La aportación económica de un donante anónimo permite al Quabit renovar a Javi García

Esta renovación ha sido posible gracias un donante anónimo, que ha querido aportar una cantidad económica al club con el objetivo de mantener los valores del balonmano y mejorar deportivamente al equipo. El presidente del club, Alejandro Ortiz, ha anunciado emocionado este mecenazgo que no exige contraprestación alguna y que, además de anónimo, es altruista: “El mecenas ha decidido aportar esta suma al BM Guadalajara porque considera que reunimos los valores del deporte, unos valores que se están perdiendo. Estamos muy agradecidos tanto por la parte económica como por lo que esta donación implica emocionalmente”.

El vicepresidente del club, Alberto Quemada, ha resaltado que esta inyección económica facilitará la renovación de algunos jugadores, que han sido tentados por equipos de mayor envergadura dado el altísimo nivel mostrado durante la primera vuelta: “Gracias a este mecenazgo podemos anunciar la permanencia de Javi García, un jugador que podría aspirar a cotas más altas, pero que ha decidido seguir creciendo en Guadalajara”.

Por su parte, Javier García ha agradecido al club, al mecenas y a la afición la confianza depositada en él a través de la renovación y ha prometido seguir mejorando en Guadalajara: “mi objetivo es continuar evolucionando y crecer como jugador en esta ciudad. El club lo está haciendo bien y el equipo ha crecido mucho en este último año. Estoy muy cómodo en Guadalajara”.

Esta es la carta que ha hecho pública el donante anónimo:

“En primer lugar, me gustaría agradecer a la Junta Directiva la oportunidad que me brinda de dar lectura a este escrito que expresa y recoge todos los motivos que me han llevado a querer participar en el proyecto del Balonmano Guadalajara. A continuación, según marca el protocolo, debería presentarme y decir quien soy, a qué me dedico y demás, pero prefiero seguir en el anonimato, ya que se trata de una donación totalmente altruista sin ningún tipo de retorno ni beneficio económico para mí.
 

Lo verdaderamente importante es el por qué estoy aquí: yo jugué al balonmano hasta los 20 años. Luego, por diferentes circunstancias de la vida lo tuve que dejar, llegando incluso a olvidarme de él, hasta el punto de ni siquiera seguirlo. Un buen día, hace ya unos meses, conocí por casualidad a una persona que colabora con el club de forma desinteresada, solo por amor a este deporte. Me contó todas sus vivencias y experiencias en el mundo del balonmano, y fue entonces cuando algo en mi interior se removió, haciéndome recordar no solo los buenos momentos que vive y disfruta, sino también todos los valores que me enseñó, como por ejemplo: trabajo, esfuerzo, dedicación, disciplina, respeto y un largo etcétera. Además, en esos momentos, yo estaba atravesando una durísima situación personal, y sin saber aún por qué extraña razón, esa mirada hacia el pasado, me ha servido de acicate para seguir luchando y no tirar la toalla.
 

También me ha hecho darme cuenta de que todos los valores que yo aprendí, desgraciadamente se están perdiendo en la mayoría de los deportes, ya que cada vez más se trata más de negocios que de práctica deportiva. De hecho, a tal punto llega la situación, que a nuestros niños y jóvenes les inculcamos que deben ser los mejores con el objeto de ganar mucho dinero, en lugar de preocuparnos de forjar su mente y personalidad, para que puedan ser los mejores en la vida. Por ello son necesarias entidades y asociaciones que enseñen esos principios y fundamentos a las nuevas generaciones, y a mi modo de ver el Balonmano Guadalajara cumple con creces dicha misión.
 

Es por todo ello que he decidido aportar mi granito de arena, para ayudar a dar continuidad al proyecto. Para finalizar, decir que ya vuelvo a seguir y amar este gran deporte, os doy las gracias por ello.
 

Por último, quiero despedirme con dos frases míticas de este deporte: ¡Vamos Guada! y el grito de arenga antes de los partidos ¡Guada, bien!.”