‘La masonería en Guadalajara’, historia de las élites liberales
Su autor, Julio Martínez, espera presentar pronto su nueva obra
Nuestro paisano y compañero periodista, Julio Martínez García, vuelve a estar de enhorabuena. En este caso, el motivo es su nuevo libro, titulado La masonería en Guadalajara, una obra tan singular como esperada y sobre un tema que cada vez despierta más interés.
Como en tantos otros casos, la presentación de la obra de este joven escritor estaba prevista para fechas que se han diluido con el estado de alarma por la crisis sanitaria, debiendo ser aplazada sin más remedio. Así, iba a ser dada a conocer primero el 11 de abril en la Feria del Libro de Bustares (lugar al que le unen fuertes lazos familiares) y, posteriomente, también en la de Guadalajara (8 de mayo).
Con todo, Julio espera poder llevar a cabo la puesta de largo de su nueva creación literaria en los próximos meses, cuando las circunstancias lo permitan: quizás en la Feria del Libro de Guadalajara (es posible que se celebre en la primera semana de septiembre) o dentro de las actividades que realicen desde la Asociación de Amigos de la Biblioteca en otoño.
En cuanto a la obra protagonista, en este libro, Julio Martínez nos habla de la masonería desde su nacimiento, en la época de la Ilustración (siglo XVIII), así como de otras hermandades que se fueron desarrollando en siglos posteriores y hasta nuestros días. En España, a lo largo del siglo XX profesores, académicos y profesionales de diversas actividades tuvieron un gran peso en esta organización.
En cuanto a su aparición e influencia en Guadalajara, Julio considera que la presencia masónica institucionalizada en Guadalajara, a través de la fundación de logias o triángulos, fue un poco tardía en relación a otros territorios de España. “Llegó -nos cuenta- durante el último tercio del siglo XIX, a partir de la Revolución de 1868, según confirman diferentes fuentes, y muchos de sus integrantes pertenecían a las clases medias de la sociedad, siendo varios de ellos profesionales liberales”.
Élites liberales
Además, añade “los masones eran personas con un relevante nivel cultural y participaban en diferentes iniciativas literarias, musicales o de otro tipo, por lo que en esas logias masónicas solía involucrarse un sector de las élites liberales arriacenses, siendo al mismo tiempo un lugar de encuentro entre personas con un cierto renombre dentro de la ciudad y de la provincia de la época”.
En cuanto al aporte de la masonería en nuestros días, el autor de este nuevo libro opina que “si entendemos el ideal masónico como una forma de progreso de la Humanidad, sin duda sí existe una aportación positiva a la sociedad actual. Sobre todo en conceptos como la igualdad, la democracia o el progreso social basado en el conocimiento y la educación. Pero siempre teniendo en cuenta que a esta organización, hay que entenderla en el contexto de su época”.