Hita albergó una reliquia de la Cruz de Cristo
Así se refirió en el Congreso Internacional "La representación del poder de las élites en el Antiguo Régimen" celebrado esta semana en la Universidad Autónoma de Madrid.
La Universidad Autónoma de Madrid ha celebrado esta semana de manera virtual el Congreso Internacional La representación del poder de las élites en el Antiguo Régimen, encuentro académico que ha reunido a numerosos profesores e investigadores de universidades españolas y extranjeras. Este viernes, la villa de Hita tuvo un papel destacado en el Congreso, ya que una investigación mostró que la localidad guadalajareña recibió a finales del siglo XVI un lignum crucis, esto es, un fragmento convalidado por la Iglesia Católica como parte del madero en que fue murió Jesucristo.
La cuestión hiteña fue tratada en la comunicación Derechos familiares sobre llaves de relicarios custodiados en templos castellanos, a cargo del investigador Rafael Maldonado de Guevara y Delgado, secretario de Formación y Cultura de la Asociación Española de Jóvenes Modernistas, entidad organizadora del Congreso la cual cuenta con delegaciones en cerca de una veintena de universidades de cinco países. En este contexto, Maldonado trasladó los datos que refleja un litigio hallado en el archivo de la Real Chancillería de Valladolid.
En dicho pleito consta que en 1580 el padre Cristóbal Rodríguez, de la Compañía de Jesús, envió la reliquia desde Roma a su hermano García Rodríguez, también jesuita, para que fuese custodiada en la Iglesia de San Pedro de Hita, de donde era originario el donante. En septiembre de dicho año, la Vicaría General de Alcalá de Henares concedió la licencia para que el lignum crucis fuese recibido de manera solemne en Hita y se establecieron tres llaves de custodia repartidas entre el cura de San Pedro, el regimiento de la villa y Gaspar Pérez Coronel, párroco de San Miguel de Hita.
La tercera llave entregada al clérigo Gaspar Pérez, descendiente del último rabino mayor de Castilla Hernán Pérez Coronel, quedó adscrita a un patronato de sucesión familiar instituido por dicho cura en 1590. Gaspar Pérez estipuló varias obligaciones para los futuros poseedores de la llave del lignum cricus, entre ellas ofrendas religiosas y “que sea obligado a residir en esta dicha villa de Hita perpetuamente”. Además, dotó el vínculo con una huerta y dos tierras cercanas a la localidad.
Los dos linajes de la hidalguía local llamadas a la posesión de la tercera llave, los Trillo y los Almazán-Avendaño, pleitearon entre ellos durante dos generaciones entre los años 1617 y 1627, en una causa que empezó ante la justicia local de Hita y llegó hasta la Real Chancillería de Valladolid, por entonces tribunal superior para la mitad norte de la Corona de Castilla. Finalmente, tras cuatro sentencias se concedió la llave a los Almazán, pero se reservó el derecho de los Trillo a poseerla en el caso de que volviesen a residir en Hita, ya que desde años antes la cabeza de la casa moraba en Guadalajara.
Esta investigación se enmarca asimismo en la labor de análisis de la Historia de España desde el prisma jurídico que impulsa la Asociación Derecho de la Cultura, entidad presidida por Maldonado de Guevara.