Guadalajara, ante un decisivo punto de inflexión con la nuclear de Trillo
La central más moderna de España es clave para el equilibrio energético nacional y motor económico de la comarca
En pleno debate nacional sobre el cierre progresivo entre 2027 y 2035 de las centrales nucleares según el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), en Guadalajara, y ante el revuelo del cierre en 2027 de la Central de Almaraz (Cáceres), la central de Trillo se erige a orillas del Tajo, siendo uno de los pilares más sólidos del sistema eléctrico español, cuya vigencia de explotación se renovó hasta el 16 de noviembre de 2034.
Su relevancia va más allá de la energía que genera: representa estabilidad, empleo, innovación y compromiso con una transición energética que busca ser sostenible y, al mismo tiempo, segura.
Si España reabre el debate sobre el calendario de cierre, Trillo puede convertirse en la punta de lanza de una política energética más racional y sostenible, capaz de combinar innovación, seguridad y responsabilidad medioambiental.
Comparativa de la renta media bruta por hogar
El municipio de Trillo (Guadalajara) presenta una renta media bruta por hogar de 58.814 €, situándose como el referente económico de la provincia y, en términos relativos, muy por encima de los promedios provincial, regional y nacional. Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) -el 21 de octubre de 2025- la renta de los hogares de Trillo es un 16,6% superior a los de la capital provincial, Guadalajara. Es decir, los hogares de Trillo disponen, de media, de unos 9.700 € anuales más que los de la capital provincial.
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En el contexto provincial, la media de Guadalajara se sitúa en 45.961 €, lo que supone un 21,9 % menos que los hogares de Trillo. Este diferencial evidencia que la estructura económica local de Trillo —fuertemente condicionada por la actividad energética y las rentas asociadas a la central nuclear— genera un efecto de concentración de renta poco habitual en municipios de tamaño similar. En comparación, el conjunto de Castilla-La Mancha (39. 097 €) apenas representa el 66,5 % de la renta de los hogares de Trillo, con una brecha regional del 33,5 %, reflejo de la disparidad territorial dentro de la comunidad autónoma.
Por último, en el marco nacional, la renta media bruta por hogar en España (47.046 €). Esto significa que los hogares trillanos superan en un 20 % la renta media nacional, situándose no sólo como los más acomodados de su entorno provincial y regional, sino también entre los municipios con mayor capacidad económica del país según el Atlas de Distribución de Renta de los Hogares (INE, 2023). Este diferencial sostenido confirma el singular peso económico del municipio dentro del mapa socioeconómico de España.

Según esta misma fuente, el INE, Almaraz, donde se encuentra la central nuclear del mismo nombre, es el municipio con mayor renta media por persona y por hogar de toda Extremadura y también supera la media nacional. En términos de renta por hogar, Almaraz también encabeza el ranking autonómico con 42.354 euros anuales, superando incluso a las dos capitales de provincia extremeñas.
En un momento en que la energía define el futuro de los territorios, mantener encendida Almaraz y Trillo es trabajar por mantener encendido una parte del futuro de estos territorios rurales de España.
Una corriente internacional a favor de su continuidad
En pleno debate en España de si se mantiene o no un calendario de cierre progresivo de las centrales nucleares, la tendencia internacional apunta justo en sentido contrario. Más de 60 reactores están en construcción en 16 países, según la International Energy Agency (IEA) y 25 naciones se han comprometido a triplicar la capacidad nuclear mundial antes de 2050, según datos de la World Nuclear Association. Francia, Suecia o Estados Unidos han extendido la vida útil de sus centrales hasta los 60 y 80 años, tal y como se refleja en el informe de la IEA titulado “Nuclear Power and Secure Energy Transitions”, reforzando su soberanía energética frente a la volatilidad del gas y los combustibles fósiles.
En este contexto, Trillo reúne las condiciones técnicas y de seguridad para quedar pendiente su continuidad más allá de 2035, bajo supervisión del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y según la ministra de Transición y Reto Demográfico del Gobierno de España, Sara Aagesen, con las condiciones de garantías de suministro y de seguridad, y que no implique costes para los consumidores, según se ha publicado en medios.
Una central de referencia técnica y social
Desde su puesta en marcha en 1988, Trillo se ha consolidado como un modelo de eficiencia. Con un reactor de agua a presión de diseño alemán (Siemens-KWU) y una potencia de 1.066 MWe, es la planta más moderna del parque nuclear español, según la CNAT.
Durante 2024, produjo cerca de 7.700 GWh de electricidad, suficiente para abastecer a dos millones de hogares, con un factor de disponibilidad cercano al 90 %, uno de los más altos de Europa, según el informe anual-2024 completo de CNAT Estos resultados confirman su fiabilidad y la robustez de un sistema que cumple con los más estrictos estándares internacionales de seguridad y operación.
Pero el impacto de Trillo no se mide solo en megavatios. Más de 1.300 empleos directos e indirectos dependen de su actividad, generando un efecto tractor sobre decenas de empresas de mantenimiento, transporte y servicios en toda la provincia. Además, la planta contribuye cada año con millones de euros en tributos locales y autonómicos, apoyando infraestructuras y servicios públicos en los municipios del entorno.
Seguridad, continuidad y desarrollo sostenible
La central de Trillo aporta electricidad de base de forma continua, sin depender de las condiciones meteorológicas. En un sistema eléctrico cada vez más dependiente de fuentes intermitentes como la eólica o la solar, su papel es decisivo: aporta energía síncrona, que garantiza la estabilidad del sistema y evita apagones o fluctuaciones de tensión.
Menos nuclear significa más gas y una factura más cara
La energía nuclear es, además, una de las mayores fuentes de electricidad libre de emisiones. Cada año evita en España la emisión de entre 20 y 30 millones de toneladas de CO₂, siendo responsable del 26 % de la electricidad limpia del país, según el Foro de la Industria Nuclear Española. Menos nuclear significa más gas, más contaminación y una factura más cara: según estudios independientes, prescindir de esta fuente elevaría los costes eléctricos hasta un 23 % para los hogares y un 35 % para la industria.
Más apoyo social que nunca
La percepción pública también ha cambiado. Según el último barómetro del Real Instituto Elcano, dos tercios de los españoles apoyan prolongar la vida del parque nuclear, y el respaldo crece especialmente tras los episodios de inestabilidad energética vividos en Europa.
En Guadalajara, las empresas, los trabajadores y las administraciones locales coinciden en la importancia de mantener la central como fuente de empleo cualificado, seguridad y progreso. Durante las recargas anuales, más de 1.000 técnicos adicionales trabajan en la planta, generando una actividad económica que se siente en toda la comarca.