Illana obra el milagro en La Solana

Comenzó el partido parejo, con el Villarrobledo tratando de dominar la posesión. Pronto se torcieron las cosas para los gallardos cuando Acevedo aprovechaba la primera ocasión del encuentro para poner el 0-1. El atacante rojillo recogió un balón en la frontal del área y, con el interior de su pie izquierdo, colocaba el esférico lejos del alcance de Álex. El tanto cambiaba por completo los planes del Marchamalo, que tardó en reaccionar. Así, los pupilos de Manolo Martínez pudieron incrementar su renta si Acevedo llega a controlar un pase al hueco del propio Piojo.

Poco a poco, los gallardos estirarían sus líneas con varios centros desde la derecha que Gorka no pudo cabecear con éxito. Sin embargo, las mejores opciones seguían siendo para los visitantes. Pasada la media hora, Acevedo tuvo un mano a mano para establecer el 0-2, pero se topó con el poste. Más tarde, Berni rozaba el gol de la jornada con un disparo a la media vuelta desde el centro del campo que casi sorprende a Álex. Justo al borde del descanso, la situación se complicaba aún más para los locales, cuando Aldo veía la doble amarilla por un golpe sobre Juanma Montero.

Todo en contra
Con todo en contra, el Marchamalo cambió por completo la contienda. Los guadalajareños salieron de los vestuarios a por el partido y, fruto de ello, lograron igualarlo gracias a un cabezazo de Chequi a centro de Dani. El mediocentro gallardo entró solo desde segunda línea y dejaba estupefacto a un Villarrobledo al que le costó recuperarse. Los albaceteños fueron recuperando lentamente el pulso del encuentro embotellando a los campiñeros en torno a su área. Sin embargo, las ocasiones no llegaban. No hizo falta. Bastó con un bellísimo disparo de Perona para batir a Álex por el palo largo. 
    La genialidad del central no apaciguó los ánimos locales, que mantuvieron su empuje hasta el final. Gorka rozó el empate con una chilena que salvó Javi López con una mano milagrosa. Fue la antesala de lo que vendría. En el córner posterior, Chino puso un balón al área que Illana remató de volea al fondo de la red. Como en Azuqueca, el capitán gallardo se disfrazó de héroe para salvar a su equipo. Un punto que hizo justicia a la fe incansable de los locales, que no dejaron de creer hasta el final.