¡GUADALAJARA ESTABA ALLÍ!
Regresa a Guadalajara. Es imparable. Tiene una fuerza imponente, mastodóntica, intangible, fuera de todo razonamiento, con un sentido espiritual y ese "no sé qué qué sé yo...".
Las fiestas vuelven al corazón de ciudad, con el Palacio del Infantado y sus jardines como invitados de honor en un ‘palco’ de lujo desde el que contemplaron, impasibles al paso de los siglos, el regreso de las verbenas de los festejos, los de la Virgen de la Antigua, más espectaculares, a la vez que entrañables, a los que la pandemia intentó partir en dos, amenazando romper con la tradición, cultura y convivencia vecinal de forma indefinida. En un instante, con un arranque imponente de potencia musical y lumínica, a cargo de la Orquesta Mandrágora, todo se olvidó, pero sin apartar de nuestras mentes a todos los afectados por el ‘bicho’ y a sus difuntos.
La Plaza de España rebosaba ayer de alegría. Niños, jóvenes y adultos acudieron a un inolvidable espectáculo que marcó un antes y un después. Un antes para olvidar y un después para recordar. Un punto de inflexión en el que se dejaron atrás las penas, que dieron paso a un espíritu de alegría y hermandad.
Eso pasó en Guadalajara. Y seguirá pasando a lo largo de estas fiestas históricas, hasta que los toros de fuego y los fuegos artificiales pongan el punto y final el domingo, día 18 de septiembre.
Un mega montaje de enormes dimensiones (30 metros de frente, 10 metros de fondo y 13 metros de altura), 90 metros cuadrados de pantallas y 95.000W de sonido, dio soporte a un conjunto conformado por músicos provenientes de las mejores formaciones del país. La Orquesta Mandrágora fue merecedora de una fecha: 9 de septiembre de 2022, en la que las verbenas regresaron a las fiestas mayores de Guadajara.
