La Virgen de la Mayor brilla a la luz de los faroles en el fin de las fiestas seguntinas. VÍDEO Y GALERÍA
La devoción que sienten los seguntinos por su patrona volvió a hacerse presente en la jornada del domingo. La ciudad del Doncel ponía el broche final a sus fiestas con el sentido y esperado homenaje a la Virgen de la Mayor. Se trata de una cita que tiene su plato fuerte con la antiquísima procesión de Los Faroles –fiesta de interés turístico regional desde 2005 y cuyo origen histórico data de 1493- en la que miles de fieles muestran su fervor.
Es el momento más esperado de la jornada. Sin embargo, el homenaje a María consta, como siempre ha ocurrido, de otros dos grandes momentos, que también se vivieron ayer. El primero comenzó muy temprano, a las ocho de la mañana. Más de un centenar de fieles participaron en el tradicional Rosario de la Aurora, que recorrió las travesañas y las históricas murallas de la ciudad.
A continuación, en el altar de la Virgen de la Mayor se ofició la eucaristía, que tuvo en esta ocasión, un carácter especial. Y es que la condena de los terribles atentados que han tenido lugar la pasada semana en Barcelona y Cambrils se hizo muy presente. De hecho, el altar estaba presidido por un crespón negro y un cirio en representación de la oración por las víctimas del atentado. La Misa Mayor se prolongó durante hora y media y contó con un número mayor de fieles con respecto a otros años, superando con creces el medio millar. El obispo diocesano, Atilano Rodríguez Martínez, y el arzobispo de Sevilla, el seguntino Juan José Asenjo Pelegrina presidieron la misa principal en la que la emoción por el recuerdo de las víctimas de los atentados hizo que los fieles siguiesen cada paso de la eucaristía en un profundo y respetuoso silencio.
Sin embargo, el acto más esperado por los seguntinos llegaba cerca de las nueve de la noche. Primero, fue el turno del rezo del rosario ante el altar de la Virgen de la Mayor, mientras iba saliendo la procesión en su honor, que media hora más tarde estaba ya en las calles de la ciudad. Es la procesión de Los Faroles que como manda la tradición recorre las principales vías de la ciudad, acompañada de varios miles de fieles. Es un acto en el que los fieles se funden con los representantes institucionales. Ayer, el alcalde de Sigüenza y presidente de la Diputación, José Manuel Latre, estuvo acompañado, entre otros, por los miembros de la corporación seguntina, el diputado regional, Lorenzo Robisco o el senador Juan Antonio de las Heras.
Tampoco faltaron a la cita la reina y damas de las fiestas, que tomaban parte en el último acto de las fiestas doncelinas y de igual forma, la procesión contó con la participación de varios peñistas.
No obstante, la gran protagonista fue, como no podía ser otra forma, fue la Virgen de la Mayor. La salida de su carroza por la puerta principal de la catedral fue uno de los momentos más emotivos y esperados, por la dificultad que acarrea salvar los obstáculos del templo. Una vez fuera, la Virgen lució toda su belleza y su luz. Una luz que hace brillar a la patrona y que ilumina, a su paso, las calles de la ciudad.
Sobre las 22.30 horas la carroza llegaba a las inmediaciones de la catedral, momento en el que comenzó a sonar el himno nacional, igual que ocurriera a la salida de la Virgen. Con idéntica solemnidad que partió, la patrona regresaba al templo. Era el final de una noche de fervor y de devoción.
Fin a las fiestas
La entrada de la Virgen de la Mayor a la catedral ponía también el punto final a los actos festivos que han cubierto los pasados días la ciudad para homenajear a la Virgen de la Mayor y a San Roque y que han contado con multitud de actos religiosos y culturales como cabalgata, gigantes y cabezudos, juegos, encierros, charangas, verbenas, actuaciones musicales, fuegos artificiales, caldereta, competiciones deportivas, exposiciones de arte o conferencias.