La sal de hace 200 millones de años que aún se extrae en Saelices de la Sal
La restauración la llevó a cabo el Ministerio de Cultura hasta el año 2008. Durante los años de crisis económica se congeló el proyecto, pero en 2011, mediante un convenio con Diputación provincial de Guadalajara, se reinició la acrtividad, que continúa hasta el día de hoy.
Las minas de sal de Saelices fueron declaradas en 2007 Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Monumento.
La restauración finalizó en 2008. En esta época se restauró el muro perimetral del Partido de Arriba, el edificio de la noria donde se colocó una noria de madera tal como existía cuando el agua era sacada por tracción a sangre; dos recocederos y el 70% de las eras y caballones. Además el almacén de la sal o Alfolí se reconstruyó tal como era antes de la guerra civil.
El origen de la explotación salinera puede ser muy antiguo. Estudios sobre la cercanía de yacimientos salinos y poblados celtíberos hacen suponer que estos ya conocían y utilizaban los afloramientos de sal necesarios para el ganado y la forja del hierro. También los romanos primero y árabes después los utilizaron, el hecho de que no tengamos ningún registro de la época musulmana es debido a que estos no ejercían ningún control sobre la explotación salina. Aún así tenemos la evidencia del topónimo árabe de las salinas de Almallá, en Tierzo; Al-malli, salina en árabe.
Lógicamente lo expresado con anterioridad es plenamente aplicable a las fuentes y surgencias salinas de la comarca donde se ubica Saelices, y la propia toponimia parece apuntar claramente en este sentido ya que en las proximidades de La Loma se sabe de la existencia en época medieval de unas salinas que recibían el nombre de Almallá, igual que las situadas en las cercanías de Tierzo, cuyo nombre deriva del árabe ‘almallahe’ (= salina). Cabe también la posibilidad de que la advocación maríana de la Virgen de Armallak, a la que se profesa gran devoción en Riba de Saelices, provenga igualmente de esta raíz árabe. (García-Soto Mateos y Ferrero Ros.)
Los primeros registros de salinas en la España cristiana son de las salinas de Añana en Álava, en el siglo IX. Los primeros documentos relativos a la extracción de sal en nuestras salinas se remontan a 1203. Posteriormente se cuenta con varias referencias a este tipo de explotación en la localidad.
Hasta la transición entre la Edad Media y la Edad Moderna la propiedad de las salinas recayó en distintos señores bajo el control del Rey de Castilla, pero a partir de esa época la explotación pierde su independencia y se integra en el gran grupo del Partido Salinero de Atienza, pasando a formar parte también del Patrimonio Real.
Las instalaciones que actualmente pueden verse se deben al impulso industrial que en el medio rural llevaron a cabo los Borbones en el siglo XVIII.
El estanco de la sal empezó a ser cuestionado en la época liberal, ya entrado el siglo XIX. Álvaro Flores Estrada escribía:
“Así debería abolirse en España el monopolio de la sal, y todo recargo sobre este producto de primera necesidad, porque cualquiera que sea el gravamen que sobre él se imponga, encarece el trabajo, disminuye las utilidades, hace mas difíciles los medios de la producción, por ser la sal un elemento indispensable y pesa mas sobre la clase pobre que sobre la rica”
No fue hasta la Revolución de 1868 «La Gloriosa», que definitivamente el estanco de la sal fue abolido. El fin del monopolio se haría efectivo el primer día del año 1870 y las fábricas de la Hacienda fueron vendidas en subasta pública.
En este contexto se produjo la privatización de las salinas de Saelices de la Sal que en 1872 fueron adquiridas al Estado por D. Anastasio García López, quien pasó a explotarlas de forma privada a partir de esta fecha. Sabemos que las salinas permanecieron en manos de este propietario y de sus descendientes hasta el año 1921 en que fueron adquiridas por D. Benito Merodio Rebollo. (García-Soto, Ferrero Ros)
Este primer propietario privado de Las Salinas de San Juan, fue el célebre médico Anastasio García Lopez, originario de Ledaña (Cuenca), tuvo una importante intervención en la detención de la epidemia de cólera en Medinaceli, en 1852; y fue uno de los pioneros en utilizar de la medicina homeopática en España. Contribuye en 1872 al proyecto del Instituto Homeopático y Hospital de San José de Madrid, y una de sus publicaciones más interesantes es Hidrología Médica, que incluye un registro de todos los establecimientos termales y balnearios de la España de aquella época. De su paso por Saelices solo tenemos el documento de una carta personal donde escribe que va a retirarse a descansar a Saelices de la Sal.
Tras la Guerra Civil española, periodo en que tuvieron las salinas daños notables, se pusieron de nuevo en funcionamiento, sustituyéndose las norias por motores, primero movidos por combustible y más tarde mediante energía eléctrica. Pero su explotación duró, como mucho, hasta comienzos de los años 1970 en lo que a la elaboración de sal se refiere y hasta 1981 en lo que atañe al aprovechamiento del agua salada, que se vendía para diferentes actividades industriales.
Es ya en este siglo cuando las salinas van a empezar una nueva andadura con la compra en 2003 a los últimos propietarios de las instalaciones por la Fundación Naturaleza y Desarrollo (FUNADER), del Ayuntamiento de Saelices. A partir de ahí comienza la restauración de las antiguas salinas tomando como modelo la configuración que tenían en el siglo XVIII, ya que durante la guerra civil sufrieron un gran deterioro quedando sus edificios bastante dañados pues fueron arrancadas sus maderas para utilizarlas como combustible. También hubo que eliminar toda construcción moderna por cuanto se empleó cemento y ladrillos para sustituir los materiales originales.
En el año 2007 fueron declaradas todas las instalaciones Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Monumento.
La restauración la llevó a cabo el Ministerio de Cultura hasta el año 2008. En esta época se restauró el muro perimetral del Partido de Arriba, el edificio de la noria donde se colocó una noria de madera tal como existía cuando el agua era sacada por tracción a sangre; dos recocederos y el 70% de las eras y caballones. Además el almacén de la sal o Alfolí se reconstruyó tal como era antes de la guerra civil.
Las Salinas de San Juan se pueden visitar durante todo el año. El horario de visitas es: los sábados y domingos a las 11:00 h. Para concertar la visita hay que llamar previamente a los teléfonos 669581457 o 699538064.
Durante la campaña de extracción de la sal ( Junio a Octubre) hay visitas especiales por las mañanas de lunes a viernes, en las que se puede ver directamente cómo se cosecha la sal a la manera tradicional.
Más información : www.saelicesdelasal.com
BIBLIOGRAFÍA.-
- Excavaciones en las salinas de San Juan, Saelices de La Sal, Guadalajara. Ernesto García-Soto Mateos, Susana Ferrero Ros.
- Sal en el salero.- Katia Hueso Kortekaas.
- Gente salada.- Katia Hueso Kortekaas.
- La explotación de la sal durante el I milenio A. de Cristo. Jonatan Terán Manrique. Tesis doctoral, Universidad de Zaragoza. Director/es: F. Burillo y J. A. Arenas.
- Caracterización Hidrogeológica de las salinas de Saelices de la Sal (España). J. A. Calvo, I. Díaz y J. Temiño. Departamento de Geología, Geografía y Medio Ambiente de la Universidad de Alcalá de Henares.
- Estudio Botánico de las salinas de Saelices de la Sal y su entorno. S. Cirujano, R. Morales y M. Moreno. Real Jardín Botánico de Madrid. CSIC.