La música es libre y portadora de valores
José Luis Díaz Huerta, natural de Sigüenza, ha querido concedernos esta entrevista que realizamos como reconocimiento a su trayectoria.
Paseando por el Parque de la Ermita de Azuqueca de Henares comenzamos el mes de julio. Por haber nacido el 1 de diciembre, la Hermanas Lara vivimos con ilusión siempre el inicio de la nueva hoja del calendario, nuevas ilusiones, nuevos retos, nuevas oportunidades y nuestro aniversario de dies natalis en este contrato con Dios que es la vida. El Sol iluminaba con fuerza pero todavía no había comenzado a mostrar la plenitud de sus potencialidades constatables en grados centígrados cuando, a las 10:40 de la mañana, al salir de la iglesia de San Miguel Arcángel, algo llevó a Laura hacia un claro del bosque pavimentado pues, en la lejanía, escuchaba una partitura en el aire. La música nos acompaña todos los días, nos inspira y nos hace recordar, revivir emociones.
Sentados en un banco vio a José Luis que estaba interpretando de memoria canciones con una de sus armónicas. Espacios forestales como pulmón de los pueblos y ciudades, con corcheas y fusas volando por el aire a la par que los pájaros y las mariposas, pensó, como ejemplo para los adolescentes frente a espacios sucios con restos de botellón. Comenzaron a conversar. Laura le explicó que a su hermana María, a sus hijos Ángel Eduardo y Pilar Elizabeth y a ella les encanta la armónica. Y que estos sonidos le habían hecho viajar a la infancia, cuando junto a su abuelo Ángel, disfrutaban bailando en verbenas este repertorio musical que ahora, lamentablemente, apenas se escucha en las fiestas. No te vayas de Navarra, Cuando salí de Cuba, Guadalajara en un llano, “Asturias”, La cumparsita , Adiós con el corazón... Hemos pasado en la veloz cuádriga de Clío, la Musa de la Historia, a que “La Macarena” y “El tractor Amarillo” sean los clásicos históricos de las nuevas verbenas. Y Los Secretos y Seguridad Social -bandas que veíamos de jóvenes mayores y adultos en los 90- ahora nos hacen “Volver a ser un niño” o sentirnos “Chiquilla”.
José Luis Díaz Huerta.
José Luis Díaz Huerta, natural de Sigüenza, ha querido concedernos esta entrevista como reconocimiento a su trayectoria. Se trasladó con sus padres a Vallecas de pequeño. En el popular barrio madrileño descubrió el sonido de la armónica gracias a un chico, de unos 14 años, que iba tocando por las calles. Eso suscitó en él que le pidiera a su madre que los Reyes le trajeran una armónica. Y los Magos cumplieron. El joven interpretaba la melodía y le permitía al neófito hacer el acompañamiento, como quien se dedica a la percusión. Hasta que, a puro de acompañar y acompañar, así, solamente observando, primero oyendo y luego escuchando, en suma, sintiendo la música, José Luis empezó a tocar toda la canción él solo, sin ayuda. Y se hizo trompetista profesional. Luego se trasladaría a vivir al Barrio del Pilar, donde fundaría el grupo “Los Tranquilos”, si bien su vida como artista es lógico que fuera nómada. Con varias orquestas ha recorrido España: Peter Vicent Group, Los Sauces, etc., sobre todo Levante y tierras de Alicante, alegrando la vida en las salas de baile y verbenas, así como actuando como organista cuando el titular se ponía enfermo, ya que maneja a la perfección también este instrumento.
Me resultó halagüeño que, en un momento de la improvisada entrevista, Andrés, el amigo del armoniquista José Luis, también oriundo del partido de Sigüenza, dijera. “¿Sabes quién venía por aquí mucho a tocar también? Labordeta. Me lo estás recordando”. Y comenzó a relatar la trayectoria académica de las Hermanas Lara, quienes disfrutamos como Sócrates en el arte de la mayéutica que Platón constatara en sus diálogos como primer método de investigación científica: el hacer aflorar la verdad en un diálogo.