
La política y la región
Estamos asistiendo a una política que necesita regenerarse y el 31 de mayo es una buena ocasión.
Estamos en día festivo en nuestra región por la celebración del 31 de mayo y ello nos lleva al recuerdo con nostalgia de aquellos apasionantes años de la Transición que nos condujeron a un régimen de libertades y derechos desde el entendimiento, que tuvo su punto determinante en la aprobación de una Constitución que descentralizaba el poder y creaba las autonomías, entre ellas- surgiría- la de Castilla-La Mancha, no sin polémicas con los que querían que Guadalajara formase parte de la de Madrid y no encontraban sentido a que estuviese con Albacete o Ciudad Real, por ejemplo, que ciertamente están muy lejos, cuando tan solo a quince minutos tenemos a la comunidad de Madrid. Hubo tensión, suponemos que muchos tiras y aflojas, intereses enfrentados y el resultado fue el que es y, ciertamente creemos que no nos ha ido mal aunque no seamos o no nos sintamos manchegos. Tampoco sabemos cómo estaríamos si perteneciésemos a Madrid.
Todo esto nos lleva a reflexionar sobre la importancia de las decisiones políticas y el sentido mismo de la política que en los últimos tiempos por tanto insulto y sectarismo se ha desacreditado, incluso con constantes acusaciones o sospechas de corrupción que han de probarse en los tribunales, pero que resulta imprescindible porque determina nuestro futuro.
La Política debe ser honrada, transparente, ejemplarizante. En la antigua Grecia, cuna de la democracia, los más mayores, los más sabios, eran respetados. Suponía un prestigio y un orgullo ocupar cargos políticos. Aquí algunos dijeron que la política no debe ser profesional, que cualquiera vale para ello durante un tiempo de su vida. Nosotros pensamos que cualquier función necesita de formación y experiencia y que por la importancia de la política no estaría mal en manos de personas formadas para ella. Estamos asistiendo a una política que necesita regenerarse y el 31 de mayo es una buena ocasión.