado a la localidad asturiana de Pola de Siero, a la que llegó cuando tenía tan solo un año, aunque nació en La Coruña en 1942, y a la que iba siempre que podía. Hijo de Eloína Moro, del conocido hotel Antonia, según informa Nueva España, pasó en la villa su infancia, su adolescencia y su primera juventud. A los 18 años se fue a estudiar a Madrid, y a los 23, una vez licenciado en Derecho y Sociología, a trabajar a Guadalajara, donde residía desde entonces. Tenía cuatro hijos y ocho nietos.
Trabajó en el Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario desde 1966 a 1980, y posteriormente ocupó varios cargos en la Junta de la Comunidad de Castilla-la Mancha. "Alguien decía que los más polesos que existían eran él y el ya fallecido Juan Ovín, que seguían con sus vínculos intactos, uno desde Extremadura, y otro, desde Guadalajara", detalla el periódico Nueva España.
"En Madrid, éramos un grupo de asturianos y a mí me llamaban El Polesu", aseguraba Fernando Álvarez. Para él, la Pola era "lo más grande; si siento algo, es no haber nacido allí; como no me pidieron permiso, nací en La Coruña", señalaba a Nueva España con motivo de su elección como pregonero de las fiestas de 2008.
“Era una persona muy recta y cabal”, recuerda el delegado de Agricultura, Santos López Tabernero, que tiene un buen recuerdo de él cuando era concejal en la oposición en el Ayuntamiento de Fuentelencina, localidad de la que ahora es alcalde. Todos los que trabajaron con él destacan que ayudaba a la gente que veía que lo necesitaba. “Se implicaba al cien por cien para solucionar los problemas que le planteaban y que creía que eran de justicia solucionarlos”, alaba López Tabernero.
Muy trabajador y con gran resiliencia era amante del campo y muy aficionado a la caza. Durante años perteneció a la Federación de Caza de Castilla-La Mancha.