La ciudad de Sigüenza

26/08/2019 - 12:10 Pedro Villaverde Embid

 Hay que mirar al futuro, permitir que los seguntinos que quieran trabajar y residir todo el año en su ciudad, tengan los servicios y posibilidades para hacerlo.

No hay sitio donde dejar el coche, resulta casi imposible sentarse en las terrazas de los bares, casi no se puede andar por los supermercados… Es agosto y en Sigüenza no cabe un alfiler. La piscina municipal es una gozada, casi como el Oasis del Colegio de la Sagrada Familia, el tiempo acompaña y además es fiesta con grandes conciertos, programación taurina, vermús amenizados por las charangas de las peñas y solemnes funciones religiosas. Nos encanta pasar unos días de verano en una ciudad que es bella a cada paso, con edificios impresionantes, travesañas y arcos por los que perderse, un Parador de Turismo acogedor y una catedral majestuosa, de cuya actual gestión de visitas turísticas preferimos no opinar. En Sigüenza, simplemente, se está bien, se descansa, se duerme, se come a las mil maravillas, se ve gente ilustre e ilustrada y hay una alcaldesa joven, encantadora, llena de ilusión y valía que además es doctora en Periodismo, compañera de toda la vida, que seguro, con la complicidad de las demás administraciones dejará realidades para las futuras generaciones. Una de ellas será la necesaria remodelación del parque de la Alameda, al menos en su paseo central, aunque este año cierto es que hay menos polvo. Hay 300.000 euros ya contemplados por el anterior presidente de la Diputación con este fin y esperemos se haga algo más teniendo en cuenta que también la actual alcaldesa llevaba en su programa esta reforma. Pero los retos deben ir más allá, la ciudad turística por excelencia en fines de semana y épocas de vacaciones tiene que serlo todos los días, no puede haber tantos históricos locales comerciales vacíos desde hace años, ni faltar un centro de día para mayores o una máquina para radiografías, ni tener un polígono industrial medio vacío, ni mucho menos caer en la autocomplacencia por las muchas lindezas mencionadas. Hay que mirar al futuro, permitir que los seguntinos que quieran trabajar y residir todo el año en su ciudad, nunca llamaremos pueblo a Sigüenza, tengan los servicios y posibilidades para hacerlo. Desconocemos cómo afrontar la realidad de la despoblación, el Manifiesto de Sigüenza aporta un decálogo de ideas y doctores tiene la política, entre ellos la citada primera edil, María Jesús, presidenta de la Comisión de Despoblación con la que el Gobierno regional quiere revertir esta realidad. Sumemos esfuerzos para relanzar el lugar al que tanto queremos.