La Policía Nacional traslada desde Francia a Mikel Garikoitz Aspiazu, alias Txeroki
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
ETA
Hasta el momento de su detención, el 16 de noviembre de 2008 en Cauterets (Francia), ocupaba la jefatura del aparato militar de ETA. Mikel Garikoitz Aspiazu Rubina, alias Arrano y Txeroki, nació en Bilbao el 6 de julio de 1973. Aspiazu inició sus actividades en la banda terrorista en el año 2000 como colaborador del comando Ituren.
Posteriormente perteneció al comando K-Olaia, al que se atribuyen varios atentados perpetrados en Vizcaya entre 2001 y 2003. Desde finales de 2003 hasta el momento de su detención era el jefe militar de ETA.
El Tribunal de Apelación de París ha concedido la entrega de Aspiazu para que pueda ser interrogado en relación a cinco de las veintiún causas que tiene abiertas en la Audiencia Nacional, referidas a otros tantos atentados cometidos en 2002, época en la que Txeroki integraba el comando K-Olaia.
Se trata de la colocación de un coche bomba con 30 kilos de explosivos en Bilbao el 12 de enero de 2002 y el intento de asesinato de Eduardo Madina, mediante la explosión de una bomba lapa adosada a los bajos de su coche, perpetrado el 19 de febrero de 2002. También del envío de paquetes bomba a Enrique Ybarra, presidente del consejo de administración del Grupo Correo, y a la delegada de Antena 3 en el País Vasco, María Luisa Guerrero, en enero y febrero de ese mismo año respectivamente, y del intento de asesinato de la teniente de alcalde de Portugalete (Vizcaya), Esther Cabezudo, el 28 de febrero de 2002.Txeroki tiene abiertos otros dieciséis procesos en la Audiencia Nacional y, entre ellos, el atentado de la T-4 de Barajas, el 30 de diciembre de 2006. También está acusado de encargar la llamada caravana de la muerte el traslado de una furgoneta cargada con más de 500 kilogramos de explosivos para cometer un atentado en marzo de 2004 en Madrid.
Acuerdo contundente y unitario
Se está trabajando en el logro de un acuerdo antiterrorista contundente y unitario con los partidos democráticos. Así lo aseguró hoy el consejero del Interior, Rodolfo Ares, quien precisó que espera altura de miras por parte de las diferentes formaciones. Además, reveló que el Gobierno vasco destina a combatir a ETA y a proteger a la ciudadanía de sus actuaciones criminales un total de 225 millones de euros cada año, una cifra que supera a la partida dirigida a Vivienda. Y sobre la polémica de las fotos de presos de la banda terrorista, Ares defendió que una sociedad democrática no puede permitir que las caras de fanáticos asesinato totalitarios sean exhibidas. Durante un desayuno informativo, Ares afirmó que el principal objetivo del Ejecutivo de Patxi López es acabar con el terrorismo y consolidar la paz, procediendo a la deslegitimación de la ideología totalitaria de ETA. Por ello, señaló que éste también tiene que ser un objetivo de todos, en el que todos arrimemos el hombro porque, en esta cuestión, no debe haber Gobierno ni oposición, sino demócratas que trabajen juntos para conseguir acabar definitivamente con el terrorismo y consolidar la paz y la libertad.
Desde el Gobierno vasco vamos a seguir buscando esa unidad, impulsando una política de firmeza democrática y de tolerancia cero. Al mismo tiempo, seguiremos animando al conjunto de la sociedad para que defienda valores éticos y democráticos, y muestre su rechazo y su repulsa permanente no sólo a ETA, sino a quienes les amparan y justifican, apuntó al respecto.Aunque quiso guardar discreción sobre el posible acuerdo antiterrorista que se pretende alcanzar entre todos los paridos democráticos, Rodolfo Ares subrayó que se está intentando ese consenso para fijar una posición muy clara, contundente y unitaria en relación con el terrorismo. Además, expresó su deseo de que todos sean capaces de decir juntos a ETA que no va a conseguir ninguno de sus objetivos ni por mantener la violencia ni por dejarla, y que el único camino que le queda es dejar definitivamente la actividad terrorista.
ETA no está más fuerte después de sus últimos atentados, sino mucho más débil. No tiene más apoyos que antes, tiene muchos menos. No ha avanzado en uno solo de sus objetivos totalitarios porque la democracia y las instituciones no se rinden. Si los terroristas pensaban desanimarnos con sus últimas acciones criminales, han conseguido justo lo contrario: más detenciones, más desmantelamiento de sus infraestructuras, más aislamiento social y político, destacó el titular de Interior antes de asegurar que la banda armada está viviendo el final de su existencia, defendió.
Carteles de presos
Rodolfo Ares también se refirió a la polémica de las manifestaciones y las fotos de presos de la banda. En este sentido, indicó que para combatir también a aquellos que amparan y justifican la violencia, el Ejecutivo ha emprendido una lucha sin cuartel para impedir las manifestaciones que sean convocadas para defender los postulados de ETA, así como para eliminar las pancartas, pintadas, carteles y fotos de presos que tengan como objetivo exaltar a miembros o acciones de la organización terrorista.En esta línea, emplazó a no dejarse engañar porque quienes colocan fotografías de presos, lo hacen con la intención de homenajear a los terroristas que han cometido esos horrendos crímenes. Y es que según aseguró, una sociedad democrática no puede permitir que las caras de fanáticos asesinos totalitarios sean exhibidas impunemente para rendirles homenaje. ¿Acaso se imaginan ustedes hoy las calles de Berlín empapeladas con retratos de los criminales nazis?, preguntó al respecto.Por todo ello, afirmó que la Ertzaintza no puede hacer la vista gorda y no perseguir el delito, para no enfadar a los intolerantes y fascistas que amparan la violencia. No pueden pedirnos que no actuemos para no excitar a la bestia y que se enfade, y se provoquen altercados en el enfrentamiento con la Policía, enfatizó.
El Tribunal de Apelación de París ha concedido la entrega de Aspiazu para que pueda ser interrogado en relación a cinco de las veintiún causas que tiene abiertas en la Audiencia Nacional, referidas a otros tantos atentados cometidos en 2002, época en la que Txeroki integraba el comando K-Olaia.
Se trata de la colocación de un coche bomba con 30 kilos de explosivos en Bilbao el 12 de enero de 2002 y el intento de asesinato de Eduardo Madina, mediante la explosión de una bomba lapa adosada a los bajos de su coche, perpetrado el 19 de febrero de 2002. También del envío de paquetes bomba a Enrique Ybarra, presidente del consejo de administración del Grupo Correo, y a la delegada de Antena 3 en el País Vasco, María Luisa Guerrero, en enero y febrero de ese mismo año respectivamente, y del intento de asesinato de la teniente de alcalde de Portugalete (Vizcaya), Esther Cabezudo, el 28 de febrero de 2002.Txeroki tiene abiertos otros dieciséis procesos en la Audiencia Nacional y, entre ellos, el atentado de la T-4 de Barajas, el 30 de diciembre de 2006. También está acusado de encargar la llamada caravana de la muerte el traslado de una furgoneta cargada con más de 500 kilogramos de explosivos para cometer un atentado en marzo de 2004 en Madrid.
Acuerdo contundente y unitario
Se está trabajando en el logro de un acuerdo antiterrorista contundente y unitario con los partidos democráticos. Así lo aseguró hoy el consejero del Interior, Rodolfo Ares, quien precisó que espera altura de miras por parte de las diferentes formaciones. Además, reveló que el Gobierno vasco destina a combatir a ETA y a proteger a la ciudadanía de sus actuaciones criminales un total de 225 millones de euros cada año, una cifra que supera a la partida dirigida a Vivienda. Y sobre la polémica de las fotos de presos de la banda terrorista, Ares defendió que una sociedad democrática no puede permitir que las caras de fanáticos asesinato totalitarios sean exhibidas. Durante un desayuno informativo, Ares afirmó que el principal objetivo del Ejecutivo de Patxi López es acabar con el terrorismo y consolidar la paz, procediendo a la deslegitimación de la ideología totalitaria de ETA. Por ello, señaló que éste también tiene que ser un objetivo de todos, en el que todos arrimemos el hombro porque, en esta cuestión, no debe haber Gobierno ni oposición, sino demócratas que trabajen juntos para conseguir acabar definitivamente con el terrorismo y consolidar la paz y la libertad.
Desde el Gobierno vasco vamos a seguir buscando esa unidad, impulsando una política de firmeza democrática y de tolerancia cero. Al mismo tiempo, seguiremos animando al conjunto de la sociedad para que defienda valores éticos y democráticos, y muestre su rechazo y su repulsa permanente no sólo a ETA, sino a quienes les amparan y justifican, apuntó al respecto.Aunque quiso guardar discreción sobre el posible acuerdo antiterrorista que se pretende alcanzar entre todos los paridos democráticos, Rodolfo Ares subrayó que se está intentando ese consenso para fijar una posición muy clara, contundente y unitaria en relación con el terrorismo. Además, expresó su deseo de que todos sean capaces de decir juntos a ETA que no va a conseguir ninguno de sus objetivos ni por mantener la violencia ni por dejarla, y que el único camino que le queda es dejar definitivamente la actividad terrorista.
ETA no está más fuerte después de sus últimos atentados, sino mucho más débil. No tiene más apoyos que antes, tiene muchos menos. No ha avanzado en uno solo de sus objetivos totalitarios porque la democracia y las instituciones no se rinden. Si los terroristas pensaban desanimarnos con sus últimas acciones criminales, han conseguido justo lo contrario: más detenciones, más desmantelamiento de sus infraestructuras, más aislamiento social y político, destacó el titular de Interior antes de asegurar que la banda armada está viviendo el final de su existencia, defendió.
Carteles de presos
Rodolfo Ares también se refirió a la polémica de las manifestaciones y las fotos de presos de la banda. En este sentido, indicó que para combatir también a aquellos que amparan y justifican la violencia, el Ejecutivo ha emprendido una lucha sin cuartel para impedir las manifestaciones que sean convocadas para defender los postulados de ETA, así como para eliminar las pancartas, pintadas, carteles y fotos de presos que tengan como objetivo exaltar a miembros o acciones de la organización terrorista.En esta línea, emplazó a no dejarse engañar porque quienes colocan fotografías de presos, lo hacen con la intención de homenajear a los terroristas que han cometido esos horrendos crímenes. Y es que según aseguró, una sociedad democrática no puede permitir que las caras de fanáticos asesinos totalitarios sean exhibidas impunemente para rendirles homenaje. ¿Acaso se imaginan ustedes hoy las calles de Berlín empapeladas con retratos de los criminales nazis?, preguntó al respecto.Por todo ello, afirmó que la Ertzaintza no puede hacer la vista gorda y no perseguir el delito, para no enfadar a los intolerantes y fascistas que amparan la violencia. No pueden pedirnos que no actuemos para no excitar a la bestia y que se enfade, y se provoquen altercados en el enfrentamiento con la Policía, enfatizó.