Guadalajara registra dos muertes por ahogamiento en lo que va de año
A nivel estatal los casos de ahogamiento están en sus cifras más altas desde 2018
Ante el aumento de muertes por ahogamiento a nivel estatal, la provincia de Guadalajara ha registrado dos casos en lo que va de año: el de un niño el pasado mes de abril en la piscina cubierta de Azuqueca de Henares, durante la realización de unos cursos de natación, y el de un chico de 24 años en Trillo este fin de semana, mientras se bañaba en el Tajo. Además, ayer a las 12.54 horas, se recibió el aviso de la desaparición de un joven en el embalse de Bolarque, en el término de Almonacid de Zorita.
Para las tareas de búsqueda y rescate en medios acuáticos se moviliza al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil.
A nivel regional, tan solo se han dado tres ahogamientos más, todos ellos en la provincia de Toledo. “Uno fue en junio, cuando un joven perseguido por la Guardia Civil se lanzó a un embalse tras perpetrar un robo. Los otros dos casos se han producido en julio: un niño de cuatro años ahogado en una piscina particular y un hombre de 50 años en una piscina municipal”, explica Alfredo Viejo, presidente de la Federación de Salvamento y Socorrismo de Castilla-La Mancha.
Las zonas de baño más peligrosas
A pesar de los buenos datos de la provincia y la región, sobre todo si se compara con otros puntos de la geografía española, los ahogamientos siguen significando una lacra verano tras verano.
"Prácticamente más del 50% de los ahogamientos se producen en zonas no vigiladas por servicios de salvamento y socorrismo”, afirma Alfredo Viejo. Estos espacios pueden ser piscinas particulares, parajes naturales en los que no se dan este tipo de servicios u otros espacios en los que los ahogamientos se han producido fuera de los horarios en los que actúan los servicios de salvamento. “En cuanto a los ahogamientos en las zonas vigiladas, la mitad de los ahogamientos se producen en playas”, matiza.
Además, cabe destacar que en el 75% de los casos las víctimas son varones. Como afirma Alfredo Viejo: “El estereotipo del ahogado es el de un varón de más de 45 años que sufre un problema en el agua. Es el típico caso de ahogamiento”.
Los ahogamientos infantiles
Sin embargo, los casos que más llaman la atención son los ahogamientos infantiles. “En la mayoría de las ocasiones estas tragedias se producen por descuido de los padres. Un niño tiene que estar en constante vigilancia cuando se encuentra en una zona de baño”, comenta el presidente de la Federación de Salvamento y Socorrismo de Castilla-La Mancha.
Además, los ahogamientos infantiles son los llamados “ahogamientos silenciosos” ya que en menos de un minuto se puede producir el accidente y que nadie se de cuenta de ello.
Para prevenir estos casos es necesaria la atención visual, ya que “los niños no se pueden perder de vista”, y la cercanía con ellos para que el tiempo de reacción sea el mínimo, y así poder evitar una terrible desgracia.
La importancia de la formación
Durante estos últimos años se ha dado un mayor protagonismo a la prevención de los ahogamientos. Por ello, algunos centros escolares han comenzado a impartir cursos y charlas sobre salvamento y socorrismo. Estas lecciones, dependiendo de las edades a las que se dirijan, tratan temas diferentes. Entre ellos se encuentran formaciones sobre la realización de maniobras RCP y primeros auxilios o explicaciones sobre cómo llamar a Emergencias para los más pequeños.
“Echamos en falta que ese tipo de lecciones e iniciativas, que en la mayoría de los casos se producen fuera del mundo académico, se engloben en una asignatura escolar para que los chavales tengan unos conocimientos básicos de primeros auxilios”, comenta Alfredo Viejo, ya que, hasta ahora, son iniciativas que no se engloban en el currículum académico.
Además, advierte sobre la importancia de formarse con una buena entidad, que proporcione al futuro socorrista las herramientas y los conocimientos suficientes para desempeñar su labor correctamente: “Estamos observando, no solo en nuestra provincia y nuestra región, sino a nivel nacional que hay empresas piratas que ofrecen formaciones que no son las adecuadas”, explica, pues los parámetros de calidad y cantidad de horas no son suficientes para obtener los conocimientos mínimos sobre salvamento y socorrismo. “Hay muchas empresas que en uno o dos fines de semana forman a los socorristas y les dejan con una gran responsabilidad en una piscina, sin las capacidades mínimas” termina diciendo. Además, la mayoría de la formación de estas empresas fraudulentas se imparte de manera online, lo que tampoco es recomendable.
Prevención y rápida actuación
“Cada año y cada verano hay más preocupación sobre el tema de los ahogamientos. Hay muchas noticias en los medios de comunicación y la gente empieza a ser consciente”, explica Alfredo Viejo. A pesar de ello, sigue siendo crucial una buena prevención, para evitar así no exponerse a una situación de peligro.
En cuanto a la prevención, es preferible bañarse en zonas vigiladas y atender las indicaciones de los servicios de salvamento. “Hemos visto recientemente muchas fotografías de playas con banderas rojas y gente metida en el agua. Esto es una falta de educación y de seguridad”, declara el presidente de la Federación Regional de Salvamento y Socorrismo. Si el baño se produce en una zona sin vigilancia, es necesario conocer el entorno. “Zambullirse en un lugar en el que no se ve el fondo es peligroso. Hay muchos casos de rotura de columna vertebral”. Alfredo Viejo también apela a la responsabilidad y el sentido común de la gente.
Por último, si se presencia una situación de peligro, Alfredo Viejo recomienda avisar al socorrista, si lo hubiera, o llamar al 112. “Además, es muy importante no poner tu vida en peligro. Siempre hay que salvarse primero a uno mismo”, explica. Para ello, se puede ayudar a la persona en riesgo ofreciéndole un palo, con cualquier otro elemento, dándole un empujón… Y, en el caso en el que se intente ayudar a la persona en peligro desde dentro del agua, es fundamental que se haga siempre con un elemento de flotación.