El Santuario de la Virgen de la Antigua lució su esplendor tras dos meses cerrado
Después de dos meses cerrado por trabajos de adecuación, el Santuario Virgen de la Antigua celebró el 141 aniversario de la proclamación de Nuestra Madre de la Antigua como Patrona de Guadalajara. El templo reabrió sus puertas rezando el Santo Rosario y con una posterior eucaristía tras la que tuvo lugar la imposición de medallas para nuevos hermanos.
Las tareas de rehabilitación han consistido, señala el José Antonio Fidalgo Herranz, rector del templo y abad de la Cofradía, en picar todas las zonas que tenían humedades y darlas un producto que hace que la pared las absorba y convierta en vapor. “Luego, a la par que pintar todo el edificio hemos hecho la revisión de tejados, desagües de los tejados y bajantes”, ilustra. “Además hemos pintado toda la iglesia, desde el camarín hasta el último despacho y nos ha dado tiempo para arreglar y renovar la tarima de la capilla de Santa Marta y San Antonio”.
Restan la capilla de la Soledad, la del Cristo y el camarín de la Virgen, “que también tenemos que cambiarlo”. Además, la fachada que da a la Plaza de la Virgen de la Antigua, donde se celebra la ofrenda floral, se ha agujereado por dentro y por fuera, con unos agujeros de casi un metro de profundidad, a una distancia mínima, de tres centímetros uno del otro. “Ahí luego han insertado unas resinas con unos productos químicos, tras analizar el agua y los detritus que tenía la pared donde estaba más afectada”, describe el padre José Antonio.
“Han cogido muestras, las han analizado y llevado al laboratorio; con eso han preparado un producto químico que han insertado a través de esos agujeros en la pared, por dentro y por fuera, un producto que actúa cinco centímetros al mes, con lo cual casi tenemos que esperar un año para volver a retocar, es decir, hacer una actuación con los albañiles, porque esa zona al secar va rompiendo”, concluye.