Helicópteros transportan postes a Cifuentes para llevar agua a 50 pueblos antes de que se trasvase a Levante

18/02/2023 - 13:00 M.A.M.

Después de 15 años de atrasos, la “obra de Morillejo”, de abastecimiento a los pueblos ribereños, va a finalizar. Se logrará priorizar el abastecimiento de medio centenar de núcleos, con agua del Tajo en cantidad y calidad suficiente, antes de que se derive a Levante, una vez llega a los pantanos de cabecera. 

Ya están adjudicadas las obras que parten de Cifuentes para ejecutar la conexión eléctrica desde la subestación localidad hasta la captación de Morillejo, en pleno río Tajo. El recorrido discurre por la localidad cifontina, Gárgoles, Trillo y Morillejo.

       La obra de divide en dos fases, una que está ejecutando Unión Fenosa, Gárgoles-Morillejo, y otra a cargo de la CHT, a través de Tragsa, que se encarga del tramo de Cifuentes-Gárgoles. “Estamos hablando de meses para acabar la fase de electrificación para poder luego probar el sistema”, ilustra el delegado de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Santos López Tabernero. 

       Una vez acabadas las obras “habrá que ir viendo, ramal por ramal, si hay fallos en la red, aunque lo que ha hecho la dirección de obra está acometido correctamente”. Pero el tiempo ha pasado y hay que comprobar que todo está en orden y no hay deterioro. Sin embargo, prosigue, “la mayoría de las tuberías están soterradas, aunque está claro hay que comprobar el funcionamiento de depósitos, conducciones, impulsiones y válvulas, antes de activarlo”, continúa.

       Se trata de un gigantesco  dispositivo de suministro de cientos de kilómetros de tuberías, consecuencia de una inversión de 75 millones de euros, del Ministerio para la Transición Ecológica, canalizado a través del ente regional, Aguas Castilla-La Mancha, que se complementa con un proyecto, ya en marcha, de arreglo de los sistemas en baja, por importe de 40 millones de euros. 

       Todo se realiza de forma simultánea para revertir una histórica ironía, la de medio centenar de  pueblos que, estando al lado de Entrepeñas y Buendía, dos de los embalses más grandes de la península, tenían unos suministros precarios, mientras que el agua se enviaba de forma abundante al Segura a través del canal del trasvase. Unos, provenientes de pozos, otros de arroyos, que en muchas ocasiones se secan, lo que provoca buscar en precario otras alternativas o captaciones que son inoperativas cuando el nivel de los pantanos baja drásticamente en momentos de sequía.