La Sierra Norte: un festín para los viajeros hambrientos de experiencias

En este otoño, cuando la naturaleza se tiñe de colores dorados y el aire se vuelve más fresco, hay un destino en Castilla-La Mancha que te invita a experimentar la maravillosa belleza de la Sierra Norte de Guadalajara, deleitarte con su excepcional cocina tradicional, y todo esto en un solo fin de semana: Sigüenza.¿Te gusta la naturaleza y quieres visitar el bosque de hayas más meridional de Europa y el Parque Natural por excelencia de Guadalajara? En el Hayedo de la Tejera Negra, situado en las afueras de Cantalojas, podrás explorar senderos bajo el dosel de hayas, tejos y abetos, ideales para una caminata relajante o una inspiradora sesión fotográfica. En este entorno, jabalíes, zorros y aves rapaces forman parte de un ecosistema único. 

Y si el Hayedo te sabe a poco, no dejes de visitar también la Reserva Natural de las Lagunas de Puebla de Beleña. Estas dos lagunas de aguas cristalinas son un tesoro natural, destacando por su biodiversidad y su papel como parada de aves migratorias. Conectar con la naturaleza de manera más activa durante esta temporada del año es posible realizando excusiones micológicas. Las variedades de setas y hongos más comunes de la zona son los níscalos, boletus, colmenillas y setas de cardo. 
Después de esta jornadas de naturaleza, te aguarda un fascinante viaje a la Arquitectura Negra, un paraíso de casas de pizarra y monumentos históricos en Tamajón, Majaelrayo, Campillo de Ranas y Valverde de los Arroyos y Roblelacasa. En este último, encontrarás una ruta muy conocida que te llevará hasta la cascada del Aljibe. 

Además, en el corazón de la Sierra Norte de Guadalajara, el turismo cultural e histórico revela un tesoro arquitectónico: el románico. Sigüenza, ciudad reconquistada en el siglo XII, deslumbra con la majestuosa catedral de Santa María y las iglesias de Santiago y San Vicente, junto a sus impresionantes murallas y puertas medievales. Tras la reconquista en 1124, se repobló la región con joyas del románico rural, como la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en Saúca y la iglesia del Salvador en Carabias, con sus galerías porticadas. Otros tesoros románicos incluyen la iglesia de Nuestra Señora de la Natividad en Pozancos y la iglesia de San Juan en Palazuelos. En el camino hacia Atienza, se encuentra Imón, famosa por sus salinas, que sufragaron la construcción de la catedral de Sigüenza. Otros ejemplos del románico rural son la iglesia de San Martín Obispo en Alcolea de las Peñas, la iglesia de San Vicente en Cincovillas, la de San Julián Confesor en Paredes de Sigüenza y el castillo de la Riba de Santiuste. Y en la medieval Atienza, las iglesias de Nuestra Señora del Val, Santa María del Rey, el Salvador, la Trinidad, San Gil y San Bartolomé, se presentan como museos vivos.

Sigüenza: ‘Raíz Culinaria’ que sorprende

Si buscan con qué deleitar el paladar, los asados de cabrito o cordero, calderetas, jabalí estofado o perdiz en escabeche son algunos de los platos más populares y sabrosos de esta zona de Guadalajara. En general, las elaboraciones a partir del cerdo también son muy comunes, incluso como tentempié, como el “bollo preñao” (pan blanco relleno de chorizo) o las migas. En otoño, las setas tienen mucho protagonismo. Y a la hora del postre, recuerda la miel de La Alcarria. Para que disfrutes de estos sabores, te sugerimos visitar tres restaurantes en Sigüenza, embajadores del sello Raíz Culinaria de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, que se destacan por ofrecer una cocina auténtica y utilizar ingredientes de primera calidad procedentes de la tierra y una ciudad reconocida como Best Tourism Village por la Organización Mundial del Turismo. El restaurante Nöla ofrece cocina de base tradicional con estética de vanguardia. Y El Doncel y el Molino de Alcuneza, que ostentan una Estrella Michelín por su cocina tradicional, creativa, atrevida y sabrosa, basada en productos de temporada. Ambos disponen de alojamiento, un espacio ideal para descansar durante tu estancia.