La SGAE llega a Guadalajara para velar por los derechos de autor

09/08/2023 - 17:43 FCV

La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) aterriza en la provincia con una nueva delegación cuyo objetivo es velar por los derechos de los autores que representan en lugares relacionados con la restauración, hospedaje, gimnasios, ocio nocturno, comercios, emisoras de radio, cine, etc. Por ejemplo, recuerdan que “al instalar una televisión o un aparato musical en un espacio público de un negocio se necesita la contratación de una licencia por el uso del repertorio protegido, como ocurre en Francia, en Inglaterra o en Suecia”, algo que, aseguran, desconocen algunos establecimientos. El 31% de los municipios de la provincia tienen convenios con SGAE.

 

La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) es una entidad de gestión colectiva de derechos de autor con casi 125 años de trayectoria. Administra los derechos de autor en los ámbitos de la música, el audiovisual y las artes escénicas. Más de 130.000 compositores y letristas, argumentistas, guionistas, directores, traductores y adaptadores, dramaturgos y coreógrafos, además de editores y herederos, integran SGAE. 
    “La misión fundamental de la entidad es ayudar a nuestros socios y socias a que vivan de su obra creativa”, asegura Francisco Villena, coordinador de Entidades Públicas de SGAE, agrupación que representa a más de 4 millones de personas y administra 80 millones de obras en el ámbito internacional. 

Propiedad intelectual
De acuerdo con la Ley de Propiedad Intelectual, SGAE tiene encomendada la gestión de los derechos de autor de las obras de asociados. “Desde SGAE repartimos los ingresos por derechos de autor por la utilización de las obras de nuestros creadores en los ámbitos de la comunicación pública, la reproducción, la distribución, la transformación y la copia privada”, prosigue. 
    

Su tarea “pone en valor el riquísimo patrimonio cultural del repertorio al que los consumidores culturales tienen acceso de forma segura y jurídicamente viable”.
    

Su modelo de gestión colectiva aspira a caracterizarse por su transparencia, eficiencia e internacionalización para hacer efectivos los derechos de autor en el entorno digital global y en vivo. “De esta manera, cada vez que una de las obras dramáticas, audiovisuales y musicales del repertorio de nuestros miembros es utilizada comercialmente, su autor percibe una remuneración”, afirma Villena. 


  

LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL AMENAZA LOS DERECHOS DE AUTOR

Desde la Sociedad General de Autores (SGAE) se cree que las empresas de Inteligencia Artificial (IA)  ”deben respetar a los artistas, creadores e intérpretes, proteger la creatividad humana, mantener sólidos los principios de los derechos de autor y desarrollar y aplicar prácticas justas de concesión de licencias”. 

Para ello, desde SGAE se ofrecen licencias no exclusivas a los clientes o usuarios de esas obras. “Son clientes o usuarios del repertorio las compañías tecnológicas, las cadenas de televisión, las emisoras de radio, las salas de cine, los teatros, los auditorios, los locales de ocio nocturno, los restaurantes, las cafeterías, etc. A través de las licencias obtenemos los ingresos por derechos de autor”, explica.
 

La plantilla de SGAE está formada por 390 trabajadores, distribuidos en tres sedes internacionales y 18 en España. “Además, contamos con más de 160 representantes comerciales en 199 zonas, lo que nos permite conocer dónde se lleva a cabo el uso del repertorio, desde el sector de la restauración, hospedaje, gimnasios, ocio nocturno, comercios, emisoras de radio, cine, etc. como conocer las actuaciones en directo de artistas que utilicen el repertorio que representamos- Los ingresos van directamente a nuestros socios por el uso de sus obras, y descontamos exclusivamente los costes derivados de la gestión”, asevera. 
  

SGAE recuerda que “al instalar una televisión o un aparato musical en un espacio público de un negocio se necesita la contratación de una licencia por el uso del repertorio protegido".

“Para determinar el importe  que corresponde a cada socio, usamos innovadores sistemas digitales que procesan qué obras han utilizado los usuarios y en qué contexto (plataformas musicales o audiovisuales online’, televisión, radio, conciertos, etc.) así como sondeos especializados (en cientos de emisoras de radio, discotecas y establecimientos análogos)”, ilustra Francisco Villena.

La estructura comercial de SGAE, respecto a sedes, representantes y delegados territoriales cuenta con alrededor de 80 años de existencia. En el caso de Guadalajara, desde hace unos meses cuentan con un nuevo representante. La Delegación de Guadalajara tiene un carácter comercial. “Su objetivo es la contratación de licencias a aquellos clientes que quieran utilizar las obras de los autores y autoras que representamos para sus diferentes actividades comerciales”, indica Villena. La nueva ‘sede’ cuenta además con personal directo que trabaja en diferentes áreas comerciales como Mercados Masivos, Grandes Cuentas, Entidades Públicas y Promotores, entre otras. “Trabajamos como cualquier otra compañía de cualquier sector que ofrece a sus clientes un valor añadido para el desarrollo de sus negocios”, prosigue.
  

El desconocimiento es el inconveniente principal en el proceso de contratación de licencias. “Somos conscientes de ello y, como consecuencia, somos flexibles”, indica. De hecho, en la práctica, existen consumidores “que no conciben el uso de la propiedad intelectual en sus negocios como cualquier otra transacción comercial en otro ámbito”. Por eso, “le explicamos las características y beneficios de contar con una licencia, le ofrecemos la tarifa más adecuada para su negocio y le damos el tiempo suficiente para contratarla”, continúa. 
    

Por ejemplo, al instalar una televisión o un aparato musical en un espacio público de un negocio se necesita la contratación de una licencia por el uso del repertorio protegido, como ocurre en España, en Francia, en Inglaterra, en Suecia “y en la práctica totalidad de los países de nuestro entorno en el que la propiedad intelectual es un derecho reconocido”, describe. 
    

Entre las infracciones más comunes que se cometen en una provincia como la de Guadalajara, se encuentra el incumplimiento de un promotor en un concierto o en una entidad pública, “ya que son profesionales que conocen perfectamente el funcionamiento de la contratación de licencias y todo lo relativo a este ámbito”. La falta de una licencia en un comercio o un bar, por la comunicación pública, mediante receptores de televisión, radio o música, se encuentra también en la lista. 
    

Algunos clientes,  por desconocimiento, “no saben que necesitan una licencia para poder utilizar el repertorio protegido que gestionamos para el desarrollo de la actividad comercial de su negocio”. El grado de importancia es proporcional al uso del repertorio. “Por ejemplo, las discotecas hacen un uso principal de la música porque es su negocio y un comercio utiliza la música con un uso secundario”, señala.
  

Su actividad se basa en el “diálogo y la pedagogía relativa al derecho de autor”, lo que se traduce en la práctica en la firma de convenios y contratos de utilización y de representación. En el caso de la administración del repertorio protegido, hay un total de 175 sociedades de gestión de derechos de autor del mundo, que cubren 221 territorios, mantienen contratos de representación con SGAE. Y en el caso de la utilización del repertorio protegido, “tenemos firmados convenios con las principales asociaciones sectoriales. 
  

Sus afiliados cuentan con una serie de ventajas en la contratación de las licencias”. Por ejemplo, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). En caso de Guadalajara, hasta la fecha, 81 municipios están adheridos a este convenio de colaboración con SGAE, lo que representa un 31% del total de los municipios de la provincia.