La quinta del 69 recuerda sus años mozos en la capital del Señorío

21/06/2019 - 17:20 Javi López

Hasta de México llegaron exalumnos del centro molinés.

Las emociones y sentimientos camparon a sus anchas sin poder reprimirlos para los 70 participantes nacidos en 1969 que vivieron su época escolar en los municipios de la comarca de Molina, precisamente esta localidad fue el punto de encuentro de estos compañeros al que acudieron desde distintas ciudades de España, e incluso de México.

La intensa jornada comenzó la mañana del sábado, día 15, en la que un grupo de alumnos recorrió las mismas dependencias de la Escuela Hogar Doña Blanca de Molina que cuando iniciaban su andadura escolar. El grupo realizó un viaje al pasado rememorando anécdotas con sus compañeros de estudio, profesores, personal, etc. Las caras de los antiguos moradores reflejaban la emoción de volver al mismo hogar que les acogió de jóvenes y la satisfacción de ver que el edificio sigue dando cobijo a escolares. Al término de la visita, de camino al punto de encuentro con los demás compañeros, varios de ellos comentaron, “¡Ufff, y lo largos que parecían los pasillos entonces y ahora se ven tan cortos!”.

            En el Hotel Palacio de los Molina, les esperaba un vino español. Antes de pasar al restaurante para comer, todos se desplazaron hasta la escalinata de la iglesia de Santa Clara para realizar la foto de grupo. En el momento de la tarta de cumpleaños, cinco de los antiguos alumnos que cumplen 50 años este mes de junio fueron los representantes para soplar las velas.

            Una de estas personas, Marta de Juana, precisamente a la que el devenir de la vida la llevó a México hace más de 25 años, no se quiso perder este encuentro. “Creo que a muchos nos ha cambiado un poquito nuestra vida por el día de felicidad que pasamos, al lado de gente con la que hacía tanto que no hablábamos ni veíamos”, comentó con las lágrimas a punto de brotar. Al igual que ella, sus compañeros expresaron con la misma emoción el buen ambiente creado durante el día festivo en el que el grupo estuvo unido.

            Ya por la tarde, recorrieron las calles de la localidad como cuando eran niños. A cada paso, los recuerdos volvieron a surgir observando las fachadas de los comercios con aquellos ojos de niños. Una vez de vuelta al hotel, les esperaba una gran fiesta.

            Al día siguiente, visitaron el Museo Comarcal y la Torre de Aragón para aprovechar, más si cabe, su estancia en la localidad que les vio crecer. Prometieron volver a reencontrarse en 2024.