El pueblo alcarreño que ‘ajustició’ a Judas a su manera
Algunos pueblos de La Alcarria son muy petarderos. Cualquier festividad es buena para sacar la pólvora a pasear. Conocidos son los correpiés de Móndéjar, cuando llegan las fiestas del Santísimo Cristo del Calvario. Pero hay otro municipio, que, cuando llega el Domingo de Resurrección, revienta los ‘Judas’ a correpiés.
Ayer ninguno de sus vecinos quiso perderse un doble evento que tiene lugar desde hace años cuando llega el último gran día de Semana Santa. Primero fueron a misa. Dentro de la iglesia parroquial celebraron la procesión del Encuentro, ya que llovía a cántaros. Tras la eucaristía, a la salida del templo, y pese al chaparrón, lograron lo que parecía imposible: la quema de los ‘Judas’, que, previamente, rellenaron con correpiés. Dicen que el ruido aleja el mal. Todos los presentes lo tendrán muy, muy lejos, durante un tiempo. Fue tan ensordecedor que durante cinco minutos no sintieron ni el frío, ni la lluvia.
No fue una ocurrencia, ya que, según remarcó orgulloso el alcalde, Raúl García Moratilla, lo hacen así todos los años, adoptando las medidas de seguridad necesarias para que no haya que lamentar imprevisto alguno. Es ya una tradición más que se suma a la ristra de ritos y celebraciones tradicionales de un pequeño gran pueblo como es Escariche.
Entre los personajes más destacados se encontraban los Simpsons o las Muelas Jones, una parodia de Indiana, que, con el mismo apellido, fue un arqueólogo muy famoso en la gran pantalla gracias a la interpretación que ha venido realizando durante décadas Harrison Ford. La traición de Judas fue ajusticiada, alejando el mal y atrayendo el bien… A base de correpiés.
Los chinos son los maestros; los habitantes de Escariche, buenos discípulos, sin olvidar a sus vecinos de Fuentenovilla, o los mondejanos, que podríamos bautizar como los ‘chinos alcarreños’, entre otros muchos.
Procesión del Silencio
La procesión del Viernes Santo desfiló entre la iglesia y la ermita la solemne Procesión del Silencio. Sus pasos, los de la Virgen de las Angustias, el Cristo del Amor y el Jesús Nazareno, recorrieron las calles de Escariche al compás de la Banda de Fuentenovilla.
En abril antiguamente eran las fiestas mayores, en Honor a la Virgen de las Angustias, recuerda el alcalde, y, aunque se celebran los pertinentes actos religiosos, hace años se trasladó a agosto, que es cuando mayor afluencia de vecinos e hijos del pueblo hay. Es entonces cuando Nuestra Señora vuelve a salir de su ermita: este año, el 24 de agosto.
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