La piscina Huerta de Lara, el germen del fútbol femenino

10/06/2024 - 18:06 Alberto Moreno Pérez

Más de medio millar de jugadoras se dieron cita el pasado 25 de mayo en el denominado I Encuentro del Fútbol Femenino, que impulsó la Concejalía de Igualdad del Ayuntamiento de Guadalajara. Era el  presente y sobre todo el futuro del fútbol femenino en la ciudad. 

Cada temporada surgen nuevos proyectos en esta categoría. El Dínamo Guadalajara, con su primer equipo en Tercera división y con su dilatada experiencia es el que tira de un carro al que se ha incorporado con fuerza el Deportivo Guadalajara. Con la llegada de Alberto Mendoza a la entidad morada, el equipo ya está en Tercera y sigue soñando con lograr cotas más altas en un breve periodo de tiempo. Son dos de los ejemplos de las apuestas por el fútbol femenino, pero hay más. Rayo Arriacense, Salesianos, Atlético Guadalajara o Academia Albiceleste completan ese plantel de equipos senior y a los que se unen en la provincia proyectos como el de Marchamalo, Cabanillas o Azuqueca de Henares.    

El comienzo
La presencia del fútbol femenino en Guadalajara es más o menos reciente. De hecho, el primer equipo apareció a finales de la década de los 90, encabezado por Santi Nuero. El técnico recuerda cómo fueron los comienzos: “En aquella época yo entrenaba natación y fútbol y tenía un grupo de chicas en la piscina que les gustaba mucho el deporte y querían hacer un equipo de fútbol. Así desde la piscina Huerta de Lara nació todo. Un grupo de jugadoras como Paula Taberné o Lucía Samper, vinieron a entrenar un día al Jerónimo de la Morena. Era una docena de chicas del Natación Guadalajara”.

Esa primera experiencia fue tan positiva que a la semana siguiente ya eran más de 40 jugadoras las que acudieron a ese recordado campo de tierra del Jerónimo. 

“Viendo la aceptación que había decidimos hacer un equipo”, recuerda Nuero y puntualiza que “el primer año no se compitió y solo se entrenaba, pero el siguiente ya nos inscribimos en la liga regional que llevaba muy pocos años funcionando”. Al año siguiente, el equipo, denominado Escuelas Municipales de Guadalajara, logró el ascenso y “todo con chicas de la zona, de la provincia”, puntualiza el entrenador que recuerda cómo también se jugó una final de Copa en el mítico Carlos Belmonte.

El equipo estaba inmerso en la segunda categoría nacional (lo que es ahora la Primera Federación). Con el apoyo de empresas como Cantos Blancos y Central Óptica y el apoyo del Ayuntamiento de Guadalajara el proyecto empezó a crecer. “Trajimos a lo mejorcito que había en Castilla-La Mancha venían a Guadalajara. Es la época de la China, la Negra, Fátima, Esther, Rosa Arias, Ana Saez...”, explica.

Fueron los comienzos de un equipo por el que pasaron tras Santi Nuero, entrenadores como  el mítico Alejandro Mozas o el andaluz Salva Velasco. “Vivimos una época dorada porque disfrutábamos de ello. No era un fútbol profesional pero sí pudimos jugar por media España  en campos de Alicante, Valencia o Atlético de Madrid, teníamos jugadoras con una calidad tremenda y estábamos muy cerca de la elite”, rememora Santi Nuero, al tiempo que enumera a alguna de aquellas futbolistas que dieron sus primeros pasos en Guadalajara como Lorena del Castillo (que no jugó en el equipo, solo entrenó) Raquel Arroyo, Verónica Cestero, Lorena Gayarre, Rosita, la Peque, Beatriz Bueno, Bea Torija o la internacional Sheila García que pasó de Yunquera a los campos del Jerónimo de la Morena.

Aquel equipo desapareció cuando llegó a manos del Deportivo Guadalajara, en una época en la que no apostaron por el proyecto y fue el Dínamo el que se hizo cargo de esas jugadoras. “Se lo pasé directamente a Roberto Abad (por entonces presidente del Dínamo) y desde ese momento el trabajo con el fútbol femenino en ese club es enorme”, confirma Nuero.

Una realidad
“El fútbol femenino hoy en día es una realidad y está para quedarse”, sentencia el que fuera entrenador de aquel primer equipo y considera “muy importante” los éxitos de la selección española –“que no son fruto de la casualidad sino del trabajo de las territoriales de muchos años”– lo que hace que las jóvenes jugadoras “tengan ídolos en los que se ven reflejadas. Ahora hay niñas que quiere ser como Vero Boquete o Sheila García”.

El camino que comenzó hace un cuarto de siglo no ha sido sencillo. Sin embargo, hay casi medio millar de jugadoras entrenando y practicando cada fin de semana su deporte favorito.

Y ese trabajo no queda solo en estos equipos. En ese Encuentro de Fútbol Femenino también se reconoció la labor del equipo femenino del Club fútbol sala de Personas Sordas de Guadalajara por su victoria en el Campeonato de Europa Celebrado en Hungría el pasado 17 de abril de 2024, donde, además, la máxima goleadora del torneo, Amber Luna Lesiere con 9 goles, también fue de Guadalajara. Antes se habían proclamado campeonas de España, y en esa jornada, rodeada del resto de jugadoras de la provincia, recibieron ese homenaje con el ‘aplauso silencioso’ de toda la grada puesta en pie. Ellas también son historia de nuestro fútbol.

 

Las pioneras: aquellas mujeres que abrieron camino
Este fue uno de los primeros equipos de fútbol femenino que tuvo Guadalajara. Es la temporada en la que jugó en la Primera división de aquella época, al principio de los años 2000.
Arriba izquierda a derecha: Noelia, Sandra, Estrella, Peque, China. En el medio: Águeda, Leticia, Jesús Torija (delegado), Aida, Santi Nuero (entrenador), Elia e Irene. Abajo: Yoli, Patricia, Lorena, Eva, Bea, Lucía, Raquel, Sara y Cristina. Falta en la imagen Juan Pablo Villalba, que era el ayudante de Nuero.