La conexión Alcorlo-ETAP

07/07/2017 - 11:36 Redacción

Es una buena noticia el disponer de 4,2 hectómetros de agua más, procedentes de Alcorlo, que se suman a los 40,9 anuales que tiene concedidos la mancomunidad desde Beleña.

Después de años de estancamiento este miércoles se ha materializado la firma  del  convenio que da  vía libre a la conexión entre el embalse de Alcorlo y la ETAP de Mohernando. El desbloqueo de la situación lo conocíamos ya desde la asamblea de mayo pero faltaba el acto protocolario, la firma, el compromiso por  escrito del Gobierno regional y la Mancomunidad de Aguas del Sorbe, que beneficia a unas 400.000 personas de 44 municipios diferentes que ven reforzada la garantía del suministro de agua y que da  seguridad a las empresas existentes o que pudiesen  llegar nuevas. Hasta ahora no ha hecho falta nunca, pero en la actualidad, en situación de prealerta, con evidentes síntomas de un cambio climático que significarán más periodos de sequía en un futuro, es una buena noticia el disponer de 4,2 hectómetros de agua más, procedentes de Alcorlo, que se suman a los 40,9 anuales que tiene concedidos la mancomunidad desde Beleña. Se puede argumentar que son pocos, pero es una base sobre la que  se podría negociar en caso de necesidad.  El precio a pagar por la infraestructura es también menor  al que se contemplaba en el convenio de 2013, aquel que no sirvió para nada. La Tercera Conducción, por desgracia, es tema estatal y está paralizada, pero al menos este acuerdo resuelve un problema en un tema vital como es el agua. Queda el resquemor de no contar con el consenso político que debería primar por encima de cualquier opinión siendo también este acto motivo de reproches. El agua es incolora, no solo como una de sus propiedades, sino también debiera serlo en sentido metafórico. Un poso de tristeza en este día histórico nos embargó, además, por la ausencia de la consejera que tanto trabajó en esta materia, Elena de la Cruz. Para ella nuestro recuerdo. Por otra parte, sin embargo, debemos lamentar una vez más el estado de los pantanos. No hay ya una España rica en agua a la que sobre para dar a la seca. Es hora de utilizar las desaladoras y de poner fin al trasvase. La esperanza queda puesta en esa reunión el 24 de julio entre la consejera y la ministra. El sentido común debe imperar y acabar la  llamada guerra del agua porque  ni  los pueblos ribereños tienen  garantizado que al abrir el grifo salga el líquido elemento.