Flash: Una carrerita superficial, pero divertida
La llegada de "Flash", la tan esperada película dirigida por Andy Muschietti y protagonizada por Ezra Miller, Michael Keaton, Sasha Calle y Maribel Verdú (ésta en un papel casi anecdótico a pesar de su importancia), estaba rodeada de expectación pero también de polémica. Los cambios en el estudio que la ha producido y la conflictiva vida personal de su protagonista, Ezra Miller, hacían que esta producción corriera el riesgo de sufrir el mismo destino que otras películas víctimas de una mala prensa previa a su estreno, como "El Guerrero número 13" o "Waterworld". Y como ocurriera con aquellas, sería un error juzgar este largometraje más por lo leído en prensa que por lo que se ve en la pantalla. "Flash" logra mantenerse como un producto disfrutable en sí mismo, aunque decepcionante para aquellos que esperaban una obra clave en la construcción del universo de superhéroes de DC.
Para Muschietti, conocido por sus exitosos trabajos en el cine de terror, esta era su primera incursión en el género de superhéroes. Si bien demuestra un buen sentido del ritmo en la narrativa, le falta la fuerza necesaria para construir momentos verdaderamente épicos. La película se desenvuelve como un producto individualmente entretenido, que por momentos incluso recueda a la desprocupación e inocencia que tenían los productos de entretenimiento de los años 80 y 90, pero defraudará a quienes esperaban que representara un punto de inflexión en la construcción del universo DC, mucho más a los fans de Zack Snyder.
La apuesta por el multiverso y los viajes en el tiempo es uno de los aspectos más destacables de "Flash". Esto permite recuperar al carismático Batman de Michael Keaton y presentar a la Super Girl interpretada por Sasha Calle, quienes logran componer personajes realmente atractivos. Lamentablemente, las decisiones artísticas tomadas en los últimos minutos, en las que se potencia un subtexto moralmente discutible, empañan estas valiosas incorporaciones a la historia.
Resulta inevitable cuestionarse hasta qué punto esta película es realmente una obra de autor y cuánto hay en ella del nuevo director de DC Studios, James Gunn. Su estilo se hace presente en algunas escenas, como la ´hilarante´ y políticamente incorrecta secuencia inicial del hospital o las bromas con el Batman de Affleck.
"Flash" se presenta como una película que brindará diversión a aquellos espectadores que no esperen una obra maestra del cine de superhéroes y mucho menos una pieza clave en el universo DC. Debe entenderse como una película independiente, superficial, desligada de futuras producciones y disfrutarse tanto por sí misma como por los numerosos y cinéfilos cameos que ofrece. "Flash" es una apuesta ambiciosa que cumple a medias. A pesar de sus fallos y decisiones discutibles, la película logra entretener y enganchar gracias a la presencia de personajes carismáticos y al dinamismo de su historia. Ofrece suficiente diversión y emoción para aquellos que estén dispuestos a dejarse llevar por ella.