La segunda riada en tres semanas desaloja a 200 personas en Coslada

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Las lluvias están causando estragos a lo largo y ancho del país. En la jornada de ayer, los servicios de emergencia tuvieron que desalojar a cerca de 200 personas por una ríada, tres semanas después de que ocurriese un hecho similar. En Toledo han sido unas 300 las actuaciones que se tuvieron que llevar a cabo. Y en la costa de Andalucía continúan también las inundaciones y los percances que conllevan.
Cerca de 200 personas tuvieron que ser desalojadas en la madrugada del ayer en Coslada (Madrid) a consecuencia de las fuertes lluvias registradas en diferentes puntos de la zona centro peninsular y que provocaron unas 3.300 intervenciones de los servicios de emergencia en toda la Comunidad de Madrid y en la provincia de Toledo.
Tres semanas después de la riada que costó la vida a una mujer en Coslada, la tragedia volvió a planear sobre la localidad madrileña. Una fuerte tromba de agua comenzó a descargar sobre las dos de la madrugada acompañada de gran aparato eléctrico. En pocos minutos las calles se convirtieron en auténticos ríos y el agua anegaba sótanos, garajes y pisos bajos ante la mirada incrédula de los vecinos, muchos de los cuales tuvieron que pasar la noche en el polideportivo de la localidad y en diversos hostales por la obligación de abandonar sus casas. También hubo inundaciones en San Fernando de Henares y en Rivas-Vaciamadrid. En esta última localidad un hombre tuvo que ser asistido por los servicios de emergencia tras quedarse atrapado en un sótano a causa del derrumbamiento de un muro.
A primera hora de ayer la situación se dio por controlada. El consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, recorrió los municipios más afectados y confirmó que todos los desalojados habían vuelto a sus hogares, excepto tres familias cuyas casas resultaron más afectadas. Durante toda la jornada se prolongaron las labores de achique de agua de garajes y portales.
El alcalde de Coslada, Ángel Viveros, también visitó las calles peor paradas de la localidad y admitió que desde las pasadas inundaciones de septiembre el ayuntamiento no había tenido tiempo para reparar los daños en las infraestructuras y “así evitar que se repitiera la catástrofe”. Una situación que algunos vecinos calificaron de “vergonzosa”.
En la capital las lluvias también fueron de gran intensidad aunque no provocaron graves daños. El mayor incidente se produjo en Vallecas, al derrumbarse parte del techo de un hospital que no produjo daños personales, aunque algunos enfermos tuvieron que ser trasladados de habitación. En Valdemingomez se trasladaron tres dotaciones de bomberos para achicar el agua de varias viviendas mientras que el agua inundó el poblado chabolista de El Gallinero, donde viven unas 200 familias, la mayoría de inmigrantes rumanos.

Rescatados en canoa
En la provincia de Toledo, medio centenar de localidades se vieron afectadas por lluvias torrenciales que en pocas horas inundaron sótanos, garajes y viviendas y provocaron cortes de carreteras y del tráfico ferroviario. Quienes peor lo pasaron fueron los vecinos de la urbanización Los Villarroeles, del municipio de Otero, que tuvieron que ser desalojados al desbordarse el arroyo Marigarcía, afluente del Alberche.
El arroyo que según los vecinos no se limpia desde hace años, es la segunda vez que se desborda en el último lustro, si bien en esta ocasión las consecuencias fueron nefastas porque algunas familias lo perdieron todo: el agua alcanzó una altura de un metro y medio en el interior de las viviendas y algunos vecinos fueron rescatados en canoa.