“He sido una guerrera”
La seguntina, María del Prado Lorenzo, ha luchado con una fuerza inusitada, a la par que ayudado al Ayuntamiento de la localidad de Sigüenza, para recuperar los trenes previos a la pandemia.
María del Prado Lorenzo, ha luchado con tesón para recuperar los dos principales trenes de Sigüenza, el que sale por la mañana a las 06.48 y el que regresa de Guadalajara a las 20.50 horas, “ya que no solo era algo que me afectaba personalmente, sino a muchas más personas, tanto de Sigüenza, como de los pueblos que recorre”. Aplaude la recuperación de estos dos servicios principales y para ella es una satisfacción haber contribuido ene primera persona y apoyando las acciones del Ayuntamiento seguntino al logro de una situación injusta que la hacía estar “súper indignada”. De 60 años de edad, trabajadora en la Administración Pública, se siente seguntina y defiende los intereses de su localidad y de la comarca que la rodea porque su problema, entiende, no es único: “Sé de gente que se ha quedado incluso en paro por no haberse podido trasladar a sus lugares de trabajo”.
Antes de que fuera retirado, en marzo de 2020, el servicio lo usaba a diario para ir a la capital guadalajareña, “lo que ha implicado que unas veces tuviera que compartir coche y otras quedarme a dormir en Guadalajara”, una situación que, a su juicio, “no contribuía en absoluto al desarrollo de la zona”. Prado presume de haber sido “una de las guerreras en todos los frentes administrativos; he puesto reclamaciones ante las administraciones que se podían implicar”, recalca, aunque en el ámbito personal asegura que no las tomaron en cuenta. Sin embargo, gracias a vecinas como ella, y el apoyo del Ayuntamiento, con su alcaldesa al frente, María Jesús Merino, destaca, se ha logrado algo que en ocasiones parecía imposible.
“Lo que me resultaba increíble es que todos los pueblos que atravesaba el tren se quedaron sin medio de transporte, en medio de la nada, para acceder a servicios esenciales, como Educación, Sanidad o realizar gestiones administrativas, no han tenido nada”, critica. “Tú fijate –recalca tajante- llegaban a las 12.55 a la capital, lo que no les permite acceder a nada, mientras que el último regresaba a las 16.42”. Otra cosa que la dejaba de “hielo” era que los residentes en el Centro del Refugiados que Accem tiene en la localidad seguntina “se quedaron sin medio de transporte para ir a Guadalajara a completar sus cursos”.
Prado concluye con una anécdota entrañable: “Fíjate si me he implicado siempre en el buen funcionamiento del servicio de trenes, que los vecinos, en vez de llamar a Renfe, me llaman a mí para conocer los horarios”.