Histórico traslado de la Virgen de la Antigua a hombros hasta su santuario

08/09/2024 - 23:18 M.Pérez

Casi tres horas de una procesión multitudinaria. 

Guadalajara vivía ayer su día grande, entregados a la Virgen de la Antigua. Gente de todos los pueblos de la provincia, la ciudad y algunos de la vecina Madrid se congregó en alguno de los tramos por los que procesionó la patrona de Guadalajara en este 8 de septiembre. 

Poco antes de las ocho de la tarde, comenzaron a repicar las campanas de la concatedral de Santa María en señal de que la Alcaldesa Perpetua de Guadalajara iba a hacer su aparición en el pórtico. A hombros de más de una veintena de cofrades y un paso lento, iluminada por los faroles salía mientras la Banda Provincial de Música interpretaba el Himno Nacional.

Mientras se organizaban los grupos de alcarreños que abrían paso a la comitiva, los devotos de la Virgen de la Antigua tuvieron oportunidad de acercarse a su carroza y besar su manto, ofrecerle sus rogativas y plegarías y pedirle por los suyos. Instantes antes de que la imagen saliera a la plaza de la concatedral, una madre con su hija pequeña enferma se postraba ante ella para pedirla intercesión en su tratamiento. Un momento muy emotivo que se enlazaba con todas aquellas lágrimas de los allí congregados cuando los costaleros levantaron el paso y lo sacaron a la luz del día. La Virgen de la Antigua se presentaba a los guadalajareños inmaculada, sobre una carroza forrada en plata y una hornamentación en tonos neutros, a juego con el vestido de novia que lucía, en color champán y pedrería, donado por una devota, que fue arreglado exclusivamente para la ocasión. El manto, con bordados en hilo de oro, de más de dos metros, caía elegantemente por la carroza y los fieles lo besaban al paso de la comitiva. 

La cara de la Virgen iba enmarcada en un velo de encaje dorado y coronado por la tiara tradicional. 

RAFAEL MARTIN 

Los primeros pasos de la procesión los dieron los representantes de los pueblos con sus ofrendas, y, después, desfilaron dulzaineros y los estandartes de todas las hermandades y cofradías. Mientras se comenzaba el rezo del Rosario, la Banda Provincial del Música marcaba el inicio de la marcha y la imagen de la Virgen comenzaba su camino hacia la antigua carretera de Zaragoza. Una hilera de pies asomaba bajo el paso, con medias blancas que llevaban serigrafiada la bandera de España, caminando a medio paso llevando a su patrona  en una procesión histórica, la primera vez que salía un 8 de septiembre sobre los hombros de costaleros y costaleras. Mucha gente alrededor de ellos para marcar las paradas oportunas y atender las posibles necesidades. También cerca de la imagen estaban quienes portaban los cordones y que acompañaron durante todo el trayecto a la patrona. 

RAFAEL MARTIN 

Especial también fue para el obispo de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, Julián Ruiz Martorell, que presidía, por primera vez, esta procesión, arropado por una docena de sacerdotes. Detrás de ellos iban los representantes de la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, entre los que figuraba la teniente coronel de la Guardia Civil, Cristina Moreno, que también ha sido la pregonera de esta fiestas 2024. 

La representación institucional fue de los más amplia. Abría esta parte del cortejo el presidente del Consejo Consultivo, Javier de Irizar, y las consejeras Sara Simón y Bárbara García Torijano. 

Los diputados nacionales y senadores Alberto Rojo, Araceli Martínez, Monsterrat Rivas y Antonio Román, también ocuparon un lugar destacado. Seguidos por los diputados regionales Nacho Redondo, María Jesús Merino, Paco Núñez e Iziar Asenjo, además de Iván Sánchez. 

El delegado de la Junta en Guadalajara, José Luis Escudero, fue acompañado por varios delegados provinciales y, después, la gran bandera de la Diputación abría paso a la larga comitiva de su institución, encabezada por el presidente José Luis Vega. 

Seguidamente se abría paso la bandera del Ayuntamiento capitalino y todos sus concejales, que cerraba el equipo de Gobierno y, en solitario, la alcaldesa, Ana Guarinos, portando el bastón de mando. Representantes de la Policía Local daba paso la Banda Provincial de Música. Todos ellos completaron todo el recorrido hasta el santuario de la Antigua, donde la Virgen hacía su aparición más de dos horas después, entre los vítores y aplausos de los allí congregados. Tras las ofrendas, hacía entrada en su santuario y era elevada a su camarín mientras el cielo de Guadalajara se teía de colores.