“La Infiltrada está contada como un thriller, pero el 90 por ciento de lo que sale es real”
La productora yunquerana, María Luisa Gutiérrez, puso en marcha el proyecto de esta taquillera película nominada a 13 goyas y suya es también la película española más taquillera de 2024.
María Luisa Gutiérrez, natural de Yunquera de Henares (Guadalajara), es productora y empresaria audiovisual, CEO de Bowfinger Int. Pictures y presidenta de AECINE. Con más de 50 producciones nacionales e internacionales, ha producido títulos exitosos como Padre no hay más que uno o La Infiltrada, esta última con 13 nominaciones a los Goya 2025. Ha trabajado con destacados directores y ha sido reconocida por revistas como Forbes, ha recibido premios como el Fotogramas de Plata (2020), además de un Popular Nueva Alcarria y, más recientemente, ha sido galardonada como Productora del Año en los recientes Premios FECE 2024. Sin duda, esta yunquerana es una de las mujeres más influyentes del cine español.
Es la productora de ‘La infiltrada’ y además en el sentido más amplio de la palabra. Porque el proyecto nace con usted.
Sí, es una idea original mía. Cuando un amigo mío policía, un alto cargo, me cuenta en 2017 la historia de esta chica, me alucina, lo primero, la admiración con la que hablaba de ella. Y entonces pienso “esta película hay que hacerla”. Así que soy la que pone en marcha todo. Primero busco al periodista Pablo Muñoz, que me documenta toda la película con entrevistas al operativo de infiltración y con otros personajes reales, aunque no con ella. Yo tenía muy claro qué película quería hacer, cuál era el punto de vista que quería contar, el de la policía infiltrada, porque se habían hecho muchas películas desde el punto de vista del etarra o de la víctima, pero nunca desde el punto de vista de la infiltrada. Entonces busqué otros productores, como Mercedes Gamero, Pablo Nogueroles y Álvaro Ariza.
Y una directora.
Teníamos bastante claro que debía ser una directora con raíces vascas o que entendiera muy bien la problemática y la idiosincrasia de los vascos en toda aquella época en la que en la que tuvieron que convivir con un grupo terrorista. Y así llegamos a Arantxa Echevarría.
Usted es una productora que he tenido muchos éxitos comerciales y eso se nota, porque a pesar de la intensidad de lo que cuenta, tiene ritmo de thriller.
Era una temática complicada, que podía herir muchas sensibilidades, de las víctimas, de los vascos o de la propia policía. Y parte del éxito es que lo hemos contado como un thriller. El enfoque comercial hace que cale en todos aquellos que no se acuerdan o no quieren oír hablar de ETA, pero por otro lado, el que esté basada en hechos reales y que nos hayamos pegado muchísimo a la realidad, porque te podría decir que un 90% de la película es real, pues también ha tenido atractivo para otro público. Y al final hemos conseguido que, como tú has dicho, seamos la segunda película más taquillera de 2024 de cine español. La primera también es mía, por cierto, Padre no hay más que uno.
Y también tiene muy bien situada ‘La familia Benetton’.
Esa es la quinta. Bowfinger International, la productora que comparto con Santiago Segura, ha conseguido un 30% de la cuota de mercado de España... Y en los cines nos han premiado por ello.
Ha recibido varios premios, entre otras cosas, por aquella decisión de estrenar ‘Padre no hay más que uno 2’ cuando la pandemia más apretaba a los cines.
Esa historia también es ultra personal y de hecho, el premio que me dieron era el premio a la valentía. Y no fue un premio nacional, fue un premio internacional. Estábamos haciendo Padre no hay más que uno 2 y teníamos que rodar el final de la película en Disneyland París, pero de repente declararon el Estado de Alarma. A Santiago se le ocurrió que el final a lo mejor podía ser que la familia no pudiera ir a Disneyland por la pandemia y que hicieran un collage con todos los personajes Disney, pero para eso necesitábamos una autorización que solo pueden dar creo que dos personas en el mundo. Así que pedimos permisos y nos dijeron que no... pero que nos iban a dejar rodar con el parque cerrado. Creo que soy de las pocas personas afortunadas en el mundo que ha rodado y ha ido con un coche por el pasillo central de Disneyland Paris.
Esa mentalidad de lucha la ha reflejado alguna vez en la frase “para un productor no existe la palabra no”.
Claro. Y yo quería estrenar la película, pero había una crisis sanitaria y muchas salas estaban cerradas, o abrían y cerraban. Y entonces yo me enfrenté con Sony, que tenía una pauta marcada desde Estados Unidos. No iban a estrenar ninguna película hasta el verano del 2021. Habían decidido que no se podía luchar contra una crisis sanitaria.
¿Y prefería eso o lo que hizo Disney, por ejemplo, de estrenar en plataforma?
A ver, nosotros somos unos fieles defensores, y además represento a la Asociación Estatal de Cine, de la ventana de cine. Yo creo que las películas primero tienen que pasar por sala y después tienen que llegar a las plataformas... y después a las televisiones, porque así la película toma más vida. No somos nada partidarios de que la gente se boicotee a sí misma. Es que son experiencias distintas. La experiencia de la sala del cine es una experiencia social. En una sala de cine se contagian las risas.
Así que defendió el estreno en sala de ‘Padre no hay más que uno 2’
Sí, pero no sabía cómo convencer a Sony. Entonces, hablando con un amigo me dice que conoce a un tío que hace unos estudios en Estados Unidos para fijar fechas de estreno. Es un matemático que mete todas las variables y te saca la posible taquilla que vas a hacer. Y en función de eso, los estudios eligen la fecha. Y yo dije, “jo, ¿y me lo podría hacer?’ Yo pensando que era complicadísimo y carísimo. Pero me lo presentan y lo veo claro. Si estrenábamos en agosto teníamos el 98% de la taquilla porque no había competencia. Así que lo transmití, pero me decían que si cierran los cines no hay competencia ni hay cines, pero aún así nos reunimos con los cines Santiago y yo y les dijimos “vamos a estrenar” y ellos se pusieron como locos de contentos. Empezaron a mandarles mails a Sony dándoles las gracias y no sabes el rebote que se pillaron con nosotros. “¿Pero cómo les habéis dicho que vais a estrenar?” y yo digo “pues es que si no lo hacemos nosotros, ¿quién lo va a hacer?” Y la verdad que salió muy bien. Fue un modelo que se estudió internacionalmente, cómo una película local, no internacional, había salvado a los cines en medio de la pandemia.
Fue una decisión muy arriesgada.
Es que a mí me encantan las decisiones de riesgo, porque si no la vida sería muy aburrida. Nos pasó algo parecido con la primera Padre no hay más que uno. Santiago venía a hacer Torrente y nos dijeron “¿pero cómo lo va a hacer Santiago, ese señor que va por la calle y te pregunta si ‘nos hacemos unas pajillas’? Los padres no van a llevar a los niños a una película familiar protagonizada por Santiago”. Y fue muy gracioso porque Santiago dijo, “vale, yo no la protagonizó, pero la dirijo. Y si la protagoniza alguien que sea mejor que yo a nivel cómico, fenomenal. Pero si empiezo por Robert de Niro y termino con Paquito Gómez, entonces la hago yo”. Y la hizo de rebote, pero salió fenomenal. Es que al final, lo importante es que Santiago maneja el código de la comedia.
Aquello supuso un cambio de tendencia para vosotros. De algo más canalla a producciones familiares.
Ya habíamos pasado por el humor femenino con Sin rodeos, que Santiago la había dirigido, pero no protagonizado. Eso ya fue un cambio sustancial, porque venías de Torrente y hacías una película de empoderamiento. Pero claro, esto fue una vuelta de tuerca. Y la verdad que es que los niños ahora adoran a Santiago.
Y ahora que van a hacer un nuevo Torrente, ¿no les da miedo que se mezclen cosas?
No, son dos productos distintos para gente distinta. Los americanos lo hacen constantemente y aquí encasillamos, pero si eres actor, sabrás interpretar, ¿no?
¿Y todo lo que han hecho con Padre, no suavizará a Torrente?
No, Torrente tiene que ser políticamente incorrecto. Y cuanto más políticamente incorrecto sea y cuanto más diga todo aquello que no diríamos ninguno, aunque lo pensemos, mejor.
Uno de sus primeros trabajos en el mundo del cine, no como productora, fue en Airbag, una película que iba muy en la línea de lo hicieron después.
De cajero pagador estaba. Ahí fue donde conocí a Santiago y a su socio, que me dijo que me fuera con ellos a Amiguetes para producir Torrente 2. Y de ahí pasamos a tener una productora juntos, con ese punto de que, con sentido del humor, se puede decir cualquier cosa.
Una película a la que yo le tengo mucho cariño de esos inicios es ‘Una de zombis’.
Es muy curioso porque esa película era Una de tiros, pero en la primera reunión creativa decidimos que en una de acción lo importante es el reparto, pero en una de terror lo que vende es el género. Así que lo cambiamos un poco, pero si te das cuenta hay mucho tiro... Hace tantos años que ya ni me acuerdo, pero rodamos aquí bastante, en la calle Virgen del Amparo, en el Ferial...
Y al margen de estas producciones, también ha hecho otro tipo de cine más intenso y dramático, como ‘Nieve Negra’.
Producciones con Argentina he hecho bastantes. Películas que comercialmente han sido muy potentes en Argentina, pero por ejemplo, aquí han pasado sin pena ni gloria, no como pueda ser Nieve Negra, que estaba Laia Costa con Ricardo Darín y Leonardo Sbaraglia. También No dormirás, que es una película con Belén Rueda y del director Gustavo Hernández, que había ganado en Cannes. He hecho muchísimas películas y además es lo que me hace no perder nunca la perspectiva de la realidad. O sea, hacer una película que sea taquillera es difícil. Tienes una serie de herramientas que sabes que pueden funcionar, pero también es verdad que nadie tiene la piedra filosofal. Sino, todos seríamos ricos.
Volviendo a ‘La Infiltrada’, imagino que no sería fácil resumir toda esta historia en apenas dos horas.
Ten en cuenta que a esta chica la reclutan con 20 años, que es cuando se infiltra, pero realmente cuando le llega la carta de ETA han pasado otros 8 años. La película prácticamente empieza cuando la captan para la infiltración, así que nos quitamos siete años de historia en 10 minutos de película. Nos pareció que lo más interesante era la convivencia de ella con los etarras, pero te aseguro que esos siete años hubieran dado para otra película. Y no solo cuentan la historia de ella, también la de un grupo de policías que es muy carismático. Te quedas con ganas de saber más de ellos. De hecho, el personaje de Víctor Clavijo, que es una persona real, tiene otra película más, un spin off. Pero es que el personaje de la embarazada de Nausicaa, que es otro personaje real, también podría tener una película.
¿Hay alguna escena que tuviera en mente desde el principio, que estuviera deseando ver en la pantalla grande?
Para mí la secuencia de la bañera, el grito sordo, es brutal. Cuando se lava los dientes en ese momento de intimidad en el que ella se siente sucia, que no puede gritar porque no tiene un sitio donde ser ella misma. Es que Carolina Yuste hace un gran trabajo. La película sin Arantxa no sería la misma, pero Carolina tiene un nivel emocional increible. Osea, interpretar a alguien que interpreta es como rizar el rizo.
Yo he agradecido mucho la elección de Echevarría para dirigir la película.
Con ella se cumplía el requisito de que conocía muy bien como había sido la situación en el País Vasco. Y luego, en Chinas y Carmen y Lola se ve que hace películas de personajes, que era lo que queríamos nosotros. Queríamos que la tensión llegara a través de los propios personajes. Tenemos dos o tres secuencias de acción, pero no es eso lo que lo que más tensión te te provoca.
Pues muchas gracias, María Luisa Gutiérrez y esperamos verla en lo más alto en la gala de los Goya.