Javi Parra decide a falta de cuatro segundos en la gran fiesta de Hombrados
El marcador del David Santamaría reflejaba un 27-27. Faltaban solo cuatro segundos para el final de partido y los árbitros señalan siete metros a favor del cuadro morado. El Quabit disponía de la última ocasión del encuentro, era la decisiva, el lanzamiento definitivo. El capitán, Javi Parra, cogió el balón, se plantó delante de Sergey Hernández. Le miró a la cara. Amagó una, dos veces y lanzó. El balón salió de su mano y parecía tardar una eternidad en llegar a su objetivo, pero logró finalmente perforar la puerta y transformarse en el 28-27, dejando los dos puntos en el feudo alcarreño. Esta vez la balanza se inclinó del lado de los de César Montes, sumando en un partido tremendamente igualado y que vivió en los prolegómenos los homenajease al gran Jota Hombrados por sus 700 partidos en Asobal.
Tardaron los dos equipos en entrar en juego, sobre todo en el aspecto ofensivo, donde se sucedían las imprecisiones. De hecho, durante el primer parcial solo subió un gol de cada equipo al marcador. El Quabit comprobó que la mejor forma de romper la defensa visitante era corriendo y así, con la velocidad de Nacho Moya y de Alberto Sanz tomó dos tantos de ventaja (5-3), una renta que aumentaría hasta los tres goles aprovechando los dos minutos de exclusión de Kusan, de esa superioridad sacó provecho sobre todo el polaco Pawel Niewrzawa, con dos goles consecutivos (8-5).
Pero el Logroño no bajó los brazos, cerró mejor su defensa y llegó a empatar el partido (10-10) a los 21 minutos. En el cuadro morado todos aportaban (Mellado, Sanz, Gallardo, Celada, en defensa…), pero la exclusión del canterano sirvió para que de nuevo el Logroño empatase (13-13) ya en la recta final del primer acto. Y cuando mejor lo tenía el cuadro de Guadalajara, con la segunda exclusión de Tomic, fue el Logroño el que no solo recortó diferencias, sino que cerró la primera parte con su mayor ventaja (13-15).
El Guadalajara inició la segunda mitad con un atasco monumental en ataque, topándose, además, con los mejores momentos del portero Sergey Hernández. Así, el Logroño firmaba un inquietante 15-18. No obstante, un parcial de 3-0, propiciado por tres paradas consecutivas de Hombrados provocó otro empate. Aún quedaba más de la mitad del segundo acto y estaba claro que la igualdad y la emoción iba a presidir la recta final.
Y así fue. Los goles se sucedían en las dos porterías y el homenajeado Hombrados dejó su puesto en ese tramo final a Eceolaza. Ilic volvió a poner el empate en el electrónico en el último minuto (27-27). En esos 60 segundos dio tiempo para que Garciandía cometiera el penalti, esa acción que tuvo como gran protagonista a un Javi Parra con nervios de acero. La fiesta fue total.
QUABIT GUADALAJARA: Hombrados (po), Eceolaza (ps); Chema Celada (0), Pawel (3), Nacho Moya (3, 1p.), Parra (3, 2p.), Paredes (0) y Javi García (6) -siete inicial-; Fuentes (1), Alberto Sanz (3), Gallardo (2), Serradilla (3), Víctor Vigo (3) y Mellado (1).
BM LOGROÑO LA RIOJA: Sergey Hernández (po), Ilic (6, 1p.), Kusan (1), Fekete (1), Garciandia (8), Del Arco (3) y Eduardo Cadarso (1) -siete inicial-; Sánchez Migallón (0), Balenciaga (-), Scott (1), Moreira (2) y Kukic (4).
ÁRBITROS: Jesús Álvarez Menéndez y José Carlos Friera Cavada. Excluyeron dos minutos a Chema Celada (2), por el Quabit Guadalajara, y a Kusan (2), Fekete, Moreira y Garciandía, por el BM Logroño La Rioja.
PARCIALES
1-1, 4-3, 8-5, 10-9, 13-12, 13-15.
14-17, 18-19, 21-21, 23-23, 25-25, 28-27.
INCIDENCIAS
Encuentro de la 13ª jornada de la Liga Asobal, disputado en el polideportivo David Santamaría, ante unos 900 espectadores.