La Policía Nacional salva a un hombre de 85 años que se había precipitado por un terraplén y llevaba 27 horas desaparecido
La historia ha corrido como la pólvora por las redes sociales y grupos de wasap. Un hombre de 85 años de Guadalajara llevaba más de 24 horas desaparecido. Temiendo por su vida, la familia había decidido movilizarse y, como es lógico, había dado aviso a las autoridades. Fue ayer cuando presentaron la pertinente denuncia. En ella, la hija del desaparecido explicaba que su padre había salido de casa en torno a las 9.00 horas del jueves vistiendo sombrero a cuadros, pantalón de pana y chaqueta azul. Desde entonces no había vuelto a saber de él.
Aunque el protocolo de desaparecidos no se activa hasta pasada las 24 horas, vista la situación y sabiendo que no era la primera vez que el desaparecido sufría un episodio de este tipo, los agentes de la Policía Nacional realizaron batidas por parques y distintos puntos de la ciudad. Pasada la primera noche, aún no habían dado con él.
Cumplidas las 24 horas se activó oficialmente el Protocolo de Desaparecidos, calficando la situación como Desaparición Inquietante dadas las condiciones de la misma. Se parceló la ciudad y se destinó un vehículo a cada miniparcela para poder inspeccionar cualquier zona. El siguiente paso fue ampliar la búsqueda a zonas aledañas, para lo que se implicó al resto de cuerpos, desde Protección Civil a Bomberos y Policía Local.
Para este momento, la movilización ciudadana ya era plena y se recibían numerosas llamadas de personas que intentaban aportar su granito de arena a las tareas de búsqueda. En torno a las 12.15 horas de este viernes, entraba una llamada desde el 112. Una persona sin identificar aseguraba haber visto a un hombre que se ajustaba a la descripción del desaparecido a las 10.00 horas del día anterior cerca de la Ronda Norte.
Aunque la colaboración ciudadana siempre es de agradecer, a veces el volumen de información es tal que resulta necesario discriminar unas llamadas de otras. A este aviso en concreto se decidió darle veracidad, intensificando la búsqueda por esa zona. El resultado fue que uno de los coches de Policía se adentró por caminos rurales en dirección hacia Taracena existentes en las cercanía a la Ronda Norte.
Conscientes de la difícil situación en la que se encontraba el desaparecido, de 85 años, cuando el vehículo no pudo avanzar más, los agentes continuaron la inspección a pie. Eran más de las 13.00 horas y el hombre llevaba 27 horas desaparecido, puede que sin comer ni beber nada y habiendo pasado la noche al raso.
Fue al llegar al paraje conocido como Arroyo de la Colmenilla cuando el agente de la Policía Nacional escuchó una leve respuesta a sus gritos de aviso. Tan tenue, que volvió a gritar el nombre del desaparecido para asegurar de que realmente había existido una respuesta. Sí, ahí estaba. Nuevos gritos le permitieron dar con él, tumbado, boca arriba, entre zarzas, ensangrentado, probablemente víctima de una caída por un terraplén. Fue necesario solicitar ayuda para sacarle del lugar en el que había pasado la noche y no se sabe cuántas horas. Desde allí se le trasladó al Hospital para que pudiera reunirse con su familia y recibir asistencia médica.
La historia tuvo final feliz gracias a la insistencia de los agentes de la Policía Nacional, la propia familia, la ciudadanía y el resto de cuerpos implicados en la búsqueda.