La Junta potencia regadíos en más de 15.000 hectáreas de la provincia

15/04/2023 - 10:28 Paco Campos

La Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural tiene como estrategia aflorar el potencial de las zonas regables de la provincia. Trabaja conjuntamente con los regantes del Henares para asesorarles en su gestión, perfila los últimos detalles para que el regadío de Illana-Leganiel sea una realidad en breve, de la misma forma que el de Cogolludo y zona de Almoguera, y anima a los agricultores del Tajuña y el río Badiel a constituirse en potentes comunidades de regantes para poder recibir las ayudas regionales vigentes para la transformación de nuevos regadíos y modernización de regadíos tradicionales. La ayuda adoptará la forma de subvención directa por medio del reembolso de los costes de los gastos elegibles.

El presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, en su visita al regadío Illana-Leganiel. 

Numerosos agricultores de la provincia trabajan las duras tierras de secano. Cebada, trigo, cereal y aromáticas, son la “sota caballo y rey” de este tipo de cultivos, mientras que, con las transformaciones de regadíos, se pueden  plantar una mayor variedad de semillas, como espárragos, maíz, leñosos, cebollas, ajos, y un sinfín de productos que hacen que las explotaciones sean más rentables. “Todos los agricultores valoran de forma muy positiva el regadío”, valora Santos López Tabernero, delegado de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural. 
    Y para ello la Junta pone a su disposición una ayuda muy importante que abarca gran parte de inversión, eso sí, bajo la condición de que se constituyan en comunidades de regantes. 
    Buena nota de ello tomaron los de Illana-Leganiel. La intención del Gobierno regional es acabar las obras que se están llevando a cabo cuanto antes, fruto de un convenio Junta-Ejecutivo de España. Los trabajos de la futura Comunidad de Regantes de Illana-Leganiel están casi concluidos, a falta de solucionar los últimos escollos para que estén operativas sus 1.600 has -se encuentra en fase de modificación del proyecto, debido a un imprevisto que ha surgido en la captación-. “Allí están locos por regar, porque ven que en Barajas de Melo están plantando cebollas, ajos, con mucha demanda, y sembrando pistachos”, prosigue, “pero es un proceso largo que estamos intentando acortar al máximo con una labor persistente y constante, sin descanso”, indica López Tabernero.

La modernización de regadíos o la transformación de los tradicionales redunda en una mayor eficiencia de los cultivos. 

El futuro regadío de Cogolludo tiene 1.300 hectáreas. La Junta está empezando ya a arreglar la balsa y probando los diferentes sectores, ya ejecutándose con su correspondiente dotación presupuestaria. 
    “Tenemos también un proyecto para un regadío en la Vega de Almoguera, tanto en el margen izquierdo como derecho del Tajo -Albalate, Almoguera, y Almoguera-Mazuecos-Yebra-, antes de llegar a Illana-Leganiel”, indica. En estos momentos se está llevando acabo una iniciativa para concentrar las fincas con el objeto de que pueda ser posible, ya que “éstas son minúsculas”, afirma Santos. La Comunidad de Regantes de Almoguera es la que está liderando la iniciativa para que se lleve a cabo la orilla izquierda, desde la presa de Bolarque, en ambos sentidos.
    La concentración en la margen derecha la va a llevar a cabo la Consejería, bajo la figura de interés público, “y cuando tengamos la concentración haremos el proyecto de regadío”, informa Santos. Para que sea una realidad la idea, habrá que constituir una comunidad de regantes para el margen izquierdo y otra para el derecho, una vez que se acometan los trabajos. 
    Santos López está en permanente contacto con las comunidades de regantes y las invita a unirse y emprender zonas regables más potentes. “Yo les digo que somos la provincia de Castilla-La Mancha que menos regadíos tenemos y por eso las animo a que empujen”, indica. 

Una hectárea de regadío supone cinco veces más de valor añadido que una hectárea de superficie de secano.

Técnicamente hablando, tal y como se ha hecho en Illana-Leganiel, las obras de interés general que se llevan a cabo dentro de una comunidad de regantes, confinanciadas por la Junta y el Gobierno, consisten en una captación de agua en el río, acometida de sistema de bombeo hasta unas balsas situadas en una cota alta y se realiza la acometida de riego a los diferentes sectores. 
    A partir de ahí, cada propietario de la comunidad tiene en su finca acometido un hidrante para que desde ahí pueda realizar la conexión. “Cada uno pide sus ayudas para mejoras, agrupaciones de jóvenes o desarrollo del regadío propio”, indica Santos López.
    En Guadalajara la asociación más antigua de regantes es la del Canal del Henares, con una extensión de 4.000 hectáreas; otra clásica es la Vega del Bornova, con 2.000 hectáreas. 

Subvenciones
La Junta, a través de las ayudas que tiene abiertas, pretende promover dos tipos de inversiones, según sea el destino: Transformación de nuevos regadíos y modernización de regadíos tradicionales.
    A juicio del delegado de Agricultura, Santos López Tabernero, se trata de una iniciativa fundamental para el Desarrollo Rural. “Su finalidad es optimizar los recursos hídricos disponibles, mejorando la eficiencia de los sistemas de riego y la calidad de las aguas, modernizar las explotaciones, incrementar su viabilidad y mejorar el nivel de vida de quienes se dediquen a la agricultura”, ilustra. 
    Otro aspecto importante es que este dinero servirá para, en definitiva, mejorar la productividad de las tierras “reforzando la industria agroalimentaria y de servicios y fijando población en el mundo rural”. 
    Estas ayudas, regladas bajo Orden 41/2023, de 24 de febrero, de la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, van destinadas a “las Comunidades de Regantes u otras entidades de usuarios de aguas principalmente vinculadas al regadío”.

Santos López, delegado provincial de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, asegura que en la provincia de Guadalajara hay varias comunidades de regantes porque su pertenencia implica un abaratamiento de los gastos, entre otros, modernización y mantenimiento de infraestructuras
    

La ayuda adoptará la forma de subvención directa por medio de reembolso de los costes de los gastos elegibles. Se establece una subvención base consistente en un porcentaje sobre el importe máximo elegible (IVA incluido) que dependerá del tipo de actuación.
    Estas líneas se completan en el apartado “Inversiones en infraestructuras agrícolas y forestales” de la medida 4, “Inversiones en activos físicos” del Programa de Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha 2014-2020. Esta medida está cofinanciada por los fondos Feader de la UE al 75%.
    La vía más común es la de concesiones a las Comunidades de Regantes, es decir, una serie de personas que se unen, a través de una asociación. El primer paso es la solicitud de riego de un perímetro de sus propiedades y la Confederación les da el permiso para que lo hagan con unas cantidades aprobadas tras su solicitud. 
    Una vez que se tienen las licencias, si el agricultor quiere aumentar el perímetro, es cuando transforma la zona regable, mientras que lo que hay ya dentro de lo constituido es modernizar. 

Modernización
“Tú tienes un regadío a través de canales, como el del Henares, y quieres poner aspersores, modernizar las tuberías generales o riego por goteo, eso es un ejemplo de modernización”, ilustra Santos.  
    En la provincia hay varias comunidades de regantes porque su pertenencia implica un abaratamiento de los gastos, entre otros, modernización y mantenimiento de infraestructuras, las ayudas son más numerosas y es la forma en que se gobierna mejor un regadío. “Normalmente las propiedades que hay son pequeñas y, por tanto, se unen para lograr mejor sus fines” ilustra el delegado Santos López Tabernero. 
    “Con las obras de interés general que acometemos les dejamos el agua en su parcela y, a partir de ahí ellos desarrollan su actividad y llegan a sus acuerdos particulares en el marco de las agrupaciones de regantes”, indica. 

El gran potencial de la Vega  del Tajuña y el río Badiel

La histórica Vega del Tajuña, entre Valfermoso y Loranca-Mondéjar, “sería una zona  impresionante para poder hacerla regadío”, ilustra Santos. Hay varias comunidades de regantes privadas, pequeñas, en la zona de Romanones, Armuña de Tajuña…, “y lo ideal es hacer una única comunidad que cubriera toda la zona”.   
De la misma forma, en Heras de Ayuso, quieren transformar en regadío parte de su término municipal. Y no sólo en este pueblo. Con el empuje de la Delegación de Agricultura, en la Vega del Badiel llevan tres años persiguiendo la implantación de nuevos regadíos, además, de las localidades de Torre del Burgo o Hita.