La puerta de Molina que no está en Molina

13/03/2023 - 18:11 M.A.G.

El Señorío de Molina era una zona muy deseada estratégicamente hablando tanto por los castellanos, los aragoneses y los moros. Desde su capital, Molina de Aragón, se intentó atacar en varias ocasiones la localidad de Albarracín.

Es por eso que este pueblo turolense decidió levantar en la Edad Media un muralla, varios elementos defensivos y un portal, el de Molina, con el objeto de cerrarlo cada vez que se llevaban a cabo ataques desde el Señorío. De este modo, el pueblo quedaba totalmente aislado del exterior. Sus tres cuartas partes eran imposibles de conquistar, debido a que las circundaba –y las circunda- el río Guadalaviar. La parte que quedaba disponible para el acceso terrestre era igualmente infranqueable, debido a la imponente fortaleza que se construyó en su lado más alto con una torre vigía que alertaba cualquier movimiento de tropas procedentes de varios kilómetros a la redonda.

 

Según se refleja en el estudio ‘Las ciudades medievales aragonesas’, de María Isabel Falcón Pérez, de la Universidad de Zaragoza, en el siglo XII Alfonso I fortificó el recinto por ser plaza fronteriza con los moros de Valencia y los castellanos de Molina.

 

Este portal era la antigua salida amurallada hacia Molina de Aragón. “A partir del siglo XVI, cuando ya las murallas han perdido su interés, surge un barrio extramuros del Portal de Molina y parte de la población de la ciudad se dedicaba a la agricultura. Este barrio fue destruido durante la Guerra de la Independencia, hecho que marcó el comienzo del declive económico de la ciudad”, según rutasconhistoria.es.