Hermosa manifestación de fervor de los pequeños cofrades alcarreños junto a Jesús y su borriquilla
En una jornada completamente primaveral, cientos de guadalajareños arroparon la imagen de la entrada de Jesús en Jerusalén por el centro de la ciudad. Una vez más, los niños volvieron a ser los protagonistas de la mañana del Domingo de Ramos en la capital, en una de las manifestaciones de fervor más puras, y con más presencia infantil que otros años.
Ataviados con las túnicas de sus respectivas cofradías, escapularios y guantes, portaban sus palmas bien ornamentadas y marcaban con sus pequeños pasos la marcha de la procesión que ponían las cornetas y tambores la Banda de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Con una puntualidad británica, la imagen de Jesús en su borriquilla, que emula la entrada triunfal en Jerusalén salía de San Ginés a las 11.30 horas y la comitiva empezaba su andadura. El estandarte de la Junta de Cofradías encabezaba la misma. La Hermandad del Cristo del Amor y de la Paz, con sede canónica en San Ginés fue la primera en aparecer, seguida de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima Esperanza Macarena. Le seguían representantes del Cristo Yacente del Santo Sepulcro y Nuestro Padre Jesús Nazareno. Como es habitual una multitud de niños abrieron paso al estandarte de la Cofradía de la Pasión del Señor. Les siguieron los representantes de Nuestra Señora de los Dolores. Cerraban la comitiva la Hermandad e Nuestra Señora de la Soledad.
Numerosas autoridades locales y provinciales participaron en la primera procesión de esta Semana Santa con sus palmas bendecidas, este año por el obispo de la Diócesis, Atilano Rodríguez, que después ofrecería la eucaristía de Domingo de Ramos en la iglesia de San Francisco El Fuerte.
Esta tarde de domingo, a partir de las 18.00 horas, tendrá lugar el traslado del Cristo de la Expiración, desde la capilla del cementerio hasta la iglesia de Santiago Apóstol.