La generación mensual de residuos en la provincia aumentó hasta un 7% este verano
En los primeros meses del estado de alarma hubo una disminución en la cantidad total, mientras que a partir de mayo volvió a aumentar, aunque de forma desigual entre estaciones de transferencia rurales y urbanas.
La pandemia por el Covid-19 y las distintas etapas de estado de alarma y desescalada han tenido incidencia en la generación y gestión de residuos en la provincia de Guadalajara. Así se desprende de un estudio realizado por el Consorcio Provincial de Residuos, en el que se han comparado los datos acumulados entre enero y agosto de 2020 con el mismo periodo de años anteriores, en el que se refleja que, a partir de mayo y durante los meses estivales, la cantidad de residuos totales creció entre un 4% y un 7% mensual. Las variaciones en las cantidades parciales son más acusadas dependiendo de las distintas estaciones de transferencia de la provincia que se consideren.
Desde la Gerencia del Consorcio de Residuos se apunta como posible explicación que mucha gente eligió pasar las vacaciones en los pueblos, frente a alternativas más comunes en veranos anteriores. No obstante, se considera que la evolución durante los próximos meses determinará si las variaciones han sido puntuales y debidas a la pandemia o un cambio de tendencia que se mantendrá en el tiempo.
El estudio comparativo refleja también un diferente comportamiento en las distintas etapas de confinamiento y desescalada del estado de alarma, así como en la fase de nueva normalidad: durante los meses de marzo y abril, la cantidad total de residuos disminuyó hasta un 3,7% respecto a la media de los últimos años, mientras que a partir de mayo volvió a crecer entre el 4% y el 7%. En total, el aumento acumulado en la generación de residuos entre enero y agosto de 2020 fue del 2,14% respecto al mismo periodo del año anterior.
Evolución diferenciada entre áreas rurales y urbanas
Los datos generales muestran una evolución desigual si se analizan por estaciones de transferencia: en las áreas más rurales y de población más dispersa, la disminución en la generación de residuos durante los meses iniciales de la pandemia fue muy acusada, mientras que en las áreas más urbanas se mantuvo estable e incluso aumentó en algunos casos. Sin embargo, el aumento experimentado a partir del mes de mayo fue mayor en algunas de las estaciones de transferencia de las zonas rurales.
Así, en los primeros meses de la pandemia, cuando el confinamiento no permitía el desplazamiento a áreas rurales, en la estación de transferencia de Molina de Aragón se produjo una disminución del 36% en la generación de residuos durante el mes de abril respecto a 2019. En los meses de verano no hubo recuperación en esta área y las cantidades generadas continúan por debajo de la media, con un acumulado en el periodo enero-agosto de 2020 que presenta una disminución del 10,5% respecto a la misma serie de años anteriores.
En la estación de transferencia de Sigüenza, los residuos generados se redujeron este año un 30% respecto a 2019 durante el mes de abril. Por el contrario, en el mes de julio, la cantidad de residuos aumentó un 13% respecto a la media de años anteriores. Finalmente, en el acumulado del periodo comprendido entre enero y agosto de 2020 presenta una reducción del 2,36% respecto a los años anteriores.
En la estación de transferencia de Cifuentes, la disminución de residuos fue del 18% en el mes de abril respecto a 2019 y no hubo recuperación en los meses estivales. Las cantidades generadas en el periodo enero-agosto se mantiene en un -18% respecto a la misma serie de años anteriores, siendo la reducción más acusada de todas las áreas de la provincia. El estudio señala que esta tendencia de disminución también se observó en 2018 y 2019, sin que hubiera afección por la pandemia, por lo que se puede haber acumulado con otras causas.
En las áreas rurales asociadas al Centro de Tratamiento de Residuos de Torija y las estaciones de transferencia de Yebra y de Humanes, formadas por municipios de mayor tamaño que las anteriores, hubo una disminución durante los mprimeros meses de pandemia, con máximos mensuales del -7% en Humanes en abril y del -17% en Yebra durante el mes de mayo respecto de la media de años anteriores, mientras que apenas hubo variaciones en el CTRU de Torija.
A partir del periodo estival, en todas estas áreas aumentó la generación de residuos, en algunos casos por encima del 23% mensual, como ocurrió en la zona de Humanes. En el periodo acumulado entre enero y agosto de 2020, se aprecia un aumento de residuos del 3,68% en el área de Torija y de un 6,10% en Humanes, y una disminución del -4,48% en Yebra, respecto a la misma serie de años anteriores.
Aumento en la estación de transferencia de El Casar y estabilidad en Guadalajara y Vega del Henares.
La estación de transferencia de El Casar presenta un aumento de residuos generados durante todo el periodo. En este área, donde se localizan numerosas urbanizaciones, el aumento de residuos llegó al 16% en abril, en pleno confinamiento por la pandemia, y se ha mantenido por encima del 10% durante todos los meses. En el acumulado del periodo enero-agosto de 2020, la generación de residuos ha aumentado un 12,14% respecto a la misma serie de años anteriores.
En las áreas urbanas de Guadalajara y de la Mancomunidad Vega del Henares, las variaciones han sido mucho más ligeras: durante los primeros meses de la pandemia, en Guadalajara los residuos generados mensualmente se redujeron hasta un 6% y en el área de Vega del Henares hasta un 3,81%. Tras el aumento experimentado en los meses de verano, en el acumulado del periodo comprendido entre enero y agosto de este año Guadalajara presenta un crecimiento en la generación de residuos del 1,38%, mientras que en la Vega del Henares hay una reducción del -1,46% respecto a la misma serie de años anteriores. Estos valores se consideran normales dentro de las variaciones apreciadas durante los últimos años.