La XI Ruta Cicloturista por los pueblos del incendio del Ducado se recordará por los abrojos
El 90 por ciento de los ciclistas no pudo hacer su entrada triunfal en Villarejo de Medina pedaleando porque sus bicicletas pincharon por los abrojos, una planta con "muy mala espina". A la bienvenida se unió la fiesta de inauguración de la plaza de Villarejo.
Vecinos de los pueblos del entorno del incendio que en 2005 arrasó sus montes, los pinares del Ducado, se reunieron este sábado, 12 de agosto, en la XI Ruta Cicloturista, organizada por la Coordinadora Vecinal Queremos Futuro, como jornada de reivindicación y hermanamiento entre los municipios afectados. Lo que se prometía un recorrido sencillo, de 35 kilómetros y sin demasiada exigencia, apto para todos los públicos, acabó con la mayor de las anécdotas que se han vivido en estos once años: con más del 90 por ciento de las bicicletas pinchadas y sin poder acabar la ruta.
En torno a 60 ciclistas, mayores y pequeños, se daban cita a las diez de la mañana en Santa María del Espino, punto de salida elegido este año en homenaje a los cien años que el pueblo se conoce con tal nombre. La ruta transcurrió tranquila, y disfrutando de una buena temperatura, por el pinar de Santa María hasta Iniéstola, siguiendo en dirección al río Tajuña por los términos de Anguita y Luzaga. En el campamento de esta última localidad se hizo la parada obligada para comer y reponer fuerzas y los ciclistas partieron rumbo a La Hortezuela de Océn. Estaba previsto un alto en el camino en la ermita de Océn para disfrutar de las maravillosas vistas del valle, pero la parada fue más obligada que turística pues, poco antes de llegar, casi todas las bicicletas pincharon al pasar por una senda llena de abrojos, una planta rastrera con fuertes espinas que se incrustaron en las ruedas de forma masiva y hacía imposible la reparación in situ. Así, la ermita de Océn les recibió andando y este fue el fin del camino para la mayoría de los corredores, a unos seis kilómetros de la meta, en Villarejo de Medina. La visita prevista al pueblo de Hortezuela quedó suspendida y los ciclistas, recogidos por los coches, fueron directamente a Villarejo, donde igualmente disfrutaron, según lo planeado, de una merienda cena ofrecida por el pueblo y amenizada por la Rondalla de Cobeta.
La ruta elegida este año permitió, tal como era el objetivo de la organización, observar la diferencia entre la regeneración artificial de un pinar tras un incendio y la regeneración natural. Así, en el transcurso de la marcha, los ciclistas atendieron las explicaciones sobre la replantación efectuada en los pinares de Luzaga e Iniéstola, que fueron pasto de las llamas en 1995, y donde debido a la sequía de los años posteriores fue necesario una intervención y la regeneración natural que se ha producido en los pinares afectados por el incendio de 2005.
Inauguración de la plaza de Villarejo
En Villarejo, la fiesta de bienvenida a los ciclistas se unió a la celebración de la inauguración oficial de la remodelada plaza del Ayuntamiento, financiada con fondos propios de la pedanía y mano de obra de la Diputación de Guadalajara, por lo que asistió también el diputado provincial y delegado de Centros Comarcales y Cooperación Municipal, Octavio Contreras, a quien el alcalde pedáneo de Villarejo, Pedro Martínez, agradeció personalmente su colaboración para poder sacar adelante un proyecto que el pueblo demandaba desde hace tiempo.