Fuentenovilla celebró San Isidro en las fiestas más concurridas de los últimos años
Fuentenovilla está celebrando sus fiestas patronales en honor a la Virgen del Perpetuo Socorro y a San Isidro Labrador en el mayo más concurrido y participativo que se recuerda en la villa alcarreña en los últimos años.
El pasado fin de semana, fue el del pregón, la alegría peñista y la música. Pero después, los días 12 y 15 de mayo, la alegría se ha transformado en devoción y brillantez, en los días que el pueblo dedica a sus patronos: la Virgen del Perpetuo Socorro y San Isidro Labrador.
No se sabe por qué en los últimos años del siglo XIX comenzaron a ser patronos de Fuentenovilla San Isidro Labrador y Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. En aquellos años, la hermandad del Perpetuo Socorro estaba formada por treinta hermanos, y la de San Isidro, por sesenta. Muy probablemente, la devoción por la Virgen fuera de nueva implantación, a raíz de la donación de algún cuadro o talla de esta imagen. En cambio, la festividad de San Isidro se celebra, al menos, desde 1770 con su fiesta, víspera, misa mayor y procesión, exactamente igual que hoy en día.
Como la devoción por estas imágenes iba en aumento, se decidió unir la fecha de celebración. La fiesta en honor a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro que se celebra el 27 de junio, se pasó en 1900, al día 16 de mayo con el fin de celebrarla al día siguiente de la fiesta de San Isidro.
Con una amplia representación institucional, como es la tónica habitual en las fiestas del año 2024, en la mañana de ayer, el párroco local, Hilario Murillo, oficiaba la misa en honor al Santo labrador.
Al filo de las 19:30 horas, sonaban las campanas de la Iglesia, para anunciar el comienzo de la procesión en honor a San Isidro Labrador. La talla, adornada con multitud de flores desde la ofrenda del pasado sábado, puesto que fueron muchos, más que nunca, los colectivos y vecinos de Fuentenovilla que engalanaron las figuras de los patronos de Fuentenovilla, salía a la Plaza Mayor, mientras la Banda de Música tocaba el himno nacional.
Antes, como es la costumbre, los músicos habían acudido a recoger a la alcaldesa de la villa alcarreña a su casa, acompañándola en un musical paseo hasta la Plaza Mayor. Allí esperaban dos veteranos de la política guadalajareña, como Gabino Cogollo y José Ángel Parra.
Es tradición que, en sus manos, el santo lleve un ramillete de espigas de cereal, recién cortadas del campo alcarreño. Este año eran verdes y fuertes, a diferencia del pasado. Sin embargo, ya vuelve a hacer falta que vuelva a llover con ganas, para que la mies termine de crecer, y luego espigue con el sol.
En una tarde de nubes y claros, la procesión siguió el recorrido habitual de todas las procesiones de Fuentenovilla, empezando por la calle y plaza del Ángel, girando por la del Peligro, para coger Mayor. Eran cerca de las ocho de la tarde cuando la procesión se detenía, al final de la calle Mayor, para que Hilario Murillo bendijese los campos, como durante muchos años hizo el anterior párroco local, Antonio Gaona. En una emotiva bendición, siempre bien recibida por Fuentenovilla, el cura roció de agua bendita el horizonte verde de la campiña alcarreña, y a cuantos permanecían a su lado.
En Fuentenovilla, es costumbre que, durante el recorrido de la procesión, los fieles la paren para que la Banda de Música interprete motetes en honor al patrón de Fuentenovilla.
Y también es costumbre, como sucede en el día de la Virgen del Perpetuo Socorro, que el santo, a hombros de los fieles que así lo soliciten, de vueltas a la Plaza Mayor, bien para hacer una petición o para agradecer las cumplidas. Igualmente, desde hace ya unos años, es la alcaldesa de Fuentenovilla, Montserrat Rivas, quien subasta las andas, para devolver al santo al interior de la Iglesia.
A lo largo del recorrido, la Banda de Música de Fuentenovilla interpretó una selección de marchas procesionales que viene ensayando desde primeros de año, dirigida, como siempre desde su inicio, por Ricardo Piña.
Y, como sucediera el pasado domingo con la Salve, al final de la misma, ya en el interior de la iglesia, la banda tocó el himno de San Isidro, que incluye estrofas tan bonitas como la que dice: “Tu ofrecías tu santo trabajo, cada día, tu santa labor, tras los bueyes y arados de gracia, en los campos de la creación”.
De esta manera, se llegará al tercer y último fin de semana de fiestas, tradicionalmente dedicado a los toros en las calles. Será el viernes, 17 de mayo, cuando se organice el encierro y concurso de recortes infantil. Por la noche, llegará la actuación de la gran orquesta Nexus. El sábado, 18 de mayo, está prevista la suelta de reses por las calles, desde la Plaza de toros, acompañada musicalmente por la charanga Los Divinos. La suelta se repetirá por la tarde, con la suelta de la segunda vaca de la Asociación Taurina de Fuentenovilla. A continuación, habrá exhibición de recortes y suelta de reses. Y para rematar el sábado, baile, con la orquesta La Senda.
Las fiestas terminarán el domingo, 19 de mayo, con una nueva suelta de reses por las calles. La traca final, a las 16 horas del domingo, pondrá fin a las fiestas de la villa alcarreña.