La Fiesta de Santa Brígida de Pozo de Guadalajara aspira a ser de Interés Turístico Provincial
La Diputación de Guadalajara cursará la candidatura que registre el Ayuntamiento, y trabajará por la promoción de las tradiciones de la provincia.
Como cada primero de febrero, Pozo de Guadalajara ha celebrado su fiesta en honor a su patrona, Santa Brígida. Una celebración que desde este 2020 aspira a ser declarada de Interés Turístico Provincial.
El presidente de la Diputación de Guadalajara, Jose Luis Vega Pérez, ha atendido este sábado la petición del alcalde de la localidad, Teodoro Baldominos, durante su participación en los actos religiosos y posterior procesión de Santa Brígida por las calles del pueblo.
De este momento, el servicio de Turismo dirigido por el vicepresidente, Rubén García, va a trabajar en dar forma a esta candidatura para culminar en los fines deseados.
“En las próximas semanas vamos a registrar en la Diputación de Guadalajara, la memoria y documentación que es necesaria para que se valore la declaración por parte de la Institución Provincial. Será un paso importante para dar a conocer nuestras tradiciones de cara al exterior y trabajar por atraer visitantes en próximos años”, ha declarado el alcalde, Teodoro Baldominos.
Por su parte, el presidente de la Diputación, ha felicitado a los vecinos de Pozo de Guadalajara por la festividad de su patrona, y ha agradecido al pueblo “el esfuerzo por mantener a lo largo de los siglos esta tradición, y ahora querer seguir trabajando por darla a conocer en la provincia”.
La Fiesta de Santa Brígida
Los atributos de esta fiesta radican en la histórica devoción a esta Santa de origen irlandés, que procesa un gran culto en Pozo de Guadalajara, desde tiempos medievales.
Tiene sus orígenes en el reparto de unas
tortas de harina, llamadas caridades, con un trozo de queso a los más necesitados. Para sufragar esos gastos, se subastaban toda clase de objetos y alimentos por parte de los vecinos: besugos, corderos, conejos etc.
Hoy, esta tradición ha llegado hasta nuestros días, con el reparto a primera hora de la mañana de esas caridades que denominan localmente “mandas”, que reparten los Mayordomos -que se nombran cada año el primero de enero-.
Después de dice misa en honor a Santa Brígida, y se la procesiona por el pueblo, para terminar a las puertas del templo y subastar sus palos para entrarla de nuevo.
Para la tarde, se realiza el primero de los ramos, con la subasta de productos y su simbólico pago en celemines de trigo. Al día siguiente, se celebra el último ramo, y se sortea la Torta de Santa Brígida y un viaje.